Primer Celo《LeeHo》

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- Mamá me estuvo dando pastillas para aliviarme y también supresores, pero se acabaron y como son caros aún no compró más... pensé que tal vez no los necesitaría si de todos modos nadie anda por aquí... ella salió a busccar sdinero...

- ¿Y porqué te ves tan mal? -se sentó a su lado en la cama.

- El efecto de la última pastilla pasó hace horas y me siento raro, Geonhak - habló como gimiendo- duele... me duele allá abajo -se quejó. De todas formas el alpha ya sabía de su estado vergonzoso, ya no tenía que aguantarse y fingir que estaba bien. Su expresión cambió a una de sufrimiento.
Al tener al alpha cerca no ayudaba para nada, instintivamente su cuerpo expulsó más feromonas y el olor en la habitación se intensificó. Incluso el lobo de Geonhak se había puesto inquieto. Seoho ya estaba en su día tercer día de celo. Había estado suprimiendo los efectos con pastillas, pero ya no daba más. Su lobo le pedía que se apareara con urgencia y sentir a un alpha cerca ocacionaba más reacciones en el cuerpo del omega. Su pene estaba completamente duro y su ano se había dilatado de forma natural con su propio líquido esperando a que alguien lo cogiera ya.

- Seoho... ¿puedo ayudarte? - apartó su cerquillo mojado por el sudor de su frente y ese toque provocó una corriente eléctrica en el cuerpo del omega que le hizo gemir; estaba muy sensible. Sintiéndose avergonzado, Seoho se tapó la boca con ambas manos.

Ya no aguantaba más, estaba perdiendo la cabeza y la voz profunda de Geonhak hacía que se exite más, por lo que empezó a revolcarse en la cama frotando sus piernas entre sí.

- Por favor Geonhak - habló entre sollozos y lo agarró del brazo tomándolo por sorpresa- por favor, penétrame ahora... -escaparon algunas lágrimas por sus ojitos- no aguanto esta sensación, es horrible -se retorció más.

Geonhak quedó en shock por esas palabras, él no podía hacer eso, tenía pareja y no quería serle infiel, Donju no se lo merecía.

- Yo no puedo hacerlo Seoho... -habló en voz baja sintiéndose mal al decirle eso.

- Entonces vete por favor -lloró suplicante - mi lobo ya no aguanta, estoy perdiendo la cabeza y duele mucho... -al ver que el alpha lo miraba con la boca abierta y no se movía, lo empujó sin fuerzas- ¡vete! Tu presencia solo hace que mi lobo interior se agite más, mi mamá volverá pronto -apretó los ojos y se tapó completo con la frazada en posición fetal. Sin poder contenerse más, por más vergonzoso que le pareciera y fuera algo que realmente no quería hacer, llevó su mano a su pene para masturbarse el mismo, tal vez de esa forma podríaaliviarse aunque sea un poco.

Geonhak aún seguía paralizado sin saber qué hacer. Su amigo de la infancia a quien juró proteger se estaba retorciendo de dolor, parecía sufrir mucho, quería hacer algo por él, ya que fue Seoho quien siempre le trajo felicidad e iluminó su mundo. Y ahora que estaba ahí llorando de dolor ¿iba simplemente a irse y dejarlo sufriendo?. Por ser su primer celo era el más doloroso de todos, había aguantado ya 2 días y eso empeoraría con forma se vaya acercando el término de su celo, tenía que aguantar hasta el quinto o sexto más dependiendo de su organismo y luego volvería a estar tranquilo, por ahora, hasta que al siguiente mes le regresara. Pero Geonhak sabía que tal vez en los 2 últimos días las pastillas ni si quiera le harían efecto y Seoho estaba solo, sin supresores, sin manada, sin pareja, nadie que lo alivie.

Geonhak se sintió muy nervioso al ver como Seoho se retorcía y revolcaba de dolor en su cama, alzando sus caderas de rato en rato, temblando y sollozando duro.
No quería ayudarlo porque él le pertenecía a Dongju y Geonhak siempre fue una persona correcta, pero tampoco iba a negar que estaba con una erección muy molesta en ese momento producto de la cercanía a un omega tan necesitado. Su lobo interior le decía que sí se lo coja.

Estaba teniendo un conflicto interno entre a cuál obedecer, a su ética y valores o a su instinto... Al final ninguno de los 2 fue el que dominó para tomar desición.

- ¡Seoho! -le arranchó la manta tirándola al suelo y otra vez vio su carita llena de dolor, esto hizo que sintiera como si su corazón se contrajera - Seoho, voy a tomarte

El omega hipó y solo se quedó observándolo, no tenía fuerzas para reprocharlo y pedirle que se vaya y lo deje en paz.

Al final lo que llevó a Geonhak a tomar esa decisión fue su deseo de no ver sufrir a alguien tan querido por él. Le rompía el corazón ver ese lindo rostro que siempre llevaba una gran sonrisa que  sea reemplazada por una expresión de sufrimiento, sufrimientoque él no entendía, pero podía calmar. Quería ayudarlo a como de lugar, Seoho siempre estuvo para él para animarlo y hacerle reír, ahora era su turno de hacer algo por él.

Rápidamente el apha se desvistió para luego hacer lo mismo con el omega. Seoho al ver el cuerpo desnudo del contrario se mordió los labios y desvió la mirada, le daba vergüenza que lo vea así.

Geonhak se posicionó sobre el omega sin aplastarlo y lo observó por un instante, era hermoso. Desde que lo conoció le pareció hermoso pero en ese momento le parecía mucho más que antes. Aunque una parte de él lo negara, en el fondo sí que tenía muchas ganas de aparearse con él.

Finalmente Seoho lo miró a los ojos y lo abrazó por el cuello abalanzándose para besarlo desesperada y torpemente. El alpha se sorprendió porque no creyó que sería Seoho quien de el primer movimiento, realmente debía estar muy necesitado. Incluso hasta estaba tratando de sobar su entrepierna en los muslos de Geonhak, éste se sorprendió, pero correspondió el beso.

Sus labios eran muy dulces, incluso  más que los de Dongju ¿sería por el celo?

Geonhak hasta ahora no había visto a Dongju en celo, porque su familia tenía dinero suficiente para comprar de los supresores más caros y efectivos que le hacían pasar el celo como si nada.
Era su primera vez presenciando algo así y pensó que le daba pena lo que los omegas debían de pasar en esas épocas, especialmente alguien como Seoho, que   fue valiente al decidir llevarlo al natural y solo aguantar porque su madre no podía comprarle unos supresores mejores, o peor aún, de ningún tipo.