Indómita (Tom Riddle y tú) #1

Capítulo 21

Tom observaba desde la distancia como Ashlyn hablaba animadamente con una pareja de magos. Se la veía muy alegre y eso le hacía sentir ,de una manera extraña, cómodo con toda la gente que tenía al rededor. Los invitados habían sido guiados hacia el salón principal mientras esperaban a que la cena estuviese preparada.

- Vamos a hablar con otras personas.- Riley tiró del vestido de su prima.- Llevas con ellos una eternidad.- se quejó, logrando que Ashlyn la regañase con la mirada por su comportamiento.

- Perdonad, pero Riley no soporta estar mucho tiempo parada.- se disculpó con la mujer joven que la había felicitado por el jardín. 

- No te preocupes , querida. Sé que los niños son más activos que nosotros.

- Espero que tengáis una noche agradable, señores Vaughan.

Ashlyn agarró de la mano a la pequeña pelirroja y se dejó llevar por ella.

- He visto a un chico muy guapo hablando con Gwen, creo que están flirteando.- Riley señaló a su hermana mayor, que se estaba riendo por algo que le había dicho un chico rubio de más o menos la edad de Gwen.

- Deja respirar a tu hermana de vez en cuando , y cómo hagas algo que no la guste se va a enfadar mucho contigo.

- Pero no quiero que se eche un novio.- Riley se cruzó de brazos y los miró enfadada.

- Esa es una decisión que no puedes decir por ella, cielo.- Thalía se acercó a ellas con una sonrisa divertida en el rostro.

- ¿ Por qué no? Es mi hermana.

- Porque es el corazón el que toma esa decisión por ti. Cuando encuentras a una persona y descubres que es la indicada , tú das el paso para llevar tu relación a otro nivel.

- Vaya, Lía, ¿desde cuándo te has convertido en un gurú de amor?- Ashlyn arqueó una ceja, esperando una respuesta.

- Puede que me haya pasado...- la fémina vio como se enroscaba un mechón de forma tímida y evitaba mirarla  los ojos.

- ¿¡ Tienes novio?!- exclamaron las dos a la vez.

- Shhh, no gritéis.- Thalía miró a un grupo que estaba cerca , alarmada.

- ¿ Y no me lo pensabas contar? Me siento herida.

- No empieces con los dramas, Rosie. Y sí, tengo pareja.

- Mañana nos lo vas contar todo, reunión de primas.- advirtió Riley cuando vio que Gwen se acercaba con el chico.

- Dylan, ellas son mis primas mayores y ella es mi hermana pequeña.- Ashlyn sintió ternura al ver como los ojos de Gwen brillaban, sin duda había encontrado a esa persona especial.

- Un gusto conocerlas. Tú debes de ser Ashlyn Night, ¿no?- la nombrada aceptó la mano de Dylan y asintió a su pregunta.- No sé si te acuerdas, pero el año pasado me ayudaste a encontrar el aula de Pociones.

- ¿Eres el niño del mapa?

- Sí, el mismo.

- Vaya, no te había reconocido.

- Es normal, ha pasado un año y he crecido un poco.

"Pues si que ha crecido un poco" pensó Ashlyn con sarcasmo, pues tenía doce años y casi era más alto que ella.

- Dylan está en Gryffindor.- explicó Gwen.

- Pues nos veremos otra vez en Hogwarts, Dylan.

Los dos adolescentes se despidieron y se fueron a otro lado del salón, bajo la atenta mirada de Riley.

- Ashlyn, ¿por qué no estás con Tom?- Thalía preguntó a la castaña.

- ¿ Perdón?- Ashlyn se giró al no oír lo que decía su hermana.

- Te he preguntado por qué no estás con tu amigo, estará algo desorientado con tanta cara desconocida.

- Tom se sabe cuidar sólo, no me necesita.

- Pero como lo has invitado lo normal sería estar con él durante las cenas de Navidad. Anda, encuéntralo y preséntale a las personas, seguro que tendrá interés sobre alguna de ellas.

- Pero...

- Nada de peros, Lyn, no seas una mala amiga.- Thalía la empujó suavemente y le señaló que se fuera.

- No seas una mala amiga.- Ashlyn imitó la voz de Thalía.- Si tú supieras que en realidad él es el malo de los dos.- gruñó por lo bajo.

Buscó la cabellera oscura de Riddle y cuando lo localizó en una esquina se alisó la falda del vestido y fue hacia a él.

- Hola, ¿ estás disfrutando de la fiesta?

- Si por disfrutar te refieres a estar rodeado de gente que no conozco y además de que tú me obligaste a venir y me has dejado sólo, sí, me lo estoy pasando fenomenal.- respondió Riddle , mirándola a los ojos e hizo una mueca de desagrado.

- Para empezar, si no me hubieses hablado de esa manera esta tarde no estaríamos molestos el uno con el otro y lo segundo, perdón.

- ¿ Perdón? ¿Por qué?- Tom dejó de estar apoyado en la pared y se acercó a Ashlyn.

- Por ser tan cabezota. Te he obligado a venir y no he estado contigo, haciéndote compañía como una buena anfitriona.

- Ya da igual, y creo que ya es hora de cenar.- Tom tendió la mano a la joven.- Si no me das una conversación interesante no te perdonaré, ¿trato hecho?

- Trato hecho.- Ashlyn cogió su mano y le llevó al comedor.- Pero no te aseguro nada si nos toca delante del señor Walsh, siempre está hablando de quidditch y describiendo diferentes jugadas.

- ¿ Estaría bien sí...?- Tom se quedó callado al ver los numerosos platos colocados en una larga mesa.- ¿Todo esto hay que comer?

- Espérate al postre.- Ashlyn soltó una pequeña risa al ver la mirada de sorpresa del pelinegro.- Mira, esas son nuestras sillas.

Los dos se sentaron y , para su suerte, no les tocó con el señor Walsh, si no con una mujer que trabajaba en el Departamento de Misterios, cómo su hermana y su tío. Estuvieron hablando con ella durante toda la cena, resolviendo enigmas y discutiendo sobre los casos más raros de las últimas décadas. Al terminar de comer, los tíos de Ashlyn se levantaron y salieron al jardín seguidos de los demás.

- ¿ A dónde van?- Tom preguntó a la joven Night cuando ella se levantó.

- Al jardín, van a abrir el Baile de las Luces.

- ¿ El qué?

- Si no te mueves nos lo vamos a perder. Vamos.

Los dos corrieron hacia el jardín, que estaba decorado con preciosas luces blancas. A una señal de Duncan, una orquesta empezó a tocar una suave melodía.

- Es una tradición de mi familia celebrar el Baile de las Luces en la noche de Nochebuena. Y dentro de unos minutos sabrás por qué se llama así.- Ashlyn le explicó en susurros.

Después de un rato, viendo bailar a los Neeson, el reloj empezó a sonar, marcando que ya era  media noche. Ante los ojos de los invitados, las luces blancas empezaron a echar pequeñas bolitas de colores, que rodearon a la pareja, siguiendo sus movimientos . Poco a poco, las personas se unieron a ellos.  Para la sorpresa de Tom, las misteriosas bolitas se esparcieron por el jardín, poniéndose sobre las plantas y los árboles, creando un paisaje de colores.

- ¿ Te animas?- Ashlyn le tocó el hombro para llamar su atención y señaló la pista de baile.

- No sé bailar.

- Tranquilo, yo te enseño.

- Yo no...

- Venga, Tom, por favor.- Ashlyn hizo un lindo puchero y Tom notó algo extraño en su interior que se movía.

- Sólo un baile, nada más.