Capítulo 7

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Intense

Marina:

Trabajo es trabajo.

Te guste o no.

Algunos son normales, otros...no tanto.

Quizás sí lo son, pero la población no es realmente consciente de este tipo de trabajo. Solemos normalizarlo en películas y series, sin embargo en la vida real lo creemos poco probable. Es decir, quien se imagina que un grupo de personas va por la calle matando a otros.

No todo es tan literal, solo matamos malas personas. O eso creo.

Volviendo a la actualidad, durante los cuatro días de receso nos encontramos en un lujoso hotel de ubicación clasificada. Aquí, el clima es mucho más caluroso que en casa y quienes circulan por el lugar poseen un nivel económico muy bueno.

Los cuatro entramos por la puerta principal vistiendo prendas apropiadas para la situación. Mi compañero usando un traje negro que se le ajusta perfectamente a su trabajado cuerpo y con el pelo perfectamente peinado. Mientras que mis dos compañeras decidieron vestir dos vestidos cortos, que resaltaban sus curvas y detonaban la sensualidad propia de cada una. Una con un vestido strapless color negro y la otra con uno de tirantes verde, el cual tenía un gran escote en la espalda.

Por mi parte, siempre preferí lo largo. Y esta no es la excepción. Me decidí por estrenar un vestido de tirantes con escote profundo en la parte delantera y una abertura en la pierna derecha que llegaba peligrosamente hasta la mitad de mi muslo.

Se podrán imaginar que los cuatro dimos una buena imagen al entrar al exclusivo hotel. Nos llevamos miradas de diferentes tipos: admiración, envidia, duda, deseo. No nos afectó mucho ya que ese era nuestro objetivo, atraer la atención.

Cada uno desempeñó su papel sin errores ni complicaciones. No podíamos permitirnos fallar, había mucho en juego.

-La gacela abandona la familia, se acerca al león- se reprodujo en mi oído.

-El zorro vigila a su presa- se oye la voz masculina nuevamente en mi oído. Me encamino a la barra del gran salón para conseguir un trago.

-La garza esperando lo peor- una segunda voz femenina se oye. Al llegar me preparo un gin tonic con tranquilidad y tomo un sorbo antes de comentar.

-La serpiente está lista para cambiar de piel.

Y con eso último se desata un gran pero silencioso caos. Porque mientras esta fiesta se desarrolla sin ningún inconveniente, por detrás y sin dejar rastro nos encargamos de darle fin a actividades poco morales.


***


La vuelta a clases después de días de descanso no es fácil, cuando por fin te acostumbras a la paz. PUM, vuelves a la rutina. No es que haya tenido mucha paz, pero si he de reconocer que fue uno de los fines de semana largos más tranquilos que pasé en mucho tiempo.

Nos encontramos en la tercera clase del día y casi no tenemos fuerza para abrir los ojos. Y con tenemos me refiero tanto a Abby y Alma como a mi. Las tres nos cargamos con ojeras que llegan hasta nuestras barbillas al tiempo que el cuerpo nos pide descansar un poco por los cambios que ha tenido en estas horas.

El señor musculitos, sentado a mi lado, es tan lindo como para despertarme cada que me duermo en clase, voy a necesitar ayuda con lo que sea que esté explicando el profesor ya que no estoy escuchando nada. En mi mente estoy en una playa con Shawn Mendes cantándome en español, es como dormir con los ojos abiertos.

Todo lo que no sabemosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora