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Camino hasta la oficina del capitán, sin apresurarme demasiado. Repaso una y otra vez lo que diría en mi cabeza.

"-Buenas noches capitán , solo venía a entregarle esto.- Le doy el pañuelo y salgo de ahí, listo." murmuro a la vez que mis pasos se detienen frente su puerta. "Solamente eso, luego me iré."

Regulo mis respiraciones y llamo a la puerta. No pasó demasiado tiempo hasta escuchar un "Adelante" desde el interior de la habitación.

Mis manos temblorosas tomaron la perilla y lentamente giro esta, entrando a la habitación y cerrando la puerta tras de mí.

El no alzó la vista en ningún segundo, siguió con su labor de llenar unos papeles.

"B-Buenas noches, capitán." me regañe en mi cabeza al tartamudear.

Al escuchar mi voz, dejó sus papeles de lado y me prestó toda su atención, acción que logró hacer que mis manos temblaran más. El asintió suavemente incitándome a seguir.

"Yo solo quería devolverle esto..." llevo mi mano hasta el bolsillo de mi chaqueta sintiendo como se baja mi presión al no encontrar el pedazo de tela.

Revisé todos los bolsillos de mi chaqueta y pantalón pero no estaba en ninguna parte. Él seguía con su mirada en mí, frunciendo el ceño al ver mis raros movimientos.

Estaba completamente segura que había traído el pañuelo conmigo al bajar de mi habitación. No entiendo en qué momento desapareció de mi chaqueta.

Luego de unos segundos de búsqueda, me rindo y bajo mi cabeza avergonzada.

"Lamento quitarle tiempo, olvidé en algún lugar lo que es suyo." mi mirada sube hasta sus manos.

Un lápiz daba vueltas con agilidad entre sus largos y delgados dedos hasta que paró de golpe.

"Disculpe la molestia." giro sobre mis talones y a pasos rápidos llego hasta la puerta.

"Aspen." llamó él en el momento que mi mano agarró la perilla. Aclaró su garganta y siguió"De hecho, estoy un poco atrasado con estos papeles y necesito ayuda."

"Seguro, llamaré a la comandante Hange."

"Hablaba de ti." me paró en seco. "Si tienes tiempo ahora, te lo agradecería." contestó a la vez que señalaba con un movimiento de cabeza a la silla frente él.

"Eh, si seguro." murmuro soltando la perilla para luego dirigirme al lugar que él había señalado.

"Agrupa estos papeles en orden alfabético." ordenó y volvió a la tarea de completar unos formularios.

El silencio se hizo presente entre nosotros, no sabría decir si es algo mortífero o gratificante. El sonido del lápiz al escribir y las hojas pasando entre mis dedos lograban darme calma, pero su mera presencia lograba aumentar mis latidos de manera inconsciente.

Pasamos unos minutos sumergidos en ese silencio, hasta que él se animó a hablar.

"No te vi en todo el día." confesó sin mirarme a los ojos.

"Quise aprovechar el día de descanso y no salir de mi habitación." murmuro intentando centrar toda mi atención en la tarea de ordenar papeles.

"Mm."

Intentaba buscar un tema de conversación desesperadamente pero no lograba centrarme en nada sintiendo su cuerpo no tan lejano al mío.

"¿No comiste nada en todo el día?" entré en pánico al escuchar su pregunta.

"Un chico de los nuevos reclutas me llevó la comida a mi dormitorio." dije finalmente luego de unos largos segundos.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐕𝐄 | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora