NO ME ALEJES DE TI... [Kookmin/Kookv]

19. Ella estaría feliz.

El viento era lo único se podía oír en ese lugar, se sentía como si una ola de aire te abrazara y susurra algo a tú oído.

—Veo que los cuidadores del cementerio han venido a limpiar muy seguido— se agachó y colocó los ramos de manera que se pudieran distinguir de las rosas que florecian en aquella tumba— ¿O has sido tú Lisa?.

Lisa, con confusión en sus ojos miraba a su hermano — Para nada— la joven se inco a un lado para poder ayudarle a colocar las flores— creí que las rosas se marchitarian, es muy raro que sigan florecieron de nuevo en esta época, además sin cuidado y que estén mejor que cuando aparecieron por primera vez, y sin decir que eran las favoritas de mamá— acarició una rosa y continuo— sabes... quería venir contigo, papá ha estado muy ocupado desde que te fuiste a América y necesitaba quien le ayudara— se levantó y sonrió hacia la tumba que estaba a sus pies— y yo he estado ocupada con los preparativos de mi boda.

—Cierto, se me olvidaba— se levantó a un lado de su hermana y dio una pequeña sonrisa a la tumba— tú...te casarás pronto.

—Ella estaría feliz por mi boda, después de todo, NamJoon es un buen chico.

Los jovenes mirarón hacia la puerta donde se podía ver claramente a un moreno que estaba recargado en un auto negro, entretenido en su celular.

Los hermanos volvieron la mirada hacia la lápida, sonriendo únicamente la mujer, se acercó hacia su hermano, llegando a codear su estómago a lo que se escucho una queja.

—Vamos Kook, ya retira esa expresión triste ¿Crees que le hubiera gustado verte de esa manera?— el joven negó con la cabeza, ante tal comentario— somos sus únicos hijos y tu aún no tienes pareja... ¿Por qué no haces un esfuerzo y encuentras a tu alma gemela?

—Lisa, este no es un lugar para hablar de esto, sabes muy bien que...

JungKook tosio con fuerza, teniendo una expresión molesta en su rostro, pero antes de siquiera poder hablar, la mujer ya había colocado sus manos en su cintura, ya se le veía molesta, mucho más que él.

—Ella siempre quiso que disfrutaramos de nuestra vida, y yo estoy a punto de hacerlo— sonrió levemente y giró su mirada hacia la de su hermano que la miraba detenidamente y con algo de seriedad, dio un leve suspiro— yaaa, está bien pero no quiero abandonarte, el estar a punto de casarme trae muchas cosas de las cual deberé olvidarme, también el tiempo que pasaré contigo se reducirá... ¿No puedes hacer un esfuerzo al menos?.

El joven tenía muchas cosas en la mente como para pensar en eso, quería rendirse y descansar por un momento. Pero era como si alguien le diera un empujón. Algo hizo que sonriera, mostrando esa característica "Sonrisa de conejo".

El viento acarició sus cabellos casi diciendo que se animara... Claro, no tenía por qué llorar ahora, menos frente a su madre... Él era el hombre que tenía que dar la cara, aunque la chica frente a él había avanzado más que nadie. A decir verdad, la envidiaba un poco.