𝐁𝐫𝐨𝐤𝐞𝐧 𝐒𝐨𝐮𝐥

Capítulo 10

-¿Por qué no nos dijiste nada? – preguntó Jiang Cheng sintiéndose un poco inútil, porque Yao no les dijo lo que le estaba pasando.

-¿Qué querías que dijera? ¿"Ya no hagan nada, no tiene caso, mi alma ya se está rompiendo" mientras todos me miran con esperanza en los ojos? – dijo Yao un poco alterado mirando a Jiang Cheng con dolor en sus ojos.

-No, pero agradecería que confiaras un poco en mi – habló Jiang Cheng sintiendo el enojo subir hasta su cabeza.

Yao se quedó en silencio y se volteó a mirar hacia la ventana.

-Te voy a aconsejar algo Jiang Wanyin, vete olvidando de mí, pronto moriré al fin, no vale nada seguir teniendo esperanza en alguien como yo, al final mi alma se romperá, al menos tendrán un cuerpo que enterrar – y eso fue lo último que Yao dijo antes de desaparecer y dejar a Jiang Cheng solo.

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De eso ya habían pasado dos días, dos días en los que Wanyin iba a la torre pero no encontraba a Yao, y se preguntó si así se sentiría si es que A-Yao muriera, pero claro está que eso no lo iba a permitir.

Ahora estaba finalizando la clase de herbología del profesor Neville, y el profesor había dicho que quería hablar con él y con Wei Wuxian al final de la clase.

Gracias a Merlín que era su última clase.

Al salir los demás, el salón quedó en silencio, que solo era roto por las hojas que el profesor Neville acomodaba enfrente del salón.

Después de unos minutos por la puerta entraron cinco caras conocidas para ellos y después de que todos tomaran asiento, el profesor Neville habló.

-Adelante, pregúntenme lo que quieran, responderé todas sus preguntas – dijo el profesor Neville mientras se apoyaba en el frente de su escritorio.

Su traje de dos piezas gris y su camiseta remangada hasta los codos lo hacía ver realmente guapo, y más cuando cruzó sus brazos enfrente de él, haciendo que sus bíceps se dieran a conocer.

-¿Cómo recuerda a Yao? – preguntó sin rodeos Wanyin, mirando al profesor Neville desde donde estaba sentado.

-Cuando ocurrió el accidente estaba fuera de Hogwarts, nunca olvidé a Yao, pero los demás lo hicieron, no tenía caso preguntar por una persona que nadie recuerda – respondió Neville con cierto aire de tristeza.

-¿Por qué le importa tanto Yao? – preguntó esta vez Lan Wangji confundido sentado al lado de Wuxian.

-Meng Yao es... una persona especial para mí, mi esposa, Hanna, desgraciadamente no puede tener hijos, y cuando vi a un pequeño Yao caminando con grandes gafas, mejillas regordetas y libros en sus brazos pasando a su primera clase de herbología sentí que debía protegerlo, y cuando menos me di cuenta ya tenía a un pequeño Yao bajo mi ala, A-Yao es... aquel hijo que no podré tener y Hanna lo adora – explicó Neville con una pequeña sonrisa mientras recordaba aquel momento.

-Ella también sufrió cuando le conté que había desaparecido y que nadie lo recordaba – finalizó Neville mirando su sortija de matrimonio que adornaba su mano izquierda.

Wanyin hubiera dado todo por poder ver a un A-Yao pequeño con grandes gafas y mejillas.

Después de eso el salón se quedó en silencio por un momento.

-¿Qué pasará con Xue Chengmei? – pregunto Xuanyu mientras se hacía pequeño en su asiento, no soportaba el silencio.

Él quería saber lo importante, luego podrían hablar de lo importante que son las azucenas para el profesor Neville.

-La Directora McGonagall solo puede detenerlo por unos cuantos días, tiene prisa por dejar el castillo – respondió Neville mientras veía a todos.

Realmente Yao elegía confiar en personas únicas.

Jiang Wanyin un estudiante que está al punto del colapso tratando de ser un estudiante ejemplar, aunque últimamente lo veía menos estresado, tal vez es bueno que haya encontrado a Yao.

Wei Wuxian, un estudiante que se la pasa durmiendo y molestando a Lan Wangji uno de sus amigos.

Jiang Yanli, una estudiante que se enfoca más en la comida que en otra cosa.

Nie Huaisang, un estudiante que habla hasta por los codos y que sabe todo lo que pasa en el castillo.

Wen Qionglin, un estudiante tímido y que pasa el mayor tiempo posible en la biblioteca.

Lan Wangji, el único normal del grupo y que siempre termina sacando de problemas a todos sus amigos.

Y por último, pero no menos importante.

Mo Xuanyu, él que siempre mete en problemas al grupo y termina echándole la culpa a alguien más, travieso y nadie sabe cómo es que pasa las clases.

Realmente un grupo único.

-¿Y qué hay del hechizo? – preguntó Yanli, esperando que el profesor Neville y la directora McGonagall hubieran encontrado una solución.

-Nada, ninguna opción que no les haya dicho Yao – respondió Neville negando con la cabeza.

En eso un patronus entró por una de las ventanas del aula en forma de armiño.

Pasó por cada uno de los presentes corriendo y después se esfumó en medio de la habitación.

-Es Yao – habló Neville agarrando su varita y saliendo del salón rápidamente en cuanto vio que el patronus se deshizo.

Todos dejaron lo que estaban haciendo para correr hacia la torre de astronomía.

Al llegar a ella entraron sin pensarlo pasando por todos los pasillos.

De alguna manera la torre les indicó el camino.

-... de todas maneras ya estoy muerto! – se escuchó el grito de Yao saliendo de la habitación en donde su cuerpo reposaba.

El profesor Neville fue el primero en abrir la puerta y desenfundar su varita.

Al entrar se encontraron con Meng Yao y Xue Yang, los cuales se apuntaban uno al otro con sus varitas.

A-Yao estaba parado de forma protectora enfrente de su cuerpo.

-Yao, no digas eso – habló Chengmei de manera cariñosa.

Yao se levantó la manga de su suéter, revelando las marcas negras que adornaban su brazo.

-Mi alma se está rompiendo, el hechizo está llegando a su fin. – habló Yao mientras bajaba su manga.

-Ya no hay nada que hacer, Chengmei – volvió hablar Yao sin apartar la mirada de Xue Yang, el cual llevó ambas manos a su cabeza negando con fuerza.

-No, después de todo este tiempo no puedo perderte, eres mío A-Yao – habló Xue Yang volviendo a apuntar con su varita, dispuesto a lanzarle un hechizo a Yao.

Pero antes de que sucediera algo Neville se adelantó.

-Expelliarmus – conjuró Neville mientras apuntaba hacia Chengmei.

El hechizo hizo que Chengmei diera unos pasos para atrás.

Yao y Chengmei voltearon a ver hacia la trayectoria de la cual salió el hechizo.

Encontrándose con el profesor Neville, el cual protegía con su cuerpo a los alumnos que estaban detrás de él.

Los cuales veían todo lo que estaba sucediendo.