Magnets. | Eren Jaeger.

04 | Resaca.

Agua.
Necesitabas un jodido vaso de agua.

Eso fue lo primero que pensaste al despertar. Tu boca se sentía excesivamente seca, como si no hubieras probado una gota de agua en días. Pero al despabilarte un poco te diste cuenta que esa no era tu única incomodidad, tus sienes punzaban y cuerpo se sentía bastante pesado, así como también adolorido. Por supuesto, tu segundo pensamiento de la mañana fue:

¿Que diablos hice anoche como para sentime asi de mal?

Lo cierto es que no recordabas como habías llegado al cuarto de invitados de la casa de Sasha, no recordabas cuando perdiste la conciencia, ni tampoco el por qué la perdiste.

Lo único que recuerdas es que tuviste un sueño húmedo con Eren.

-Joder.- murmuraste al recordar todo lo que tu "subconsciente" te hizo soñar. Estabas demasiado perturbada por lo vívido que se sintió ese sueño. Aun sentías el toque de Eren como si hubiera sido real, la manos en tu entrepierna y en tus pechos estrujandolos a su antojo, su voz ronca, su olor masculino... Ese hombre te atraía de una manera inhumana, sólo sentías deseos sexuales estando cerca de él, y tu sueño sólo incremento las ganas que tenías por enredarte con él.

-Si pudiera soñar eso todos los días no me importaría vivir dormida- mencionaste en voz alta. Al hablar te diste cuenta que tu voz estaba muy rasposa, por lo que te apresuraste a bajar al primer piso de la casa y dirigirte a la cocina por un vaso de agua.

Al bajar a la sala principal observaste el panorama desierto, sin ninguna persona alcoholizada o botellas tiradas en el piso. De hecho, habían bolsas de basura llenas de latas de cerveza, por lo que asumiste que alguien estuvo limpiando desde antes.

-Por fin despiertas, pensé que estabas muerta-

Escuchaste por parte de Sasha al entrar a la cocina, pero no se vieron las caras debido a que ella se encontraba sentada en la barra comiendo algo y tú te dirigiste con apuro al refrigerador en busca de una botella de agua. Bebiste esa botella rapidamente, la resaca te estaba pegando fuertisimo.

-Oye, tengo que contarte algo. Verás, anoche tuve un sueño super loco.- dijiste mientras cerrabas el refrigerador y te girabas para encarar a tu amiga. -Pero fue un sueño demasiado sucio y real-

-Eh?, Tú? Una puritana teniendo un sueño su... - Sasha estaba a punto de soltar un montón de burlas hacia ti, pero no pudo, ya que la interrumpiste y porque la imagen que tenías la dejó boquiabierta.

-Cierra la boca, déjame contarte- cortaste su oración. -Sé que te encanta saber este tipo de cosas, tuve un jodido sueño húmedo, donde alguien me tocó de la manera mas erótica posible. Pero lo más extraño esque imagine a la persona que me atrae mucho actualmente, fue demasiado surreal, muy bueno para ser verdad.-

Sasha estaba estupefacta, su boca aun se mantenía medio abierta y sólo la cerró para tragar saliva y decir:

-No creo que eso haya sido un sueño.-

-De que hablas? Te digo que si lo fue.- miraste a tu amiga que se veía un poco seria, desde que bajaste no había quitado su mirada de tu cuerpo, no paró de inspeccionarte. Hasta que se levantó de la barra y te jaló del brazo para llevarte al baño del primer piso.

-Oye, sueltame!- por qué tu amiga estaba actuando así de repente? No se comportaba como la Sasha habitual, lo cual te estaba molestando un poco.
Lo siguiente que ocurrió fue que te paró frente al espejo del lavaba manos, pero seguías sin entender por qué diablos te llevó basta ahí.

-Para que me trajiste aquí? Quieres que te limpie después de que termines de hacer del baño?- Refunfuñaste como la maldita terca que eras.

-Dios, cierra la maldita boca y mirate al espejo!- Ambas estaban sufriendo por la maldita resaca y discutir mientras pasaban por un dolor de cabeza al despertar no era la mejor idea ciertamente, ya que su humor se pondría un poco hostil. Más importante, era te dieras cuenta de tu aspecto ya que eso le preocupó a tu amiga y después de lo que le contaste, su preocupación aumentó todavía más.