CUARENTA Y TRES

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―¡Bebé ten cuidado!

―Calma Hye, los niños están bien.

―Está bien cachetón, te haré caso. Solo... no quiero que le pase nada a mi bebé.―Baja la voz.

Hyejin le da un sorbo a su café azucarado mientras ve a los gemelos y a su hijo jugar en la sala con unos legos.

JiMin asiente sentado a su lado en el comedor, también toma un poco del café entre sus manos; su café no lleva azúcar.

―Por cierto, ¿Dónde están los niños y Jungkook?

JiMin deja la taza ya vacía sobre la mesa.―Fueron a comprar ropa para el show de talentos de YeonJun.

Hyejin alza las cejas.―¡Oh! Lo había olvidado, ¿Es mañana, no?―JiMin asiente viendose cabizbajo. Hyejin suaviza su voz.―¿Te sientes bien con todo esto?

JiMin asiente.―Claro, solo estoy un poco nostálgico.―Siente como la mujer posa una mano sobre la suya y alza la mirada encontrándose con una comprensiva sonrisa.

―¿Mañana, verdad? ¿Es definitivo o...?

―Sí... es definitivo. Ya lo saben tú y NamJoon, no hay vuelta atrás en mi decisión. Es lo que quiero...―Pasa saliva.―Sin resentimientos, es lo que Hyuna me recomendó.

JiMin está viendo a Hyuna desde hace ya varias semanas, específicamente desde que volvió de su viaje de Japón. Las sesiones le han ayudado mucho a cumplir con determinación y cariño su decisión. Y también su promesa consigo mismo.

Ser fuerte. Ser feliz. Ser él mismo.

―Hyuna tiene razón, ¿Pero no estás nervioso, cachetón? Es un gran paso.

―Estaba algo preocupado, pero ya no lo estoy. Hablé con ellos y lo entendieron así que eso me quita un peso de encima. Después de todo, debo ser honesto.―Sonríe tristemente.

Hyejin pasa una mano por sus cabellos negros y le sonríe con cariño.―Haremos que todo esté bien. Tu estará bien, ambos.

La mano de Hyejin desciende hasta el vientre del hombre donde toca con suavidad. Una pequeña barriguita cubierta por el gran suéter que lleva para esconderla; ahí ella da una suave palmadita sacándole una risa a su mejor amigo

―¿Ya viste al médico?

JiMin asiente.―Dijo que todo estaba bien.―Sus ojos lagrimean y baja la mirada hacia su vientre, donde coloca su mano sobra la contraria.―Por ahora estamos bien.

Hyejin no puede evitar soltar un suave suspiro viendo la escena de JiMin tocando su vientre frente suyo.

Aún no puedo creer que estés embarazado... otra vez.

―Ni yo.―Usa la manga de su suéter para limpiar una lágrima que cae por su mejilla.―No otra vez, desde que p-perdí a mi bebé...―Mira a Hyejin, sus ojos inundados en lágrimas calientes.―Pero ahora son circunstancias diferentes.

―¿Diferentes?―Acaricia un mechón de su cabello negro.

―Sí... esa vez fue desastroso, yo estaba confundido y aunque deseaba tener a ese bebé, lo hacía para no s-sentirme solo... P-pero ahora tengo muy en claro mi mente y lo que quiero, este bebé será mi soporte no mi despecho por soledad.―Una sonrisa se asoma mientras las lágrimas caen de sus ojos, una por una.

Y Hyejin en ese momento se siente tan orgullosa, tan feliz, y tan nostálgica al mismo tiempo.

Ver a JiMin de esa manera, sonriendo feliz entre lágrimas mientras expresa honestamente que ahora el peso en su corazón se va alejando poco a poco. Que la niebla que cubría sus ojos se dispersa y las gotas de sus ojos son la liberación de su dolor.

Cenizas de un Amor | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora