Capítulo 24

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Ashlyn despertó en su cama, todavía con el vestido puesto.

- ¡Ash, por fin despiertas!- Daphne la abrazó con fuerza.- Me tenías muy preocupada.

- ¿ Qué ha pasado? ¿ Por qué estoy en mi habitación?

- Anoche sucedió muchas cosas.- tío Duncan se asomó y esbozó una pequeña sonrisa, tenía aspecto de estar agotado y su oscuro pelo se encontraba alborotado.- Al desmayarte Daphne pidió ayuda y Tom te cogió en brazos y salió corriendo al interior de la casa. Tuve que terminar la fiesta en el acto, antes de que se armara más follón.

- Mamá...- los recuerdos volvieron de golpe, creando una pequeña punzada en la cabeza.- ¿Dónde está mi madre?

- En su cuarto, durmiendo. Dentro de unos minutos vendrá el doctor Fraser para inspeccionarla.

- ¿ Por?

- Ros, cariño, es muy extraño que una persona en coma despierte de esa manera, algo habrá ocurrido dentro de ella.

Ashlyn se incorporó y se apoyó en la cabecera de su cama. Tras un año, un largo y exhausto año, su madre al fin abierto los ojos, pero Duncan tenía razón, que halla podido levantarse y bajar las escaleras hasta el jardín por si sola era algo raro, normalmente tendría que ir despacio, como en un rehabilitación.

- ¿Podéis salir, por favor? Me tengo que arreglar.

- Por supuesto, te esperaremos en el comedor. Hazlo sin prisa, con calma.- Duncan le dio un beso en la cabeza y salió seguido de Daphne.

La fémina se levantó con cuidado y fue al baño. Todavía tenía el cuerpo tenso de lo ocurrido ayer y decidió darse una ducha . El contacto con el agua tibia y fría logró el efecto deseado, poco a poco y todos sus músculos se relajaron . Sabía que dentro de una semana volvería a Hogwarts a empezar un nuevo semestre, pero una vocecita le decía que se quedara en casa y  que recuperase el tiempo que perdió con su madre.  De pronto se acordó de una cosa.

- ¡Por todas las estrellas, se me ha olvidado el regalo de cumpleaños de Tom!- exclamó, sobresaltada.

Enrolló su cuerpo en una toalla y corrió hacia el vestidor, logrando una caída en el suelo. Optó por ponerse una camiseta blanca con unos vaqueros índigos y se recogió el pelo en una coleta baja. Hoy era lunes y normalmente el azabache aprovechaba la mañana para leer en el jardín, debajo de un cerezo. Buscó en los cajones de su cómoda el paquete que había envuelto hace unos días y  al encontrarlo abrió la puerta de su habitación y bajó velozmente las escaleras. Milagrosamente, Riddle se encontraba en el lugar que había pensado y Ashlyn se detuvo para calamar sus jadeos y los latidos del corazón. Antes de acercarse escondió el regalo en la espalda y respiró hondo, no quería que los nervios lo estropearan todo y que Tom se burlase de ella.

- Buenos días, Marv.- el azabache giró la cabeza al escuchar la cabeza y esbozó una sonrisa de lado.

- Buenos días , Anne.

Ashlyn se sentó a su lado, metiendo el paquete en un pequeño agujero del tronco, de momento podría esperar a dárselo, quería que fuese una sorpresa.

- ¿ Te encuentras mejor?- Tom preguntó, volviendo a la lectura de su libro.

- Sí, eso creo. Todavía me cuesta asimilar que  mi madre esté al fin despierta.

- Sobre lo de anoche, yo no quería cogerte sin tu consentimiento pero tu amiguita insistió en llevarte a tu cama.- Ashlyn pudo ver que sus mejillas empezaban a colorearse de un rosa claro y sonrió para sus adentros, era la primera vez que le veía sonrojado.

- Tranquilo, no me acuerdo de gran cosa después de desmayarme. A propósito, se me olvidó darte una cosa, con todo lo que pasó no me dio tiempo.

- ¿Otra? ¿Por qué?

- Piensa un poco, tonto.- la castaña metió la mano disimuladamente en el escondrijo y sacó el paquete.

- No soy tonto, Night.- Tom la miró molesto.- Y no se me ocurre un motivo par que me des otro regalo.

- Sé que te estás haciendo el despistado. ¿Qué día fue?

- 31 de diciembre de 1941, Nochevieja.

- ¿ Y qué más?- como el azabache no quería responder, Ashlyn le tiró el regalo en su regazo, haciendo que este se quejara.- Felicidades por atrasado, Marv.

- ¿Cómo lo has sabido?- cuestionó Riddle, sorprendido.

- Tengo buena memoria.- Ashlyn se encogió de hombros.- 

- No deberías haberte tomado la molestia de comprarme un regalo, ya tengo suficiente con el libro que me diste en Navidad...

- Se nota que nunca te dan regalos, ¿eh? Anda, ábrelo.

Tom rasgó el papel con cuidado, bajo la atenta mirada plateada de la joven, ella tenía mucha razón, nadie le había regalado nada, ni siquiera por su cumpleaños. Sacó una pequeña caja y la abrió. En el interior había un cuaderno de terciopelo negro y tenia su nombre grabado en la tapa.

- Un buen investigador siempre tiene que tener un diario donde apuntar sus anotaciones.

- Muchas gracias, Ashlyn.- no se dio cuenta de que la estaba abrazando hasta que notó como la castaña apoyaba su cabeza en el hombro. Notó la calidez que desprendía el cuerpo de su amiga y se sorprendió al ver que le gustaba el contacto con ella. Había dado su primer abrazo a otra persona.


Quiero avisar que mañana comenzarán mis vacaciones y estaré una larga temporada fuera de casa.  No podré actualizar muy seguido porque en mis dos pueblos no hay conexión en la casa y puede que cuando esté en la playa suba algo. Disfrutad mientras tanto de la lectura.

¡Feliz verano!

Amy D

Indómita (Tom Riddle y tú) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora