Transmigrado a un videojuego homoerótico

18. Tesoros robados

     La razón por la que Suo Fei eligió viajar al territorio humano fue porque entre las cuatro razas que rodeaban el Bosque Knuhl, sólo los humanos tenían una relación amistosa con los elfos.

     Por ejemplo, los hombres bestia mantenían la creencia de que la fuerza física lo era todo. Por tanto, despreciaban a los elfos, que eran conocidos por su poder mágico. Los elfos naturalmente les enseñaron una lección a muchos de ellos. Aun así, los hombres bestia seguían siendo increíblemente optimistas sobre sí mismos y despreciaban a los elfos.

     Los trolls, por otro lado, querían hacerse amigos de los elfos debido a su especialidad. Desafortunadamente, los elfos los despreciaban.

     En cuanto a los enanos, eran los más similares en carácter a los hombres bestia. Pero no reverenciaban el poder. En cambio, se reverenciaban a sí mismos. Podían ser pequeños pero tenían un gran temperamento. Su forma de pensar era que el cielo podía ser grandioso, la tierra podía ser grandiosa, pero no podrían ser tan grandiosos como los enanos. Los enanos, que eran los más pequeños de todas las razas, tenían la mayor confianza en sí mismos de todo Yalance. (Por supuesto, nunca les menciones la altura. Definitivamente te arrepentirás). Una raza tan orgullosa, estaban en malos términos no sólo con los elfos, sino también con las otras ocho grandes razas.

     Comparados con esas razas extrañas, los humanos experimentados y sabios en este mundo eran más agradables. Aunque tenían la mala costumbre de temer a los fuertes e intimidar a los débiles, al menos su forma de pensar era normal.

     El primer pequeño shou de Suo Fei, Aryan Mauer, era un Señor de la Ciudad, el protector de una de las tres principales ciudades de los humanos. Aryan tenía una forma de entrar y salir de Valinor. Así que, a Suo Fei se le ocurrió una idea.

     No obstante, Aryan era uno de los líderes de los humanos. ¿Cómo podría ser fácil para Suo Fei verlo? Afortunadamente, Suo Fei tenía una estrategia en mente. Sabía cómo acercarse al Señor de la Ciudad.

     Aryan Mauer tenía más de quinientos años, pero en el juego, era un alegre adolescente rubio al que le encantaba reír. Su apariencia y temperamento no eran sobresalientes entre los nueve pequeños shous, pero su personalidad era muy entrañable.

     Suo Fei siempre tenía una sonrisa mientras lo perseguía. Fue una parte de la trama muy curativa.

     Aryan parecía un adolescente, por lo que era inevitable que fuera un poco infantil. En su entorno, su pasatiempo favorito era cuidar de sus mascotas. Le gustaban todo tipo de cosas pequeñas y bonitas; en especial, tendía a derretirse por los animales peludos.

     Mientras pensaba en esto, escudriñó al cachorrito. Debo admitir que la apariencia del cachorrito daría directamente en el clavo de Aryan. Sería una pena no hacer un buen uso de su ternura.

     Suo Fei sonrió maliciosamente. Sostuvo al cachorrito en sus brazos y frotó su suave y sedoso pelaje. Entonces, se sintió reacio. ¡Qué buen pelaje... la pena sería regalarlo!

     Bueno, también puedo usar la segunda mejor opción.

     Suo Fei pensó en el hermoso pelaje de la Cocatriz de Diez Colores en su bolsa interespacial. Era lo suficientemente brillante como para cegar a la gente. ¡Definitivamente capturaría el corazón adorable y tonto de Aryan!

     Un momento... Suo Fei de repente se dio cuenta de un problema.

     Esta serie de acontecimientos, estarían destinadas a la persona a su lado.

     Recordó claramente que Samael abandonó el Bosque Knuhl y asistió a una subasta en la Ciudad Mauer para vender los tesoros que obtuvo en el Bosque Knuhl. Conoció a Aryan en la subasta. Luego, poco a poco, conquistó a su primer shou, que jugó duro para conseguirlo.