Capítulo 36

62 6 0
                                    

-Por favor, dejadlo fuera de aquí, a Xandria no le gusta eso.- la pequeña elfina miraba con temor al animal que el chico tenía metido en un bolsillo.

- Pero si no hace nada.

- La última vez que eso se metió en el castillo se llevó todos los cubiertos y candelabros, señor.

- Prometo que este escarbato es más educado.- el chico sacó el animal y lo dejó en el suelo.- ¿Ves?, no se ha lanzado a por ese reloj de la pared, todavía es una cría, así que se le puede enseñar a controlar sus impulsos...

-¡ Ay, no, otra vez no!

Accio escarbato!- la voz de Ashlyn resonó en el Gran Salón.- ¿Quién demonios ha metido a este bicho aquí. Estate quieto, pequeño granuja.- la joven le dio una pulsera y la pequeña criatura se calmó de repente.

- P-perdona, e-esa es mi mascota.- el estudiante de Gryffindor se acercó con timidez a la chica.- ¿Qué le has dado para que deje de moverse? 

- Es una pulsera con hojas de lavanda y manzanilla, ayudan a calmar a todo tipo de crías.

- Nunca he oído hablar de eso...

- Es un pequeño secreto que me dijo un familiar. ¿Eres Hagrid, verdad? Luke te pidió que fueses a por más bebidas.

- ¡Oh, se me olvidó por completo! ¡Perdón!

- No ocurre nada, sé por experiencia que tener uno de estos pequeñines es una tarea algo dura.- Ashlyn miró con simpatía al estudiante de tercero, recordando a cierta persona.- ¿Quieres que te ayude?

- Pero yo, Grayson, la fiesta...

- La verdad, no me gusta estar rodeada de tanta gente y con la música alta, al final acabo con un dolor de cabeza terrible.  ¿Puedo preguntarte de qué conoces a Luke?

- Me ayudó a encontrar a una de mis ashwinder.- contestó el chico, mientras hacía levitar unos cuantos barriles y seguía a la chica.- ¡Jopelines, le prometí que no se lo diría a nadie!

- ¿Ashwinder? 

- Sí, tengo la tengo guardada con las otras en...-Hagrid abrió los ojos como platos y ahogó un grito.-¡ Me acabo de delatar yo solo y encima he metido a Grayson en esto! ¡Me van a castigar!

- ¡Hey, hey, tranquilízate! ¡Hagrid!- Ashlyn le sujetó los brazos para que dejase de pegarse puñetazos.- No se lo voy a decir a nadie. Ahora dime, ¿ cuántas criaturas tienes guardadas?

- U-unas trece.

- ¿Hay alguna considerada como peligrosa?

- M-más de la mitad. Perdón, no te quiero meter en más problemas. Mañana me desharé de ellas y...

- Por favor, no digas bobadas. Se ve que te encantan los animales y no los juzgas por nada. Pero tienes que ser más responsable a la hora de tenerlos bajo tus cuidados. Esta cría puede llegar a ser un verdadero problema si se llegase a perder.

Los dos se detuvieron delante de la carpa y dejaron los barriles en el suelo. Hagrid miró con timidez a Ashlyn jugar con el escarbato.

- Le has gustado.

- Bueno, pues eso será una buena señal si me lo llegase a encontrar, no tendría que armar un alboroto.

- Hasta que llegáis, un poco más y Freya me habría chamuscado el pelo.

- Que pena, estarías muy guapo con la cabeza calva.

- Ja ja.

- ¿De dónde ha salido ese escarbato?- Tom notó como el grandullón miraba con nerviosismo a la chica.

-Nos lo encontramos perdido cerca de aquí. Oye, tengo sed, vayamos dentro y disfrutemos de la fiesta.


Riddle observó como los tres volvían dentro de la carpa y frunció el ceño. Estaba seguro de que el rostro del grandullón se había vuelto blanco cuando preguntó por la cosa que tenía en brazos la chica y que Ashlyn había mentido al respecto, como si estuviese encubriendo algo.



A la mañana siguiente se respiraba cierta calma, el cumpleaños de Freya consiguió que las personas del castillo se olvidasen de sus preocupaciones y que atendiesen mejor a las clases.

Tom caminaba por los pasillos cerca de la torre de Gryffindor, cuando vio como el chico al que fue a ayudar Night la anterior noche salía con prisa de su sala común con algo escondido bajo su túnica. Le siguió sigilosamente hasta que llegaron a un aula vacía varios pisos más abajo.

- Toma, pequeña, es hora de comer.

- Vaya, vaya, vaya. ¿Qué haces dando de comer a una acromántula? ¿Acaso la estás cuidando?- el moreno sonrió con satisfacción cuando Hagrid se dio la vuelta y le miraba con temor.


Indómita (Tom Riddle y tú) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora