Capítulo 77

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Comienzo a correr en dirección a las voces y risas de mis compañeros, según voy viendo a algunos les doy un brazalete y ahora subo a los edificios, noto varios sonidos y logro divisar en uno de los edificios tres o cuatro voces dentro, así que cojo un par de brazaletes y entro y se los doy y ellos salen para no molestar y se quedan donde están. Voy por uno de los pasillos y voy a otro de los edificios dejando el principal para lo último, sé que ahí hay muchos juntos o dispersados por los pasillos, me recorro todo el edificio y entrego brazaletes según voy pillando, bajo al patio que está entre los edicios y también doy de esos accesorios. Ahora sólo me queda el edificio principal, me recorro todos y cada uno de los pasillos y por fin los he pillado a todos incluyendo a mi mejor amiga, la cual le di un gran susto y no pude evitar carcajearme de ella, salgo fuera del edificio y compruebo que no queda ninguno.

-Te falta una persona querida Evangeline- escucho que dice Ana a lo lejos yo me río por lo bajo y comienzo como a rastrearla y escucho que está corriendo por todas partes, ahora se dirige hacia el edificio central y yo estoy en el otro extremo, no creo que pase nada por abusar un poco de mis capacidades peculiares, acelero más, pasando por el pasillo donde están la directora y Joan que justo se han asomado a ver lo que pasa, yo sigo corriendo hasta que finalmente la diviso justo a punto de salir fuera y ella apura el paso y yo hago lo mismo y volvemos a entrar y estamos en la zona principal donde está la sala de profesores, ella está a un lado de una mesa y yo al otro y estamos ahí mirando a ver dónde nos movemos hasta que de repente yo me subo sobre la mesa y la paso, ella intenta retroceder y acaba resbalando y yo inevitablemente estallo a reír y ella hace lo mismo, de tanto que e río me duele todo el abdomen y estoy sentada en el suelo llorando de risa hasta que las dos nos calmamos, yo le ayudo a levantarse y le pongo el brazalete

-Ja, he ganado- sonrío satisfecha- ella vuelve a sonreír y niega con la cabeza

-Sí peque, me has ganado- pasa un brazo sobre mis hombros y salimos del edificio y veo que mis compañeros están volviendo a la cancha cubierta- ¿te encuentras bien?-

-Si, un poco cansada y con hambre, pero es normal ya que he quemado mucha energía, ahora compraré algo para picotear antes del recreo, sí, lo más probable es que haga eso- justo acabamos de llegar a las gradas y voy a buscar mis cosas- voy a cambiarme- entro en el vestuario y rápido me cambio a la ropa de antes y junto con Minha y gracias al permiso de la profe vamos a la cafetería y compro un par de dulces que por supuesto voy a compartir con mi mejor amiga

Subimos a nuestra clase mientras hablamos tranquilamente y pasamos lo que es el resto del día de clases de lo más tranquilo, algunos profesores, sobre todo los más cercanos a mí me felicitan por mi cumpleaños. Justo acaba de sonar la sirena y estamos llendo a la salida y estamos a punto de salir de lo que es el recinto y reconozco un olor demasiado familiar y unos cabellos reconocibles, yo rápido me acerco y confirmo de quién se trata.

-¡Henry!- me tiro a abrazarle muy feliz y él me corresponde, me separo y veo que a su lado están Emma y Regina que nos ven sonriendo- ¿qué hacen aquí los tres?- les miro confundida

-Pues un pajarito nos dijo que hoy era el cumpleaños de alguien y nos pidió que viniéramos- dice Henry aún sonriendo

-Mira que le dije a Miss Peregrine que no hacía falta que hiciera algo- pongo los ojos en blanco

-A parte de habérnoslo dicho ella, también nuestro hijo nos lo había comentado desde que llegó a casa- dice Regina sonriendo- por cierto, feliz cumpleaños Eva- me abraza y le correspondo y la rubia hace lo mismo

-Muchas gracias, de verdad-

-Veo que se han adelantado- dice Alma tras de mí y yo sin poder evitarlo me giro y le abrazo

-Gracias-

-No ha sido nada, y ahora vamos a casa, los niños deben estar esperando, insistieron en querer comer contigo, Miss Swan y Regina van a quedarse con nosotros el resto de la tarde- pasa su brazo sobre mis hombros y comenzamos a caminar

-¿Podré pasar por casa para cambiarme de ropa al menos?-

-Si, pero va a tener que ser rápido, creo que ya se han encargado de elegirte algo que no sea tan oscuro como normalmente sueles vestir- mira su inseparable reloj de bolsillo

-Está bien- atravesamos el bucle y vamos a mi casa, yo voy rápido a mi cuarto, subo a la segunda planta y veo que sobre la cama hay un vestido rojo, recuerdo que ese es el que me dio Olive cuando nos conocimos y Enoch me hirió en el sentido emocional, ella me lo regaló, me lo pongo y unas zapatillas negras, dejo suelta mi larga melena que ya me sobrepasa lo que es la cintura, creo que ya va siendo hora de cortarla un poco, cojo un bolso para meter mi teléfono y bajo a la primera planta donde me encuentro a Regina mirando la pared de la bailarina

-Henry me había comentado que dibujas bien y ahora lo puedo confirmar- sonríe y me mira- estás muy bonita-

-Gracias- pongo un mechón de pelo tras mi oreja

-Espera un momento- pasa su mano sobre mi cabeza y como si fuese una nube de color violeta pasa por mi cabeza y siento que algunos mechones se mueven y cuando desaparece la nube veo que tengo un peinado simple pero bonito- mucho mejor así-

-Muchas gracias Regina- le sonrío ampliamente

-A propósito, gracias por devolverle a mi hijo la ilusión....-

Ya nada es ni será como antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora