05 | Confesiones.

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Días después de esa fiesta, Eren aún se encontraba esperando por tu llamada.
Tenía varias cosas que aclarar contigo, pero acercarse a ti era muy difícil, Incluso antes de su pequeño "incidente". Siempre que Eren caminaba o se acercaba a ti solo era cuestión de segundos para que desaparecieras. Al principio, el Castaño pensaba que no querías relacionarte con él o que de verdad lo detestabas ya que huías de su persona como si fuera una peste.

Pero verte gimiendo y con tus dedos dentro de tus bragas mientras mantenías tus ojos cerrados fue un poco impactante, si huías de él como si de una enfermedad se tratase, entonces por qué gemiste su nombre?

Eren tenía tantas cosas que preguntarte, eso que presenció definitivamente no le desagradó y tampoco era como si no le parecieras atractiva, era todo lo contrario de hecho. La verdad esque Eren se encontraba en busca de más, estaba demasiado curioso y quería conocerte a fondo.

Quería probar un poco más de ti.

Eren necesitaba encontrarte en un lugar donde no tuvieras salida y ninguna oportunidad de escaparte de él sin antes hablar sobre lo sucedido; Asi que se dirigió con apuro a la biblioteca, ya que sabía de antemano (Gracias a Armin, con quien tomabas algunas clases) que estarías ahí para terminar alguno de tus deberes.
Después de mostrar su identificación de estudiante para entrar al recinto, comenzó a buscarte por los estantes de libros, sin éxito. Hasta que pasó por fuera de las salas de estudios y te vió, estabas sola en la famosa última sala leyendo de manera concentrada un libro y haciendo apuntes en tu laptop.
La última sala de estudios era conocida por ser la más pacífica, debido a que se encontraba en una esquina de la biblioteca, casi no llegaban ruidos hasta ahí y la luz solia ser tenue debido a que se encontraba muy escondida, algunas veces se encontraba cerrada ya que había reportes sobre gente que utilizaba esa sala para realizar actividades no escolares.

-al fin te encuentro, pajarito.- susurró Eren antes de abrir la puerta de manera silenciosa.
Te encontrabas en un escritorio a espaldas de la puerta y debido a que estabas tan concentrada en tus deberes no te percataste de que alguien habia entrado al recinto. Al principio, Eren no se movió, se quedó detrás de ti estático hasta que te dieras cuenta de que había entrado, pero no te inmutaste para nada.
Como el castaño percibió que te encontrabas absorta en tu mundo, decidió caminar hacia ti un poco más hasta llegar a poder leer tu libro y tus apuntes. Se inclinó un poco detrás de ti, así que ahora su cabeza estaba de lado derecho de la tuya y tú no habías notado que otra persona estaba tan cerca de ti hasta que escuchaste cerca de tu oreja:

-Filosofía del diálogo, ya veo. Estás estudiando para poder hablar conmigo?-

Te asustaste como el infierno y eso causó que dieras un pequeño saltito en tu asiento y pusieras tu mano en el pecho. Estabas a punto de insultar y sacarle la mierda a golpes a quien se atrevió a molestarte, hasta que observaste quien fue el responsable de tal susto:

-Eren..- que diablos hace él ahí? Por qué esta ahí? Estar cerca de él te ponía demasiado nerviosa, no querías sentirte tonta alrededor de él.

-El mismo. Entonces pajarito, cuando pensabas ponerte en contacto conmigo?-

Jesús, no podías siquiera mirarlo a la cara porque estabas rojisima, eso era seguro. Esta es la primera vez (segunda, en realidad) que tienes a Eren tan cerca de ti y eso te agradaba, por supuesto. Pero no quitaba el hecho de que te sintieras tan cohibida cerca de él.

-Te comió la lengua el gato?- dijo Eren después de unos segundos de silencio.

-No entiendo de que hablas, por qué tendría yo que ponerme en contacto contigo?- ciertamente no comprendias la razón por la cual tú lo buscarías, te confundió con otra persona acaso?.-Nunca hemos hablado, ni tampoco prometí llamarte, creo que me estas confundiendo con alguien más.-

Magnets. | Eren Jaeger. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora