El retorno

57 - Recuperar el tiempo perdido

Aziz

Fue emocionante asistir a la boda de mi hijo, con gran pesar por no haber podido estar presente en la repentina boda de Emre y Layla y luego en la aún más repentina de Can y Sanem.

Me alegré de que hubieran encontrado el amor de su vida, pero me dio mucha pena no poder estar a su lado en un momento tan importante para un hombre. Siempre habíamos sido una familia sui generis, pero siempre había intentado estar ahí para mis hijos, para Can había sido posible para mí más que para Emre que, durante tantos años, había vivido en el extranjero con Huma.

Huma. No es casualidad que no estuviera allí en ese momento, una madre que no es invitada por su hijo a su propia boda debería sentirse terriblemente mal, desgraciadamente Huma está tan llena de sí misma que está convencida de que son siempre y sólo los demás los que se equivocan.
Se considera perfecta y piensa que siempre tiene la razón, sin darse cuenta de que ha alejado a todo el mundo de su vida, a sus hijos en primer lugar, y ahora está irremediablemente sola.

Ahora está compinchada con esa Ceyda y he entendido bien su intención de acercarse a Can a toda costa, tendrá que pasar por encima de mi cadáver antes de permitir que creen estragos entre Can y Sanem.

También está intentando sacar el máximo provecho de la venta de las acciones de Fikri Harika, ayer vino a decirme precisamente eso, que tengo que darle una cantidad desorbitada si no quiero que venda sus acciones a otros. No voy a ceder a su chantaje tan fácilmente, haré todo lo que esté en mi mano para sacarla de mi vida y de la de nuestros hijos para siempre.

Estoy perdido en estos pensamientos cuando mi mirada recorre el salón de recepción y descubre a cierta dama de mi interés, que se ríe divertida de algunas bromas de Nihat mientras lleva a Mekvibe bajo el brazo.

Cruzo el pasillo para reunirme con ellos, el Sr. y la Sra. Aydin son realmente buenas personas, me alegré de conocerlos y ahora comprendo mejor cómo las dos niñas a las que ahora puedo llamar nueras son tan adorables, fueron criadas por padres de buen corazón.

Mihriban ha tratado de evitarme por todos los medios, incluso la he visto cambiar repentinamente de camino en el bosque de la finca para no cruzarse conmigo, evidentemente me tiene miedo y, si después de todos estos años tiene miedo de verme en lugar de ser indiferente, sólo puede ser porque algún destello de llama sobrevive bajo las cenizas de años de distancia.

Ella debe seguir sintiendo algo parecido a lo que yo siento, ha pasado tanto tiempo y sin embargo ella sigue en mi corazón, una parte sustancial de él ha permanecido y tengo que entender si puedo soplar en esas pequeñas llamas para reavivar la llama que una vez se encendió entre nosotros.

- Merhaba, hola, ¿puedo robarte a la señora Mihriban? Me debe un baile, sabes. -

Sin permitirle pronunciar una palabra, la tomo del brazo y la conduzco hacia el centro del salón, donde varias parejas, incluidos los novios, bailan lentamente.

- ¿Aziz? ¿Qué es eso de que te debo un baile? -

- Definitivamente me debes una, me debes miles de bailes que no hemos tenido en todos estos años, me debes cenas a la luz de las velas, picnics dominicales, viajes a la playa, paseos por el centro y viajes al extranjero.

Todos estos años sin ti han sido vacíos, sin sentido, quiero empezar ahora mismo a recuperar el tiempo perdido y vivir la vida que no tuvimos -

Me mira atónita sin poder pronunciar palabra, me doy cuenta de que he sido muy directo pero a cierta edad creo que no hay tiempo que perder en galanterías y giros, lo que he dicho es cierto, quiero vivir intensamente cada momento que me queda y quiero vivirlo con ella.

Seguimos bailando en silencio, veo que Can nos mira con curiosidad, tendré que explicarle cómo son las cosas tarde o temprano.

- Ya que, como decía, hay muchas cosas que hacer y no quiero perder el tiempo, la señora Mihriban estará lista mañana a las 9.00 de la mañana, empecemos con un buen viaje fuera de la ciudad tamam, ¿ok?

- Aziz, yo, yo no entiendo lo que estás diciendo-

- Lo entenderás Mihriban, lo entenderás pronto, pero hazme el honor de acompañarme en un viaje fuera de Estambul mañana y lo entenderás, tenlo por seguro...

Me mira absorta, no sabe cómo responder a mis palabras, la canción termina y ella intenta alejarse de mí, pero yo, impertérrito, la cojo de la mano y la acompaño de nuevo bajo mi brazo hacia Aydin.

No se deshará de mí fácilmente, esta vez no me rendiré y lucharé por ella, lucharé por recuperar el amor de mi vida.