No eres un héroe.

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— ¿Estás loco?— gritó Axel — ¿Qué parte de "no debemos dejar que los humanos nos vean" no entendiste?

— ¿Y que querías que hiciera?— contestó Dante molesto — ¿Dejarla morir? Además el demonio iba por mí, no por ella.

Habían pasado dos días desde ese encuentro entre Dante y el demonio. Axel y Dante se encontraban a altas horas en la noche en el Discovery Green, el parque donde Cassie y Dante se habían besado, por obvias razones Axel no sabía ese detalle.

— No eres un superhéroe, Dante — soltó Axel mientras miraba hacía el lago.

— ¿Qué? — contestó mirándolo fijamente — ¿Acaso crees que pretendo serlo? ¿Crees que voy a comprar unas mallas azules y rojas, una máscara y tendré el emblema de algún insecto en mi pecho para salir y detener ladrones? — dijo poniéndose frente a Axel.

— Al paso que vas, no me sorprendería verte de esa forma — concluyó Axel y comenzó a caminar hacía la salida del parque. Dante se quedó en el silencio del parque, ¿y si Axel tenía razón? Dante siempre había despreciado a los humanos por ser débiles y se había encontrado salvando a una humana, y no solo eso, también le había dicho lo que él era, ¿qué es lo que le estaba pasando?

A la mañana siguiente, al llegar a la clase de historia, Dante encontró ahí a Cassie, estaba sentada con sus gafas leyendo sus libros, Dante le dio un saludo y ella se limitó a mirarlo para después volver a su lectura. Esto desconcertó a Dante, ¿qué es lo que le pasaba? Desconcertado, Dante se sentó junto a ella.

— Hey, Cassie — murmuró Dante.

— ¿Si? — Contestó ella sin despegar los ojos de su libro — ¿Qué se te ofrece?

— Yo... Quisiera saber si estás bien.

— Claro que estoy bien — dijo volteando a verlo — Después de todo un demonio solo quiso matarme, llegaste tú todo extraño y lo mataste, me dijiste que eras algo así como un dios y después decidiste evitarme durante dos días.

— No quería matarte a ti, iba por mí. Te atacó porque estabas ahí — contestó Dante poniendo los ojos en blanco.

— Ahora resulta que eres tú el centro del universo.

— Algo así.

— Señor Blackwell, señorita Quinn — dijo el profesor Jefferson — Como veo que ustedes ya saben de historia y por eso están conversando en mi clase, díganme cuando fue el inicio de la independencia de Texas.

— Yo... No lo recuerdo, señor Jefferson — contestó Cassie avergonzada.

— Bien, le voy a comentar algo, señorita Quinn. Sé que Tal vez su tema de conversación es más interesante, también me muero por saber quien tuvo sexo desenfrenado el fin de semana, o que tan mal se ve cierta persona con unos tacones morados. — Dijo mirando a Alice — pero dudo que eso le sirva para su universidad. En mi clase...

— Inició el 2 de octubre de 1835 y concluyó el 21 de abril de 1836 — respondió Dante mirando con desafío al señor Jefferson.

— Bien, joven Blackwell — volteó su mirada hacía Dante — Veo que gusta de buscar en Wikipedia.

— Pues, a veces Wikipedia enseña mejor que ciertos profesores que buscan dejar en ridículo a sus alumnos... — contestó sin dejar de mirarlo.

— ¿Está usted insinuando que soy un mal profesor, señor Blackwell?

— No, claro que no insinúo eso, señor Jefferson

— Excelente, porque creo que no es culpa mía que los jóvenes...

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