❝ 𝐌𝐮𝐬𝐢𝐜 ❞ 𝙱𝙽𝙷𝙰

音楽|36

»En otro lado de esta historia, un chico se empezaba a dar cuenta de la verdadera naturaleza de su padre.«

Los gritos llenos de sufrimiento y dolor se podían escuchar por el solitario hogar, no había nadie que pudiera detener el masacre dentro de aquella habitación la cual solían llamar "La hora del castigo".

El joven Dylan de tan solo 11 años, no comprendía la razón por la cual su hermana estaba siendo lastimada de tal cruel manera, el estaba feliz la persona que mas quiera en todo el mundo había vuelto a fin, luego de casi 4 años de su desaparición, pero aún así no entendía por que su padre se veía tan enojado con ella al punto de lastimarla, el solía cometer errores en casa e incluso en algunas reuniones a las que había tenido que ir en nombre de su hermana y aun así el nunca los castiga o golpeaba de misma manera que a Ashlye.

Buscado en su memoria, encuentra los momentos en los que su padre solía llevar a Ashlye a la misma habitación que ahora estaba, con la mentirá de que ella se sentía mal, todo era una maldita mentirá, en todo este largo tiempo la única persona que le quedaba fue herida por el que suponía que debía de protegerlos.

Ahora entendía las últimas palabras que le dijo Ashlye antes de irse.

“Nunca dejes que padre te lastime, el no es bueno Dylan. No confíes en sus palabras, ni en sus mentirás. Te prometo que volveré y te salvare de este asqueroso hogar.”

El nunca pudo responderle, por que no lo entendía, pero ahora que su mente esta mas desarrollada por fin puede ver el oscuro mundo que ella siempre trato de ocultar.

Miro con furia la puerta de madera delante de el, en la cual se podían traspasar los quejigos y lamentos de su fuerte y valiente hermana.
Un gran miedo paso por si cuerpo cuando escuchó los pasos de aquel monstruo que se hacia llamar su padre, con rapidez se oculto detrás de unos de pilares de piedra que adornaban el frío hogar.

La puerta fue abierta y de aquella habitación salio el con su ropa manchada de pequeñas gotas de sangre, su cuerpo sufrió de un fuerte escalofrío al imaginar el estado el cual se encontraba Ashlye, espero una minutos a que se fuera de ese lugar, pera luego con pasos silenciosos y rápidos entrar a esa habitación.

Una vez dentro un potente frío lo atacó, todo se encontraba en oscuras con mucho miedo a lo que vería empezó a buscarla por todo el lugar, entonces la encontró.

En una de las esquinas de aquel solitario lugar se encontraba su cuerpo lleno de golpes y heridas que quedarían marcadas en su piel para toda su vida, estaba tratando de aguantar su llanto y sus gemidos de dolor, luchando contra su propia debilidad para levantarse del suelo.

—H-hermana... — susurro con un dolorosos latidos en su corazón, acercándose lentamente hacia ella para nos asustarla y hacer que lastimada mas.

—Dylan... No...vengas... — su voz era débil y forzada como si trata de fingir que todo estaba bien, que las heridas en su cuerpos eran falsas y no dolían. — Tu no tienes...que conocer...este mundo...no vengas...por favor... — con pequeños pero dolosos quejigos empezó a levantarse del suelo con la intención de escapar y nos mostrarle su patético estado.

—Detente. Ya no lo ocultes mas, ya no me mientas Ashlye. No me dejes en la luz mientras que tu mueres en la oscuridad. — sin miedo se acerco a su hermana, tomando su cuerpo entre sus abrazos con la suficiente fuerza para no lastimarla. — Ya no estas sola, no huyas. Estoy contigo. — susurro recostado su cabeza en su hombro.

—Tu no debes de ser lastimado... Eres lo único que me queda de esperanza, no puedo permitir que el te lastime, mi pequeño y puro ángel... — sus lágrimas cayeron sobre su ropa, mientras que sus frías manos sostenían las suyas como si tuviera miedo de que lo arrebatarán de su lado. — Mamá te dejó a mi lado para que tuviera una razón para vivir, eres la única luz que tengo hermanito...

Ambos lloraron de dolor y tristeza, con sus manos juntas. Mientras que el menor lloraba por el sufrimiento que su hermana había que tenido que vivir toda su vida, Ashlye lloraba por el miedo y la impotencia de no haber podido salvarlo de la oscuridad a la cual habido sido sentenciada desde día de su nacimiento.

Cuando los demonios vuelven al mundo y los ángeles van al cielo. Los únicos que pagan sus pecados son los humanos, el miedo en un corazón, la tristeza en una alma y el sufrimiento en un cuerpo, son cada unos de los pecados que dejan atrás. Tengo miedo de vivir y caer en la soledad que oculta mis sueños, en mundo cae y seguirá cayendo incluso si muero.

Cuando madre me dejo, un hermoso y brillante regalo apareció en un pequeña cuna de un precioso blanco tal alas de un ángel. Desde momento me prometí a mi misma, que no importaba cuanto deseara cumplir mi sueño, no debía de dejarlo solo, por que si no ese demonio lo encontraría y lo devoraría por mi culpa.

Tengo que ser fuerte y soportar un poco mas de tiempo, ellos llegaran y nos salvarán. Estoy segura que me salvarán podre volver junto con mi hermano a la luz y nunca ser lastimada otra vez. Confió en ellos con mi propia vida, son fuertes y valientes, inteligentes igual. Ellos son mis héroes y yo su melodía.

Gracias por leer. ★
Espero que les guste.★

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