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Iron man sobrevoló toda la zona del bosque antes de que el quinjet descendiera en las cercanías.

—Señor, detecto una leve emisión de calor al noreste —informó Viernes a Tony.

El capitán América recibió las coordenadas en la pantalla digital de su motocicleta, ya que él se encontraba más cerca. Grande fue su sorpresa cuando al llegar encontró un cuerpo acurrucado al costado del camino.

Explosiones y disparos comenzaron a romper la quietud del bosque. Steve se acercó y al apartar el cabello del rostro de la mujer, se percató de que se trataba de Cloe. Ella estaba demasiado helada y sus labios casi no tenían color. La tomó en brazos y subió a la motocicleta.

—Encontré a Cloe, necesita un médico. La llevaré al quinjet ahora —habló Rogers por su intercomunicador.

—Está bien. Nat, ve con ellos. Los demás nos quedamos a pelear —dijo Barton, bajando de la nave.

La agente Romanoff pidió atención médica por el comunicador de la nave. Luego le entregó una manta al capitán.

—Está demasiado helada —dijo la pelirroja al apuntar el termómetro en dirección a la frente de la mujer.

Le pusieron un medidor de pulso en el dedo.

—Tiene que entrar en calor —volvió a decir Romanoff.

—Su pulso está muy débil —comentó Steve, arropando mejor a Cloe.

—Debes ayudarla a que recupere un poco de color. ¿Viste la película "El día después de mañana"?—inquirió. Él asintió entendiendo—. Entonces sabes lo que debes hacer —les daré algo de privacidad.

Rogers se apresuró a quitarse la parte de arriba del traje y se metió bajo la manta y abrazó a la mujer inconsciente. Deseó con todo su corazón que ella resistiera el trayecto hasta llegar al hospital. La habían estado buscando más de una semana. Él se sentía muy culpable porque la noche que ella fue secuestrada, iba a acompañarla a hacer las compras pero se entretuvo charlando con Thor.

—Por favor, Cloe. Quiero volver a charlar contigo y ver tu sonrisa —susurró acariciándole la cabeza.

°°°

Cloe abrió los ojos muy despacio. La luz de la habitación la obligó a cerrarlos de nuevo. Sintió todo su cuerpo pesado y la habitación le dio vueltas por unos segundos hasta que se estabilizó. Levantó su mano izquierda y vio que tenía una sonda. ¿La habían vuelto a capturar?

Apartó la sábana blanca, se fijó en que sus pies tenían vendas. La puerta de la habitación se abrió, poniendo a Cloe en estado de alerta. Una enfermera ingresó y después de ver que estaba despierta dijo:

—Iré por el doctor.

—Por favor, espera. Necesito saber dónde estoy —habló con voz rasposa.

—En el hospital de Washington —respondió antes de salir de nuevo.

Cloe suspiró aliviada, ya estaba a salvo. De pronto, sintió una presión en el pecho y el destello escarlata que brotó de esa zona hizo estallar todos los cristales de su alrededor. Banner y Steve entraron corriendo a verificar si estaban atacando el hospital. Se encontraron con la imagen de Cloe llorando, abrazando sus piernas.

—¿Estás bien? —preguntó Bruce mientras Steve buscaba posibles enemigos.

—Fui yo —logró articular—. Creo que me hicieron algo.

Otro destello menos poderoso iluminó la habitación.

—Debes tranquilizarte —le pidió el capitán, sintiendo una repentina desesperación.

El doctor Banner también se sintió influenciado por esa desesperación y le expresó su incomodidad a Rogers.

Antes de que llegara un médico, Cloe volvió a caer inconsciente en la cama. El ambiente volvió a la normalidad.

—Las habilidades de Cloe han evolucionado.

°°°

Cuando Cloe volvió a despertar se sintió mucho mejor al reconocer la enfermería del edificio de los Vengadores. Steve Rogers había caído dormido con la cabeza en la cama, mientras tomaba la mano izquierda de la mujer. Verlo allí le produjo una oleada de ternura al punto de querer perder su mano libre entre los cabellos rubios del hombre.

Nick Fury ingresó a la habitación después de unos minutos.

—Capitán Rogers, necesito hablar con la señorita Watson.

Steve despertó y después de depositar un beso en la mano de la mujer, se retiró prometiendo regresar después de que Fury se vaya.

—Espero que te sientas bien —comentó parándose al frente de la cama.

—Mejor. ¿Qué fue lo que sucedió?

—A un integrante de Hydra, Strucker, le encanta experimentar con humanos. Te llevaron a una de sus instalaciones y, a juzgar por lo que sucedió en el hospital, logró hacerte algo.

Cloe se angustió, ya tenía suficientes preocupaciones con sus habilidades.

—¿Les he dado pistas de lo que ha cambiado?

Un pitido proveniente del cinturón del hombre los interrumpió. Fury le enseñó un dispositivo rectangular con una línea roja que parpadeaba.

—Stark y Banner estuvieron trabajando en esto. Detectan cambios repentinos en el ambiente. Ahora mismo estoy sintiendo angustia que no proviene de mí.

—¿Yo puedo influir en los que están a mi alrededor?

—Así es. Aún no sabemos si será duradero.

Cloe respiró hondo y el aparato dejó de emitir sonido.

—Es realmente difícil tener que controlarse hasta en lo emocional.

—Sé que lo lograrás. Le daré uno de éstos a Steve —dijo antes de retirarse.

Una enfermera se acercó a ayudarla a levantarse para que pudiera tomar un baño y relajarse. Luego regresó a la habitación de la enfermería.

—Quiero regresar a mi departamento, por favor —le dijo Cloe a Natasha.

—Aquí estás más segura.

Cloe proyectó su tristeza, haciendo sonar el aparato que llevaba la pelirroja.

—Lo siento —se disculpó al percatarse de que no había controlado lo que sentía—. Me asusta toda la situación. Estoy intentando no pensar en que tal vez mis sentimientos también puedan ser proyectados.

—Supongo que te refieres a Steve.

Cloe no controló el temor momentáneo que sintió. El aparato que portaba Natasha volvió a pitar.

—¿Soy tan obvia? —se tapó la cara con ambas manos.

—Tranquila, yo soy muy observadora. Nadie sospecha nada. Ustedes harían una hermosa pareja —Romanoff se sentó al costado de Cloe.

—Temo que no me vea de esa forma y confundir lo que él sienta con mis proyecciones.

—Entonces lo que debes hacer es controlar tu nueva habilidad. Yo te ayudaré a entrenar —se ofreció con amabilidad—. Llevo tiempo intentando encontrar alguien para Steve, se merece ser feliz con alguien.

The Perfect Couple || Steve Rogers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora