Capítulo 49

184 16 0
                                    

Los cinco vamos a mi casa y mi madre abre la puerta y nos deja entrar, cuando entro veo que hay luces encendidas y la misma punzada de antes regresa con algo más de insistencia que hace un par de horas


-¿Rob?, ¿donde estás?-mi madre alza la voz para que se le escuche bien

-En la cocina, voy enseguida-

-Tenemos que hablar con usted señor Draco-mi voz suena firme y segura o esa es mi intención, escucho como sus pasos se acercan y al fin se asoma por la puerta de la cocina, me fijo en el rostro de Vanessa y ella está más pálida, si eso es posible, que antes

-¿Qué ocurre?, justamente estaba haciendo la cena, pero si es tan importante puedo dejar lo que estaba haciendo- se acerca a nosotros y yo me acerco más a Alma y a Vanessa por si acaso

-Es él-al fin habla Vanessa- si es él, lo reconocería en cualquier lugar de la faz de la tierra-

-¿Disculpe?, no entiendo lo que está pasando y no entiendo lo que está diciendo- parece que no entiende nada

-No te hagas el que no entiende nada, di ya tu verdadero nombre, por el que se te suele llamar-Vanessa se acerca a él bastante enfadada

-Lo siento señorita, no sé si se habrá confundido de persona, mi nombre es Robert Draco-su ceño se frunce levemente

-No trates de volver a engañarme Drácula, ya lo hiciste una vez, no lo conseguirás dos veces, ni conmigo ni a mi familia-

-Creo que ha habido una gran confusión que puedo aclarar, seguro que me relacionan demasiado con ese hombre mitológico porque por como lo han descrito en numerosas historias se parece a mi, y yo he de aclarar que si tengo algo de relación con él ya que es un familiar demasiado lejano de mi rama familiar, por eso mi apellido, Draco, dragón en latín, tal vez y solo tal vez me parezca a ese hombre en algunas cosas, pero te puedo garantizar de que ese no soy yo-su voz suena convincente al igual que lo que cuenta

-No digas disparates, deja de hechizar a esta pobre mujer que no tiene culpa de nada-ella señala con la cabeza a mi madre

-Le advierto que deje de acusarme de ser alguien que no soy o llamaré a la policía enseguida-se le ve realmente enfadado

-No, sé que eres tú, jamás olvidaré esos ojos-se acerca a él pero mi madre de repente aparece frente a él

-Señorita Ives, he de pedirle que se marche si va a seguir con esta actitud tan alterada, no quiero tener que llamar a la policía-

-Mamá, apártate-le advierto 

-No, no, no, márchense de mi casa y esta vez no es una sugerencia, y lo digo por todos-su mirada se dirige concretamente a mi y una punzada de dolor aparece en mi pecho

-Mamá, reacciona por favor, ¿enserio me estás pidiendo que me marche de mi propia casa?-no doy crédito de lo que está haciendo

-Si, y lo estoy diciendo en serio y les diré lo mismo que le dije a mi hija, cuando estén dispuestos a disculparse con nosotros encantados hablaremos, pero si es para otra cosa ni se molesten y seguiré pagando las cosas de mi hija tanto académicas como personales y permitiré que se quede con ustedes, pero no quiero que vuelvan a molestarnos, ya saben donde está la puerta-mira a la puerta y yo cabreada voy hacia allí antes de salir le vuelvo a mirar con ira

-Aquí la que tiene que considerar las cosas eres tú, te estás comportando como si no fueses mi madre, y no te reconozco en absoluto, así como has dicho, cuando pienses bien las cosas y la manera en la que afectan tus decisiones a los que te rodean y te des cuenta de lo que has hecho hablaremos, hasta entonces actúa como si yo no existiese, como hiciste desde que ese hombre ha entrado según tú, de nuevo en tu vida y ni te molestes en buscarme si solo es para discutir- no digo nada más y me voy hacia una parte alejada mientras me quito los abrigos y los dejo caer a saber donde y tras ver que no hay nadie salir volando de allí y entrar en el bucle, me alejo de la civilización y me voy a la zona donde hay muchos árboles y si mal no recuerdo está la casa de los niños y de toda la ira que siento, lo primero que hago nada más poner los pies en el suelo es acercarme a un árbol y con todas mis fuerzas empezar a darle puñetazos sin importar el daño que me esté haciendo, mis lágrimas salen sin control de mis ojos y trato de quitarlas mientras sigo golpeando el tronco del árbol hasta que siento que no puedo más y caigo de rodillas al suelo y suelto un grito de dolor, frustración, tristeza y sobre todo impotencia y sigo llorando, de repente unos brazos me envuelven haciendo que me estremezca y me asuste

-Tranquila, soy yo- es Alma, me giro y me aferro a ella mientras sollozo- ya está, estoy aquí-me acaricia la espalda con suavidad mientras trata de calmarme

-Ella no es mi madre, me la han cambiado Alma, mi madre no actúa así-consigo decir entre un mar de lágrimas

-Ya lo sé cariño, pero no podemos hacer más, ya has visto como ha ido el asunto, pero ya verás que esto se arreglará, con el tiempo, ya lo verás-susurra en mi oído mientras sigue calmándome, cuando ya lo estoy me incorporo mejor y trato de quitarme las lágrimas y ella ve mis manos y se asusta- ¿cómo te has hecho esto?-toma mis manos y sin querer hace que me duelan

-No sabía que hacer y lo descargué todo con el árbol, ahora me arrepiento de ello-ahora el dolor que no notaba antes aparece y duele demasiado

-Vamos con los demás, están muy preocupados por como te fuiste- me ayuda a levantar del suelo y vamos a la que ahora es mi casa, al entrar un Barron preocupado se acerca a nosotras y también se fija en mis manos

-Esto no está bien señorita, ven que voy a curarte esto- me guía a la cocina y hace que me siente en una de las sillas en lo que él busca las cosas que va a necesitar

-Yo voy a prepararte algo para que te sientas mejor-Alma busca en la despensa algún tipo de infusión mientras pone al agua a hervir

-Ya estoy aquí- entra Barron con varias vendas y muchas más cosas- esto te va a doler bastante y vas a estar con las manos vendadas un tiempo-comienza a limpiar todo con alcohol y el dolor consigo no expresarlo- solo quiero que sepas que este siempre va a ser tu hogar y serás siempre bien recibida las veces que quieras, eres una más de la familia- me dedica una sonrisa dulce y yo sonrío levemente

-Gracias, aquí sí que me siento segura-digo antes de quejarme esta vez en voz alta ya que ha apretado un poco las vendas

-Perdona-

-Nosotros nos fuimos de allí al poco tiempo de irte y cuando miré a tu madre antes de salir vi que estaba como triste, pero no en su cara, en sus ojos-Alma pone su mano en mi hombro y deja una taza a mi lado y yo trato de coger la taza con la mano que ya está vendada, pero no puedo por que me duele y ella lo nota, haciendo que tome mi taza y la acerque a mis labios y yo por fin pruebo la infusión que preparó

-Gracias, ¿cómo está Vanessa?-

-Ella está con Ethan, él está tratando de calmarle junto con el resto, yo voy ahora a llevarle lo mismo que a ti-

-Ya he terminado, y para la próxima vez que decidas hacer esto, piénsalo dos veces antes de hacer cualquier cosa, ya puedes irte, mañana volveré a ver como vas, y trata de no esforzarte mucho por favor-me advierte Barron y yo lo único que puedo hacer es levantarme, abrazarle y darle las gracias, y yo acompaño a Alma a ver a su hermana mientras sostengo con cuidado mi taza en las manos ya que Alma lleva otras en una bandeja y entramos en el salón 

-¿Cómo estás Vane?-pregunto preocupado

-Un poco mejor, pero ahora lo importante es que debemos prepararnos, ese hombre es quien decimos que es y está lavándole el cerebro a tu madre, perdona que lo diga así-dice caminando de un lado a otro pero Sir Malcom hace que se vuelva a sentar

-No te preocupes y si, hay que estar más alerta que antes, pero ahora debemos calmarnos y tener la mente fría y tranquila- trato de que se calme un poco

-Espera un momento, Eva, hay algo que se nos ha olvidado que puede que nos afecte en esto-parece que Alma se acaba de acordar de algo importante

-¿El qué?-

-Mañana tenemos que volver a clases...-

Ya nada es ni será como antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora