Capítulo 6

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Revelaciones

Marina:

Aquel que crea que todo en la vida es fácil cuando se tiene dinero, está muy equivocado. Porque cuando uno más tiene, mayor es el esfuerzo que debe hacer para conservarlo e incluso aumentarlo. Pero esto lo digo, no porque lo escuché por ahí, sino por experiencia propia.

Estoy muy segura de que nadie imagina la situación económica que atraviesa mi pequeña familia. Lo cual solo significa que hicimos bien nuestra tarea de esconderlo.

Cualquiera creería que mi pequeña familia, tan solo mis padres y mi hermanita, somos unos más del montón dentro de la clase media. Pero ahí radica el error de muchos. Nuestra humilde casa de 2 plantas y 3 habitaciones visibles, es tan solo una de las varias propiedades adquiridas por mi familia. Tanto por herencia como por nuestro trabajo duro. Nuestros vecinos podrían decirte que mi padre trabaja en una empresa y mi madre es profesora de yoga, mientras que yo hago danza y mi hermanita de nueve años hace cursos de arte para niños. Lo que no quiere decir que hayamos mentido, solo hemos omitido mucha información.

Por ejemplo, mi padre si trabaja en una empresa muy exitosa, solo que nunca hemos dicho que él realmente es el dueño de toda la compañía y socio de otras más discretas, además de ser un gran piloto. Mientras que mi madre si practica yoga, pero a su vez también es muy buena en las artes marciales y posee la habilidad de ser extremadamente sigilosa. Siendo lo último una cualidad heredada por mi hermana pequeña.

Luego, está la pequeña Anna, quien a su corta edad es excelente en defensa personal y en las bromas pesadas. Si bien le encanta el arte, en especial la pintura, ella sabe que debe estar preparada para lo que nos depara el futuro y seguir con la tradición familiar.

Y en cuanto a mí, por el momento voy a decir que soy una combinación de todos los miembros de mi familia, solo que con unas sorpresitas más. Aunque puedo asegurarles que a mis 17 años he pasado por más cosas de las que un adolescente debería, como por ejemplo observar con mis propios ojos el pasar de la vida y la muerte siendo yo la causante de eso.

Se preguntarán, ¿Por qué conté todo esto? Bueno, lo hice ya que sin saber esto no podrían entender lo que hago cada noche luego de que mis normales y tranquilos vecinos apagan las luces de sus casas.


***


No hay nada más hermoso que una noche cálida y despejada. Es por eso que, como es costumbre desde que tengo licencia, bajo a la cochera subterránea a buscar mi moto negra para poder llegar más rápido a mi destino.

Amo la velocidad, y más aún cuando siento el viento chocar contra mi ropa de cuero negra. Mi padre siempre me dice que maneje despacio y con cuidado, lo cual es algo irónico ya que de él heredé el amor por las altas velocidades. En fin, realmente no recibo muchas reprimendas en cuanto a esto debido a que mis padres saben que soy una excelente conductora.

Después de unos 30 minutos de viaje, muestro mi identificación en el lector de seguridad de uno de los edificios más lujosos de la zona.

-Buenas noches señorita García- me saludo como siempre el guardia.

-Buenas para ti también Charles- respondí alegre como cada vez que llegaba al edificio.

No pude dar ni un paso más cuando mis colegas me saltaron encima.

-Te tardaste, ya nos imaginábamos que habías estrellado tu moto o que estabas matando a alguien- dice Sarah rápidamente-. Aunque si era la segunda soñó tienes que enviar un mensaje y te ayudo, sin problema- susurra y finaliza con un guiño.

Todo lo que no sabemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora