Esto es guerra.

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— ¿Qué quieren decir con esto? — Preguntaba Axel atónito — La Orden nunca tendría a demonios en sus filas, eso es ilógico, ellos los aborrecen.

— Tal vez los usan como señuelos — dijo Felicia — para que distraigan de su verdadero plan.

— No lo sé, es demasiado extraño, durante siglos La Orden ha aborrecido a cualquier ser ajeno a su círculo, incluso al Ministerio. ¿Por qué ahora se aliarían con demonios?

La televisión emitió un corte informativo en donde mencionaban otro ataque "terrorista" como el que ocurrió en la escuela, pero ahora había sido en un centro comercial del centro de la ciudad, mencionaban a sujetos vestidos de rojo y con armas muy extrañas, se llevaron a seis personas — al parecer La Orden no va solo detrás de ti, Dante — dijo Axel — se están llevando personas, puede que sean Alphas e Inhumanos, pero están reclutando a más.

— Algo tienen en mente y no parece ser nada bueno — dijo Dante mientras observaba a Felicia y ella le guiñaba un ojo.

— Bueno, ¿qué vamos a hacer al respecto? — preguntó Axel.

— Nada — contestó Dante después de un momento en silencio.

— ¿Nada? — Preguntó sorprendida Felicia — ¿Cómo que nada?

— No tenemos absolutamente nada de información, ni que están haciendo, ni por qué lo están haciendo — respondió Dante sereno — no podemos hacer nada, aún.

Axel se puso de pie — bien, debo irme — dijo mientras se estiraba.

— ¿Te vas? — Preguntó Dante — acabas de llegar.

— Si, debo salir con alguien — contestó Axel.

— ¿Enserio?— Preguntó Felicia — ¿Quién es la pobre chica?

Axel volteó a ver a Dante — Cassie — dijo después de un momento de silencio.

— ¿Cassie? Sabes que debemos mantenerla fuera de esto, ¿no? — Dijo Dante.

— Y así va a ser — contestó mientras salía por la puerta principal.

Cassie abrió la puerta y ahí estaba Axel, con un suéter gris y su típico cabello despeinado.

— ¿Lista? — preguntó mientras estiraba su mano.

— Claro — mientras esbozaba una sonrisa y tomaba la mano de Axel.

A Axel le parecía que Cassie se vía bastante bien con su atuendo, pantalones de mezclilla, una playera blanca con un dibujo de un tigre, botas y un saco de color crema, sin dejar de lado sus gafas. — Me gusta tu atuendo de chica hípster — dijo mientras conducía el auto.

— Gracias, tú te ves bien, pareces todo un empollón — dijo Cassie riendo.

— Auch, eso dolió.

— Tú empezaste.

— Calla, hípster.

Al llegar al restaurante, se sentaron en una mesa junto a la ventana, la cual la escogió Cassie.

— ¿Por qué siempre escoges junto a la ventana? — Preguntó Axel.

— Me gusta observar la ciudad — dijo Cassie.

— Tu nivel de hípster aumenta con cada segundo, ¿verdad?

Ambos comenzaron a comer, Cassie no era muy fan de la comida china, pero tampoco le disgustaba. Un relámpago arremetió contra el piso a pocos metros del restaurante y seguido de él empezó una fuerte lluvia y un viento helado. La electricidad falló en el restaurante y en las zonas aledañas. Las puertas del restaurante se abrieron de par en par y una figura apareció en el umbral de las puertas, era un hombre, tenía la piel bastante pálida, era muy alto y vestía un traje formal azul. Axel y Cassie se levantaron de su lugar y Axel se pasó enfrente de Cassie por si empezaba alguna pelea, el hombre se dirigió hasta donde se encontraban los chicos y Axel pudo notar que no era humano, tenía los ojos de un extraño color violeta en todo el ojo, no había iris, su cabello era medianamente largo y de un color blanco brillante. Se posó frente a ellos, al estar más cerca del hombre, Axel notó que tenía marcas de delgadas líneas color azul muy tenues en el cuello.

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