CAPITULO 24✓

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El timbre capto nuestra atención, Héctor y yo nos separamos al ver como tocaban con desesperación.

— ¡Irina! —. Grite

Pero no obtuve respuesta, salí de la habitación Héctor estaba detrás de mi, baje las escaleras rápidamente y abrí la puerta.

Mi corazón latió con fuerza, me mordí los labios nerviosa al verlo.

— Andrés —. Lo mire perpleja, él entró y me tomo fuertemente del brazo, y me arrastro a la salida

— ¡Suéltala imbécil! —. Héctor me tomo del otro brazo

— Ella esta esperando un hijo mio —. Las palabras de Andrés me hicieron dudar

— ¡Es mentira, él hijo que ella espera es mio! —. Me soltaron

Me aleje de ellos, me sentía tan confundida al verlos a los dos.

— ¿De que estas hablando? —. Preguntó confundido Andrés

— ¡Dile Lucia, dile que él hijo que estas esperando es mío! —. Los dos me miraron

Me quede callada por un par de segundos, mi corazón latía con fuerza dentro de mi.

— Es de Héctor —. Mire a Andrés

Su mirada se torno triste, agachó la mirada y miro sus pies.

Después de eternos segundos de silencio la alzo y por un momento pude ver como la locura se apoderaba de él.

— ¡No me importa, yo cuidare de ese hijo y lo amare! —. Camino de nuevo hacia mi

— ¡No ella es mía y no te voy a permitir que la toques! —. Héctor se interpuso

Se puso adelante de mi, su espalda me tapaba complemente, me sentí segura al estar con él.

Me separe de él, ya no podía seguir permitiendo que los dos se golpearan por mi culpa.

Tenía que hacer las cosas bien, tenía que dejar ir a uno de los dos, por este niño, por este hijo que esta en mi vientre.

— ¡Ya! —. Grite

Los dos me miraron confundidos, me quede parada viéndolos a los dos.

— ¿A quien escoges Lucia? —. La pregunta de Andrés me desconcertó

Me quede callada un par de segundos más, mi corazón latía con fuerza, no sabia que decir, lo único que hice fue hacerle caso a mi corazón.

— Ahora amo a Héctor, y no sabes cuanto me arrepiento por haber jugado con los dos —. Mis lágrimas bajaron por mi mejillas

— Ahora eres libre Andrés, libre de poder estar con Alejandra, libre de poder pensar en otra mujer que no sea yo, libre de volver a amar —. Me acerque a él y lo abrace

Él se aferro a mi con fuerza, acarició mi cabello con delicadeza.

— Respeto tu decisión Lucia, si ahora lo amas a él no me interpondre en su amor —. Beso mi frente, y se marchó, mi corazón sintió un vacío al dejar irlo, las manos de Héctor me tomaron de los hombros, y ese vacío que dejaba Andrés ahora lo llenaba Héctor.

MÍA, SÓLO MÍA (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora