El maldito sin magia

El hombre de las sombras

-¿Qué es lo que sucedió esa noche?-

El restaurante ya había cerrado así que como era habitual la pelirroja daba los últimos detalles en cuanto la limpieza. Todo parecía bien, a su parecer lo único extraño era que Asta no regresara mas temprano pero decidió no preocuparse por eso.

Toda esta tranquilidad se esfumo con el simple sonido de la entrada principal abriéndose, creía que se trataba del cenizo por lo que felizmente volteó para recibirlo...pero esa felicidad fue efímera al ver a esos tres sujetos.

Esos tres no decían nada solo miraban fijamente a la chica, ella no tardó demasiado en captar el mensaje, su deber como hermana fue llevar a todos los pequeños a una habitación y bloquear la puerta.

Hecho esto regreso a la sala principal a "atender" a esas persona. Ella conocía plenamente que esto no terminaría bien...tristemente ella estaba sola...como siempre.

Aún había una pequeña llama de esperanza al recordar al chico que estaba viviendo con ella...pero ¿él realmente podría hacer algo?

Ante la pelirroja estaba la cabeza detrás de uno de los grupos encargados de extorsiones y otros crímenes en las profundidades de la ciudad acompañado de los 2 hombres que le propinaron una gran paliza a Asta en el pasado.

— Hola Rebecca-chan, ¿Cómo has estado? —

— Cállate...como si eso realmente te importara — 

— Tienes razón, no me importa en lo mas mínimo...pero hay algo que si es de mi interés y esos son los negocios...dime Rebecca-chan no has estado cumpliendo con las cuotas establecidas ¿lo sabes? —

— ¡No tengo lo suficiente!, ¡Tengo que mantener a mis hermanos pequeños! —

— No me interesan tus necesidades, solo quiero mi dinero...pero sin no lo tienes sabes que hay otras maneras de pagar —

— ¡Vete al demonio!, ¡No te voy a pagar nada! —

— [suspira] Te lo preguntare una ultima vez...¿Tienes mi dinero? —

— ¡¡PUDRETE!! —

— De acuerdo chicos...ya saben que hacer [truena los dedos] —

Sus 2 esbirros comenzaron a caminar lentamente, uno se acerco a las mesas y por el otro lado el segundo entraba a la cocina.

— ¡¿Qué pretenden?! — 

La pelirroja estaba dispuesta a poner resistencia pero fue parada en seco.

— Te recomiendo que te quedes quieta y muy callada...no sería bueno que algo le pasara a tus hermanos pequeños...¿Cierto? —

La chica tragó saliva, no tuvo mas opción que acceder...ella haría todo por que sus hermanos estarán a salvo.

Veía como ese hombre se acercaba de apoco a ella hasta que finalmente la proximidad era total.

— Comiencen —

De pronto se escucho como utensilios, platos entre otras cosas eran lanzadas y rotas, era como si un tornado azotará el interior del restaurante.

Rebecca se mantenía en silencio y con los ojos cerrados...hasta que sintió unos fríos dedos recorrer su cintura debajo de su ropa.

Ante esa acción su cuerpo comenzó a temblar pero tenía miedo de abrir los ojos.

Pero lo que cruzo la raya fue el sentir como su oreja fue mordida, ella abrió los ojos instintivamente.

— Vamos a jugar un rato —

Todo desemboco...en una desgracia para la chica, lo que todos se imaginarían en una situación así, el abuso acompañado de violencia fue algo inevitable y para terminar al momento de que se aburrió la desecho como basura.