❝ 𝐌𝐮𝐬𝐢𝐜 ❞ 𝙱𝙽𝙷𝙰

音楽|29

Maratón: 8/10

— ¡Ashlye! — grito Bakugo queriendo llamar la atención de la pálida pero lo único que logró fue el Tomura lo mirará con odio y enojo.

—¿Como te atreves a llamarla de esa forma? — se acerco rápidamente hacia el rubio sujetado en la silla, tomándolo del cuello con fuerza. — Tu no tienes el derecho ni el poder para hacerlo. — miro directamente hacia sus ojos haciendo que Bakugo sintiera miedo por su persona.

—Aleja tus asquerosas manos de el.  — la seria y escalofriante voz de Ashlye se hizo presente en la habitación, causando fuertes sensaciones en los cuerpos de las personas a su alrededor.

Tomura automáticamente lo soltó bajando su mirada tratando de contenerse. Debía de obedecer todo lo que ella ordenará, si no, su maestro lo abandonaría. Unas semanas antes de su ataque contra All might, su maestro le había encomendado la tarea de encontrarla, sin ninguna explicación o razón.

Era molesto y irritante para el seguir sus ordenes, pero algo le decía que era mejor no desobedecer. Desde el primer día que la empezó a seguirla se había dado cuanta que no era normal, tal vez que tenia mucho mas poder de lo que aparentaba.

—Ashlye, no tengas miedo. Te sacare de aquí. — Bakugo la miro con ansiedad, sin poder reconocer a la chica que tenia enfrente. ¿Donde estaba la verdadera Ashlye? ¿Ella era la verdadera? Su mente era un completo lío, no sabia en quien confiar. Todo era tan confuso.

—¿Tu? ¿Sacarme de aquí? Eso es realmente divertido. — una risa llena maldad salio de sus labios, haciendo que Katsuki sintiera una presión en su pecho. — ¿Cómo alguien tan débil como tu podría salvarme? — con pasos firmes y decididos se puso delante de el, bajo su cabeza hasta que sus ojos se conectaron y pronunció aquellas palabras que de enterrarían profundamente en el corazón de Bakugo. — Tú nunca podrás salvarme. Sin importar cuanto pelees siempre terminarás perdiendo Bakugo. — una solitaria y oscura sonrisa se creo en sus labios.

Fue en ese momento que Katsuki se perdió así mismo, buscando una razón para seguir se comenzó a destruir a si mismo. La chica que conocía ya no estaba con el, en su lugar había un monstruo que fingía ser un humano. Ya no sabia que hacer, todas sus ganas de luchar se apagaron silenciosamente.

—Tu no eres Ashlye. ¡Tu eres un maldito monstruo que destruiré! — su destrozado grito resonó por toda la habitación causando lastima a algunos villanos.

—Realmente eres alguien fuerte Señorita Moon. — Kurogiri se empezó a acercar hacia su persona con una suprema tranquila.

—Debo ser fuerte, si deseó dominar el mundo. — su mirada se dirigió hacia la puerta para luego sonreír pero esta vez su sonrisa tenia una pizca de miedo. — ¿No es así padre?

Aquello sorprendió a todas las personas presentes en aquel cuarto, en especial a Bakugo el cual miro con asombro a Ashlye, nunca esperó que detrás de esa puerta se encontrara la razón de la oscuridad dentro del corazón de Ashlye.

—Has crecido bien hija mía. — la puerta fue abierta con lentitud poco a poco la fuerte y poderosa presencia de Thomas Moon se hizo presente. Con un elegante y fino traje, una piel completamente pálida, un sedoso y grueso cabello negro con tal carbón para completar tal belleza unos hermosa ojos rojos con ligeros toques negros. Cualquiera que lo mirará se daría cuenta del gran poder que este portaba, en ese momento se dieron cuenta de la verdadero origen de Ashlye.

—He vuelto a ti Padre. — con lentitud se arrodilló delante aquel gran hombre, pegando su frente contra el suelo demostrando su completa lealtad.

—Te escondites bien mi querida Ashlye. — levantó uno de su lujosos zapatos dejándolo sobre la cabeza de la chica. — Te lo dije el día que escapaste de mis brazos. — susurro cerca de ella recorriendo su espalda con su mano. — Esconde incluso tu propia sombra y no me dejes escuchar tu respirar, por que si te encuentro reprendida seras. — justo en ese momento un látigo apareció en su mano derecha, con la mano levantada en el cielo sujetando con fuerza aquel objeto lo condujo hacia la espalda de Ashlye, pero antes de tocar su piel se detuvo. — Lo aprenderás en casa hija. Ahora levanta tu cabeza.

Nadie pudo hablar, una fuerza sorprendente los obligaba a callar y no poder pelear. Tomura se encontraba asombrado por el hombre unos metros lejos de el, pudo comprender el respecto que su maestro le tenia.

Al final del día los héroes llegaron para salvar a Bakugo, no solo ellos le preguntaron ¿dónde estaba Ashlye? Incluso sus amigos lo hicieron, pero sin importar cuanto lo pensara, el no lo sabia.
Poco a poco todo lo que había sucedió se empezaba a acomodar en su mente, recopilando todas la veces que Ashlye le dio la señales de ayuda que nunca pudo responder. Ahora sentado en esta camilla se da cuenta que nunca conoció a la verdadera Ashlye, cerros sus ojos con fuerza tratando de aguantar las lágrimas, no quería derrumbarse delante de sus amigos, ¿era así como ella se sentía?...
Siempre tratando de ocultar su verdadera forma para no asustarlos, gritando con su musica el dolor que sentía en su corazón.

“Ambos los seremos Bombita. ”

Su voz golpeaba su mente una y otra ves negándose a aceptar que perdió esta batalla, sin ni siquiera luchar. ¿Por que? ¿Por que rendirse de esta manera?

“Tú nunca podrás salvarme. Sin importar cuanto pelees siempre terminarás perdiendo Bakugo.”

No quería perder, tenia que salvarla, tenia que luchar por su vida y traerla de vuelta a su mundo. No dejaría que nadie apartara su cálida y feliz melodía de ella.

Se levantó de la camilla, quitándose algunos de los cables que lo conectaban a las máquinas, tomo su mochila y corrió fuera de aquel hospital que incluso Ashlye había estado antes. No se detuvo por nada, tenia que llegar lo mas rápido con ellos, cuando reconoció su casa sonrió corriendo con mas rapidez hasta la casa de ese estúpido Nerd, toco con fuerza la puerta varias veces hasta que Mirodiya abrió con miedo y susto.

—¿¡Kacchan!? — dijo con nerviosismo y miedo.

—Llama a los extras. Salváremos a  Ashlye. — pronunció con determinación.

¿Le gusta como avanza la historia?★

Editado. √