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Cada minuto que pasaba a Geonhak le parecía una hora y no dejaba de caaminar de un lado a otro en el pasillo, como lobo enjaulado.

Miró un rato por la ventana hacia el cielo. Ese día habían muchas estrellas

" Hasta tú estás preocupado por él, cierto?" —le habló a la luna.
Dicen que un lobo adquiere más fuerza cuando hay luna, en especial su es luna llena y ese día la noche llegó pronto para fortalecer a Seoho, si algo le passba a ese alegre lobo blanco, el bosque perdería una parte de su brillo.
Eso pensaba Geonhak, mientras rezaba a sus antepasados en las estrellas por que Seoho se pusiera bien y vuelva a sonreír como siempre.

Los adultos ya estaban cabeceando, cuando al fin salió el doctor de la habitación de Seoho y las enfermeras también salieron.

- ¡¿Cómo está él?! —se le abalanzó agarrándolo por los hombros.

- Felizmente está estable —su rostro serio cambió a una sonrisa— aún está débil, pero se recuperará. Él definitivamente es un chico muy fuerte. Dijo que aún tenía muchas cosas por vivir con su nueva familia antes de dormirse

- ¿Pu-puedo pasar a verlo?

- Por supuesto, pero no lo despiertes, deja que descanse

Geonhak corrió dentro de la habitación y con cuidado se sentó a un lado de la cama. Ahí estaba Seoho profundamente dormido. El alpha lloró de alegría al verlo respirar y ya se veía mucho mejor que hace unas horas.

Acarició su cabello con mucho cuidado y de a poquitos se due echando a su lado hasta quedar abrazado de él y finalmente dormirse a su lado.

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A la mañana siguiente Geonhak se despertó asustado pensando en Seoho, pero sus miedos desaparecieron al ver que el omega estaba sentado a su lado con una linda sonrisa y acariciándole la espalda.

- Seoho, ¿estás bien? ¿No te duele nada?

- Estoy bien Geonhak —hizo una "V" con sus dedos"— te dije que podía hacerlo ¿cierto? Debes creer más en mí — rió y el alpha dejó salir un par de lágrimas de alegría. Ese día había llorado más que en toda su vida junta.

- Me alegra mucho, mi dulce lobito blanco, te he extrañado —lo abrazó fuerte y el otro correspondió el abrazo, ocultando su cara en el cuello del mayor para sentir su aroma.

- Yo también te extrañé —susurró y se apartó para darle un delicado beso en los labios. Sabía que que novio también la pasó mal.

- Lamento que hayas tenido que pasar por todo eso. Pero te prometo que nunca más te haré caso si tienes alguna otra idea loca, mi amor —seoho asintió avergonzado.

La verdad era que el rubio tuvo miedo todo el tiempo, solo fingió ser fuerte para no preocupar al resto y cuando Geonhak llegó mientras daba a luz, se convirtió en su fuerza para aguantar el dolor. Ambos juntaron sus frentes y se miraron, no necesitaban agregar palabras. Podían comunicarse muy bien solo mirándose a los ojos y sabían perfectamente como se sentían.

En eso entró el doctor para ver como había amanecido el omega.

- Para haber pasado tan poco tiempo, te ves bien —comentó el doctor muy contento

- Tener a Geonhak a mi lado siempre me hace bien —rió divertido y el mayor le dio un suave codazo en el brazo.

- Me alegra. Geonhak ¿podrías salir un momento mientras lo reviso?

- Claro que sí —salió de la habitación y fue a ver a sus cachorros, pronto Seoho también podría verlos.

Unos minutos después el doctor salió y fie a hablar con el alpha.

Primer Celo《LeeHo》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora