Blinder

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Blinder por JUANDEURRAZA

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Blinder por JUANDEURRAZA

Premio otorgado: "Mejor app virtual".

Dicen que el amor a primera vista existe. Que no hay quien no lo haya sentido alguna vez. El inicio de algo mágico y único, irrepetible. La conexión de dos almas que nacieron para redescubrirse, porque desde siempre existieron para estar juntas y fusionarse en una. Todos sentimos, y sabemos, que no es una mentira. Que en el mundo hay más magia de la que perciben nuestros ojos día a día.

Dicen que cuando llega ese momento, esa reconexión, ese encuentro inesperado, es como si el mundo desapareciera, y la otra persona, del otro lado de la sala, intercambiará una mirada contigo, y ya no habrá otro sonido que el de su voz, y todo el resto del decorado se convertirá en un espacio vacío, y las demás personas desaparecerán de escena, y la conexión será única, para el resto de la vida. Y ese momento quedará plasmado en tu mente como lo más grande, importante, y emocional, de toda tu existencia... Un spot, un haz de luz, iluminará el rostro y la figura de esa persona especial, tu otra mitad, dejando todo el resto del escenario a oscuras. Y ella sentirá lo mismo cuando te vea. Eso dicen.

Es por eso que, en este mundo extremadamente tecnificado, y donde no hay espacio para las emociones, la melancolía y la magia, ese momento pasó a ser suplantado por tecnología. Una aplicación, llamada Blinder, instalada en tu computadora retinal de realidad aumentada, te ayuda a vivir ese momento mágico de conexión, y a reconocerlo cuando llegue; ya que en un mundo sobrepoblado, donde uno día tras día se cruza con cientos de miles de persona en la calle, en el metro, en el restaurante de comida rápida, donde uno está todo el tiempo opacando los sentidos con música mediante auriculares que nos separan de la realidad, o proyecciones en nuestro campo visual de películas o videojuegos que nos aíslan aún más del mundo, inclusive en los lugares repletos de gente, y donde no hay posibilidad de glamour, tal vez esa persona se cruce contigo, pero no logres intercambiar la mirada mágica reservada para los dos, porque una muralla humana o de sobrecarga sensorial se interpondrá entre ambos.

Es un mundo en donde todo el tiempo estamos rodeados de gente, pero nos sentimos solos. Y donde acercarse a otra persona con un interés romántico, o sexual, es algo casi ilegal, ya que uno no puede asumir que el otro tenga el mismo interés, y si no lo tiene, puede acusarte de acosador. Por eso, nuevamente, Blinder llegó para ayudar a quienes buscan pareja, o al menos un encuentro romántico ocasional, a estar seguros de que ambos buscan lo mismo, y están interesados en iniciar una conversación de tinte romántico, sin temor a ser denunciados o escrachados, siendo además completamente compatibles el uno con el otro.

El funcionamiento de Blinder es sencillo. Debes subir una o varias fotos tuyas, donde muestres tu verdadero ser, o lo que quieras representar frente a los demás. Luego subes un video con una descripción de quién eres, qué buscas, qué piensas de la vida, y ese perfil se vuelve público, y quien sea esté buscando pareja a tu alrededor podrá verlo, y decidir si le interesas o no. Y tú haces lo mismo. Mediante su sistema analítico de inteligencia artificial, te presenta fotos de personas en la red, que están cerca tuyo, y que tienen intereses semejantes, antecedentes similares, o una situación social parecida. Junto con las fotos, viene acompañada la descripción de lo que la persona busca, y lo que quiera decir para atraer la atención de los demás. Uno simplemente puede "gustar" o "descartar" a la persona. El primer impulso de interesarse o descartar se basa en la atracción física por la persona, y si pasa ese filtro, entonces se llega a ver el video descriptivo, para tomar una decisión. Si ambos coinciden eligiéndose mutuamente, se produce un emparejamiento, pero para añadirle dramatismo al mismo, y descubrir si realmente son el uno para el otro; el match se produce solamente si ambos se encuentran físicamente en el mismo lugar. El sistema, cuando está activo y se produce el cruce esperado, borra de tu campo visual a todas las demás personas que te rodean, y deja ver solamente a tu pareja ideal. Así, por ejemplo, si entras a un restaurante, por más que haya trescientos comensales, todos desaparecerán y no verás a nadie que no sea tu potencial pareja, sentada solitariamente en su mesa. Entonces se dará el mágico cruce de miradas de un extremo al otro de la habitación, y descubrirás en ese fugaz momento si es o no el amor de tu vida. Si sintieras que lo es, y ella sintiera lo mismo, podrán conocerse allí mismo, y decidir cómo seguir adelante. Si el cruce de miradas no llegara a ese nivel de intensidad, podrán decidir simplemente seguir cada uno con lo suyo, sin siquiera intercambiar palabra, reapareciendo el mundo a tu alrededor, todo gracias a la magia de la realidad aumentada insertada en tu retina a través de la tecnología.

Pietr, luego de que su amigo Sebastian le insistiese una y otra vez, decidió probar Blinder, para así poder salir de su larga soledad. Sebastian usaba hace años la app, y era un gran conocedor de sus detalles. Ambos vivían en una gran ciudad, pero no eran originarios de esa zona del mundo, no tenían familia allí y no manejaban el idioma más que para las cosas básicas.

Sebastian le dio varios consejos respecto a cómo hacer la selección. Lo primero que le explicó a Pietr, es que en una ciudad con decenas de millones de habitantes como la suya, hay tantas opciones de emparejamiento, que uno tiene que elegir únicamente lo mejor de lo mejor, no tiene sentido conformarse con menos. Además, le dijo que tenga cuidado, y lo alertó de la existencia de perfiles falsos creados por la mafia para extorsionar gente, o de mujeres que sólo están buscando alguien que le pague una cena, un viaje, o algo así, pero no están buscando verdadero amor. Había obviamente muchas prostitutas, pero era fácil reconocerlas, porque usualmente el tipo de fotografías o comentarios que ponían tenían características discernibles.

Así, Pietr instaló Blinder, y una noche solitaria empezó su proceso de selección. La primera opción era una mujer sencilla, interesante, aproximadamente de su edad. En los detalles indicaba que era enfermera. Un trabajo no muy importante, y él podía aspirar a alguien más joven. Descartada. La siguiente parecía una modelo europea de lencería. Bellísima, pero demasiado delgada. La siguiente era muy gorda para su gusto. La otra tenía el pelo corto. Otra un lunar en el mentón. Ésta no hablaba su idioma. Esta otra era demasiado necesitada, ya que decía claramente que solamente buscaba hombres para casamiento. La otra ya era demasiado morena. Una más, tenía la mirada demasiado torcida. Tal vez la foto hacía que pareciera así, pero mejor no arriesgarse. Otra salía en la foto con su hijo pequeño (¿o un sobrino?), pero no valía la pena averiguarlo. La siguiente ponía solamente fotos en lugares exóticos de todo el mundo, seguramente iba detrás del dinero de algún hombre que la paseara por el mundo, y no detrás del verdadero amor. La otra vestía ropa demasiado costosa para sus estándares. La siguiente era demasiado simple. Descartar se volvía muy sencillo, y gustar demasiado difícil. Una vez descartado alguien, ya no se podía volver atrás. Pero eso no era importante, siempre parecía haber algo mejor a un paso, en algún momento llegaría la mujer perfecta. Se sentía como estar en el casino, jugando a los tragamonedas, donde hay premios menores pero uno juega esperando el premio mayor, la fila de cinco figuras valiosas juntas, que alegóricamente podrían verse como todas las virtudes esperadas en alguien. Antes pensaba que el amor era un milagro que simplemente sucedía entre personas imperfectas, pero ahora sentía que el amor era acerca del emparejamiento perfecto, y no había que conformarse con menos.

A Pietr no le importaba descartar gente, con simplemente el desliz de la mirada. Izquierda: fuera, derecha: emparejamiento. Pero se estaba reservando para esa mujer ideal. Aún quedaban, en 5 kilómetros a la redonda, unas treinta mil opciones. Y ese domingo él no tenía nada mejor que hacer.

Ésta no... La otra tampoco... Ésta tiene la sonrisa falsa, ésta un diente torcido, ésta el rosado de su cabello se lo ve mal pintado, aquella parece insegura, ésta estudia en una universidad mediocre, la otra tiene una foto que parece antigua (seguramente engordó y se puso fea y por eso no se atreve a poner una foto actual). Casi todos los descartes ya se basaban exclusivamente en la foto, y muy pocas veces llegaba a ver la descripción, donde, hasta el momento, nadie finalmente cuadraba. Seguramente muchas muchachas de belleza promedio pero con las características de personalidad que él buscaba eran descartadas sin darles una oportunidad, sólo por no ser extremadamente bellas, pero eso no era importante, puesto que con tantas opciones, no tenía sentido conformarse con menos. Jamás pensó que tal vez, así como él descartaba, también podría ser descartado. Él se creía lo suficientemente interesante y repleto de cualidades, además de ser relativamente bien parecido, como para ser un buen partido.

Pietr se volvió un adicto de Blinder. Miles y miles de mujeres pasaron frente a sus ojos, día tras día. Cada vez era más fácil descartar, y más difícil emparejar. En la primera semana sólo eligió cinco emparejamientos ¡Pero los había!, por fin la búsqueda estaba dando frutos. Efectivamente existía la mujer ideal para él. Atractiva, con preparación, buen trabajo, viviendo cerca, en apariencia divertida, independiente, pero al mismo tiempo hogareña. Soltera, sin hijos, pero con deseos de establecer una familia. Deportista, y con el físico bien cuidado. De buena familia. Ciudadana del mundo. Conocedora de buena música, buen cine y buena comida. Amante de los videojuegos. Artista, o al menos realizando alguna actividad cultural. Existían mujeres así. Él siempre lo supo, pero era imposible identificarlas entre la marea de personas de su ciudad. ¡Y estaban cerca!

Un mes le tomó descartar al 99,9999% de los prospectos presentados, y seleccionar a las que representaban la perfección encarnada que él buscaba. Así, un día cualquiera, cuando sintió que el trabajo estaba terminado, activó el software para encontrar a su amor en la calle. Y salió esperanzado.

Y el mundo se vio vacío.


Antología: Un viaje a lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora