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Sus palabras me tomaron por sorpresa.

Giro hasta tener una vista de su expresión, un total error. El movimiento logró revolver mi estómago delicado por todo el alcohol que había bebido. Trago saliva y humedezco mis labios.

"¿A qué se refiere, Capitán?" pregunto lo más normal que me es posible.

"Sabe exactamente a lo que me refiero, Aspen." mi nombre salir por sus labios provocó una pequeña corriente de electricidad recorrer desde la punta de mis pies hasta mi cabeza.

"¿Por qué me pregunta esto?" pregunto a la vez que frunzo mi ceño.

Levi Ackerman jamás mostraría interés o curiosidad en temas como este, estoy segura.

Se quedó en silencio unos segundos, probablemente buscando una respuesta que no delatara sus verdaderas intenciones. Segundos que disfruté para admirarlo.

Vestía con un pantalón formal negro y una camisa blanca desabotonada en los primeros 2 botones y mangas. Un pañuelo del mismo color de su camisa rodeaba su cuello haciéndolo ver irresistible. Aunque siempre preferí ver el encanto de su cuello y clavículas marcadas.

Él sabía que se veía bien con ese estúpido pañuelo, claro que lo sabía.

"Debo aprovechar el estado del enemigo para robar información." dijo finalmente haciéndome despertar de mi trance.

"¿Y qué es lo que quiere saber, capitán?"

"Muchas cosas..." murmuró con su mirada flechada en mi. "Pero me darás todas las respuestas que pido en otra ocasión, lo siento incorrecto de esta manera."

"¿Qué le asegura que contestaré sus preguntas?"pregunto dejando la botella que tenía en mi mano en una mesa cercana, dedicando cada pizca de mi atención en su imagen.

"Créeme, lo harás sin que yo te lo pida." tomó un sorbo de su bebida atrapando mis ojos en su cuello y mandíbula marcada.

Hasta que recuerdo una palabra que había usado hace unos minutos.

"¿Usted piensa que soy el enemigo?" alejo mi cuerpo de la mesa en la cual estaba cargada y mis pies se movieron por inercia hasta el lugar en el que descansaba Levi.

Él se quedó en silencio esta vez, solamente siendo espectador de cada uno de mis movimientos. Su cuerpo estaba recostado contra la pared de concreto mientras sostenía un pequeño vaso con un liquido negro entre sus dedos.

"¿Por qué?" pregunto nuevamente al llegar a su lado pero recibo la misma respuesta, silencio absoluto.

El alcohol que recorría mi cuerpo me convenció en aventurar mi mano hasta su pecho. Levi se tensó ante mi toque. Si hiciera esto en cualquier otro momento, mi cara estaría presionada por su pie contra la viga de madera. ¿Por qué esto es diferente?

Sin pensar demasiado en las consecuencias de mis acciones, tomo su pañuelo entre mis dedos y lo desenvuelvo de su cuello. Me deleito con la suavidad de la tela y la paso por mi nuca.

Si he de morir, ¿qué mejor manera que en manos de Levi Ackerman?

Sorprendentemente él no dijo nada, no apartó la mirada de mi cuello pero no parecía disgustarle.

Ante esta reacción, me aventuré a más. Mis dedos fueron bajando lentamente, desde su clavícula hasta la zona de sus abdominales. Mi toque fue seguido bajo su intensa mirada. Noté como su respiración pasó de ser lenta y tranquila a una más pesada.

"Capitán Levi, ¿por qué me deja tocarlo?" pregunté de una manera inocente.

Silencio, me lo esperaba.

Jamás había visto al capitán acompañado de una mujer sin tener algún fin profesional. Algunas reclutas menores expresan su amor por su capitán pero el solamente las ignoraba. Probablemente esté en blanco.

Matar titanes era normal pero estar así con una mujer es un disparate para él.

"¿En serio quieres saber por qué te considero un enemigo?" sus dedos alzan mi barbilla obligándome a perderme en sus ojos.

"Por favor."

A pesar de que Levi no era demasiado alto, el me seguía ganando por unos cuantos centímetros.
Mis dedos esta vez siguieron hasta llegar al borde de su pantalón. Al llegar, mis manos se separaron de su camino y se dirigieron hasta sus bolsillos delanteros. Atraigo la tela de su pantalón con poca fuerza, hasta quedar completamente juntos. Un jadeo escapó de mis labios al sentir la fricción de su cuerpo en mi vientre bajo.

Sus ojos ya no eran de un color gris cristalino como lo era normalmente, eran de un color azul oscuro, sus pupilas dilatadas lo hacían ver a mi merced.

Nuestras narices se chocaron y nuestros alientos se mezclaron.

"Estás ebria" su voz salió mas grave de lo normal captando mi mirada en su boca.

"Me siento bien" susurré a solo centímetros de él, solo debía estirar mis labios para conectarlos con los suyos.

Entonces espero.

Espero una palabra, un movimiento, una mirada, una señal que me permita saber que él estaba de acuerdo y si él me la daba, no habría vuelta atrás.

Sus ojos atraparon los míos y mil sensaciones que jamás había sentido aparecieron en mi cuerpo.  Notaba los engranajes de su cabeza girar al estar en esta situación.

Estuve a punto de retirarme hasta que ví una pequeña chispa en sus ojos, como si se tratase de una ceniza que amenazara con quemarlo todo.

Es gracioso ya que tengo una gran tolerancia al alcohol y aún estaba en mis 5 sentidos. Tomé la bebida como excusa para hacer todo lo que siempre había imaginado.

Pasar una noche con él.

"Deberías ir a dormir"

Y con eso me bajó del cielo.

Mis manos salieron de sus bolsillos lentamente a la vez que sus dedos dejan mi mandíbula y doy un pequeño paso atrás. Maldigo en mi cabeza por la gran ausencia que había dejado su cuerpo.

"Buenas noches, Levi." forcé una pequeña sonrisa que sólo duró un segundo y dirijo mis perezosos
pasos hasta el pasillo sin esperar una respuesta.

Al salir de esa habitación, cierro la puerta tras de mi y recargo mi cuerpo en esta. Llevo mi mano hasta mi pecho sintiendo los latidos enloquecidos de mi corazón que hacían eco en todo mi sistema. Mi otra mano viaja hasta mis mejillas las cuales ardían al igual que toda mi piel. Mis dedos caen desde mi rostro hasta mi cuello tocando la suave tela que aún cubría mi nuca. Tiro del pañuelo y lo admiro detenidamente notando un pequeño bordado en la esquina de este.

L. A.

Tomo una gran bocanada de aire y me compongo.

Me enderezo y camino hasta la primera habitación sobrante que se presentara, reproduciendo en mi cabeza todos los momentos de esta noche  para jamás olvidar ni un mínimo detalle.

Bueno, al menos puedo morir en paz sabiendo que besé a Levi Ackerman.

𝐀𝐃𝐃𝐈𝐂𝐓𝐈𝐕𝐄 | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora