Capítulo 32

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- ¿Yo? Debe de estar de broma. Ni siquiera soy capaz de derrotar a un troll.

- Creo que hay algo que te guardaste y necesito que seas totalmente sincera conmigo. ¿ Cómo saliste ilesa al encontrarte a un basilisco delante tuya? Muy pocas personas han logrado sobrevivir y es extraño que una niña de quince años lo haya conseguido.

Ashlyn se quedó paralizada, lo sabía, de manera u otra Albus Dumbledore sabía que estaba ocultando parte de la verdad. Necesitaba soltarlo o si no le causaría más problemas.

- Puede que omitiera algunas cosas. - Ashlyn desvió la mirada a la pared.- Pero antes de nada debe prometerme de que me ayudará y no se lo contará a nadie.

- Te conozco desde que eras una niña pequeña, Ashlyn. No temas , tu secreto no saldrá de mi boca, jamás.

- Antes de volver a entrar al baño, una voz me habló, dentro de mi cabeza. Era la voz de una mujer y ella me advirtió de que algo malo le estaba ocurriendo a Myrtle. Ahí fue cuando vi al basilisco. Intentó atacarme, pero una especie de neblina se creó al rededor mía y lo evitó.

- Interesante. ¿ Notaste algo extraño cuando esa mujer te habló?

- Noté una especie de dolor, cerca del corazón. Aunque no fue lo único raro, cuando comenzó a aparecer las víctimas del basilisco, sentía un cosquilleo se formaba en mi vientre y algunas veces ese cosquilleo se subía a las puntas de los dedos. La mujer, la mujer comentó que debía aceptar un nuevo poder.- la mente de la joven iba a diez mil por hora, hablar de eso en voz alta la estaba ayudando a analizarlo de otra manera. - ¿ Es posible qué exista diferentes fuentes de magia?

- Que yo sepa sólo existe dos, la magia normal y la magia oscura, aunque es posible que tu idea de que haya otras sea cierta. Todavía no lo hemos explorado todo.- Albus se acercó a la chica e inspeccionó las palmas.- Necesito que me contestes con sinceridad , Ashlyn. Al verte frente a frente con el basilisco, ¿ qué sentimientos se apoderaron de ti? Normalmente hay poderes que se manifiestan por las emociones o los sentimientos.

- Miedo, pánico... No sé como describirlo, ocurrió muy rápido.

- Dime, si te enfrentas de nuevo a una escena de peligro, podrías utilizar esa magia de nuevo.

- ¿ No pretenderás lanzarme una maldición o algo así?

- Es una opción.- Ashlyn jadeó horrorizada al escuchar eso.- Pero ya pensaré en cómo generar sentimientos fuertes y no salgas lastimada. Necesito que te reúnas conmigo los sábados por la tarde. Si queremos averiguar más sobre tu nuevo poder debemos ponerlo aprueba. ¿ Estás de acuerdo?

- Sí.- respondió ella , no muy segura de lo que le iba a suceder en esos encuentros con su profesor.

El tiempo pasó volando y el día de la reunión con Albus Dumbledore llegó. En esa larga semana, Ashlyn había evitado salir de la Sala Común, estaba harta de oír los rumores sobre Myrtle y ella.

- No les hagas caso.- le recomendó un día Daphne al pasar cerca de un grupo de Slytherin.- Freya sospecha de que ha sido la inútil de Olive Hornby quien creó ese horrible cotilleo. Phoenix y ella están planeando la manera de callar su horrible pico de cotorra.

- Si lo hace pronto, mejor, porque como me la encuentre sabrá lo que ocurre cuando se me hace enfadar.- masculló la castaña al ver como una Slytherin la señalaba y empezaba a reírse sin disimulo.

Sintió el impulso de coger el pescuezo de esa chica y apretar hasta que su rostro se volviese morado, o mejor aún, convertirla en un asqueroso cerdo. El misterioso cosquilleo, signo de que su magia iba a salir, apareció de nuevo.

" Cálmate, no quiero que todo el mundo sepa de mi problema"

Ashlyn cerró las manos y respiro hondo, necesitaba con urgencia la ayuda de Dumbledore, si no, un día de estos se descontrolaría , todo por no saber controlar las emciones fuertes que se apoderaban de ella.

- Bienvenida, Ashlyn. ¿Qué tal la semana?

- Podría haber sido mejor.- Ashlyn se dejó caer en una silla bajo la atenta mirada del mayor. ¿ Sabes lo que me va a hacer para que te enseñe mis poderes?

- Sí, empezaremos cuando estés lista.

- Nací preparada, Dumbledore.

- Me alegra escuchar eso, señorita Night. Bien, levántate, ponte en el centro del aula, cierra los ojos y dame tu varita .

La chica hace lo que le ordena y espera la señal de mirar lo que le había preparado Albus. Oye cómo se abre algo y el sonido de un siseo.

- Ahora puede abrir los ojos.- Ashlyn se encontró cara a cara con su peor miedo.- Necesito que derrote a este boggart sin utilizar el conjuro riddikulus.

- Profesor, no sé si lo lograré.

- Claro que podrás. Eres muy inteligente, sólo controla tus sentimientos, si mi teoría es cierta, esa magia que tienes dentro se manifestará. Confía en ti misma.

La castaña miró a la figura que tenía delante. Era Thalía. Tenía el pelo negro despeinado, la piel pálida, los ojos rojos por haber llorado.

- Es por tu culpa.- habló el boggart y la sangre de Ashlyn se heló.- Tú mataste a papá.

- No es real.- susurró , apretando los dientes.

- Siempre le echas la culpa a Erick, pero las dos sabemos lo que ocurrió en el incendio.

- ¡ Tú no eres mi hermana! ¡ No me conoces!

- Deja de decir tonterías, Rosie.- la falsa Thalía soltó una risa.- Lo dejaste morir.

- ¡ No fue mi intención!- las lágrimas empezaron a brotar sin control.

- Luego llegó Erick y quiso reunirse desesperadamente con papi y los abuelos. Y, ¡oh!, las llamas aparecieron de pronto.

- ¡Para!- el familiar cosquilleo apareció.

- Papá corrió a buscarnos, me despertó y me mandó ayudar a mamá con Isaac y con Shaun. Fue a tu habitación.

- ¡ Para de una vez!- una nube empezó a rodear a Ashlyn.

- Estabas tosiendo en el suelo. Te cogió en brazos y fue al pasadizo más cercano de la mansión. Visteis a los abuelos tirados en el suelo, llenos de cenizas y con los ojos cerrados. Te empeñaste en reanimarlos y por eso ocurrió. La columna se cayó.

Albus observaba la escena con la varita en la mano, preparado para ayudar en cualquier momento.

- Te debió aplastar a ti, pero fue papá quién recibió el impacto. No lo niegues. Tú debiste morir esa noche...

- ¡¡Basta!!- guiada por una intuición, Ashlyn extendió los brazos, apuntando hacia el boggart y un rayo azul salió de sus palmas

Thalía desapareció y en su lugar había una silueta negra que se retorcía por el impacto del rayo.

Indómita (Tom Riddle y tú) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora