Cap 1.

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"Mariposay."

1/2.

--Buenos días, mi nombre es Saray, ¿en qué puedo ayudarle?--sonrío al señor mayor que acaba de entrar a la tienda, fingiendo que me importa toda esta mierda.

--Estaba buscando un regalo para mi mujer, hacemos 20 años y había pensado en un...--dejo de escucharle cuando me empieza a contar su vida.

--Venga por aquí.--digo cuando hace una pausa.--Por aquí encontrará el regalo perfecto.--no dejo que hable.--Con lo que sea me llama, estaré por aquí.--me retiro, dejándolo sólo en medio de pendientes, collares, anillos y pulseras de señora decrépita y ostentosa.

--No sé qué haces aquí se tanto odias a la gente.--me dice Vio cuando llego al mostrador donde ella, con guantes, limpia los lingotes de oro que tenemos expuestos en una de las vitrinas.

--¿Con qué me pago el alquiler, Violeta?--la digo, cruzándome de brazos.--¿Y las facturas? ¿Y la carrera? ¿Y el coche? ¿Y el veterinario de Anselmo?--enumero muy lentamente mientras ella sigue a lo suyo.

--Podrías pedirle dinero a tu hermano.--suelta como si nada.

--¿Pedirle dinero a Yeray?--digo, atónita.--No le veo desde que se escapó la segunda vez del reformatorio.--trago saliva, creando una barrera para no acordarme de ese día.--Ni de coña.--zanjo.

--Sí, piénsalo.--baja un poco la voz.--Podríais hablar y tramitar lo de la herencia que os dejaron vuestros padres después de que...--cierra los ojos y se queda quieta, dándose cuenta de hasta dónde la ha cagado.--No quería sacar el tema, perdóname.--me mira y deja los lingotes dentro de las vitrinas y las cierra con llave para después poner estas sobre el mostrador. Se quita los guantes y viene hacia mí.--Si quieres puedes hacer algunas horas más esta semana, ya sabes que en esta época la gente se vuelve loca.--intenta suavizar el ambiente.

--Voy a ver al caballero.--uso mi coraza con Vio, mi mejor amiga desde hace 9 años.

--De esta no te escapas, "Mariposay" , aunque te vayas volando.--canturrea mientras me alejo.

--Señorita, si me pudiera sacar aquel juego de allí...--me dice el hombre cuando me ve, señalando dentro de una de las vitrinas que hay en uno de los mostradores.

--Por supuesto caballero.--me acerco y miro el reloj.--Sólo quedan cuatro horas...--susurro a la vez que me pongo los guantes de algodón, deseando que lleguen las tres de la tarde.

--Por fin en casita...--cierro de un portazo a la vez que tiro las llaves y me quito los zapatos de tacón malditos. Siento entre mis pies algo pequeñito y suave.--Hola bebé...--me agacho y Anselmo, mi gato con 4 orejitas me ronronea.--¿Tienes hambre?--se queda entre mis brazos y maúlla muy flojito.--Tengo que irme a clase, Anselmito.--le sonrío y él abre y cierra los ojos muy lentamente.--Puedes ir a clase por mí y yo me quedo en casa durmiendo, ¿trato?--le dejo en el suelo y se empieza a poner nervioso cuando ve que del armarito saco una de sus bolsitas de pienso húmedo para gatitos bebés.--Cualquiera que te oiga...--digo cuando no para de maullar e intentar subirse por mis piernas. Preparo su cuenco y echo el contenido en este.

Oigo mi móvil sonar, por lo que lo saco del bolsillo de mi falda y descuelgo mientras voy hacia mi habitación cuando veo quién llama.

"--Me ducho y voy a tu casa, no me tengas esperando mucho que tenemos examen a primera hora.--cuelga y pongo los ojos en blanco para después tirar el móvil sobre la cama."

Entro en el baño que tengo en mi cuarto y me quito rápido la ropa. Me doy una ducha rápida y me visto con el primer chándal de Nike negro que veo en el armario junto con una camiseta negra y roja también de Nike.

MARIPOSA. (Monstruos I )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora