«Olvídalo, yo soy el que tiene la culpa por enamorarme de una idiota como tú.»
Im Eunchae ahora se ve en la tarea de ser la cabeza de la compañía de su padre: un hotel llamado "Birdcage Manor" que está al borde de la bancarrota. Con ayuda de Byun Ba...
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« story will be written on your heart, you'll be mine, all the time »
—Propuesta rechazada.
Estaba en la oficina de Baekhyun junto a otras personas (las cuales eran cabezas de distintos departamentos), estando en total silencio cuando habló, sin percatarme de las miradas ansiosas del resto.
Detrás de su escritorio, Baekhyun se limitó a cerrar la carpeta que sostenía entre sus manos, hablando con una expresión vacía y palabras claras.
Pero, además de su humor que no encontraba en su mejor momento ese día, había algo más claro a la vista para mí: él no había notado las dos entradas para ver una obra de teatro que había colocado con cuidado dentro de la carpeta de la propuesta, lo que me estaba atormentando, al momento de que trataba de hacer memoria de si en realidad había puesto las entradas ahí o no.
—¿Soñando a plena luz del día durante la presentación de tu propuesta? —Baekhyun se cruzó de brazos, mirándome con detenimiento. Eso, lógicamente, me devolvió al momento al que estaba, recibiendo las miradas de todos a mi alrededor—. ¿Es esa la actitud que quieres demostrar cuando vienes a trabajar? —Su tono de voz frío lo sentí como si fuese el aire acondicionado que soplaba sobre mi cabeza, pero me vi incapaz de responder al verlo y encontrar a Sehun al lado suyo tratando de darme una mirada de advertencia.
Sin embargo, lo que realmente me dejó anonadada fue el haber captado cómo unos boletos sobresalían desde el bolsillo de la chaqueta de Sehun, llevándome a preguntarme si Baekhyun le había dado las entradas, sin siquiera pedir mi opinión al respecto... Aún si él no hubiese tenido tiempo o no hubiese querido ir conmigo, no tenía que rechazar la invitación de esa manera.
—Entendido, revisaré la propuesta. —Asentí y tomé la carpeta de su escritorio, mi expresión cambiando progresivamente entretanto pensaba en los tickets que yacían en el bolsillo del asistente del director ejecutivo.
Unos minutos más tarde, frente a la puerta del elevador, algunas de las personas que estuvieron presentes en la oficina de Baekhyun (y entre las cuales habían algunas que, al igual que yo, habían sido objeto de los comentarios despiadados del susodicho) estaban charlando.
—Señorita Eunchae, a mí me gustó su propuesta —Alguien se me acercó de la nada, me dio unas palmaditas en el hombro y luego se aventuró a seguir hablando—, el jefe fue un poco hostil con usted, pero no se lo tome personal, es evidente que no está teniendo un buen día.
Le sonreí con calma al tiempo que no supe explicar que ya era inmune a los comentarios de Baekhyun sobre mi trabajo y que había aceptado que cuando se trata de ello, él lo tomaba con mucha seriedad. No sabía cómo decirle que, en realidad, lo que me había bajado los ánimos había sido la forma en la que le había regalado la sorpresa que tenía preparada para él a alguien más.
