La hija del Rey (Jujutsu Kaisen)

Capitulo 2: ¿Cómo cuidar de un bebé?

-Soy Sukuna Ryomen, Rey de las maldiciones, el ser más fuerte y atractivo del mundo.-comento Sukuna con aires de grandeza mientras paseaba por los pasillos.-¡así que te ordeno a que te aparezca ante mi en este instante, escuchaste ______!-ordeno molesto mientras levantaba los muebles que se encontraba por los pasillos.

Había pasado tiempo en que Sukuna había adoptado a la pequeña. Al principio no podía acostumbrarse en tener a esa criatura en s fortaleza pero ahora era problema suyo, después de todo el la trajo. Después de un intensivo investigación por parte de Uraume, tenia que aguantarse cuando lloraba la pequeña. ya que prácticamente podía significa todo, hambre, miedo, si quiere atención hasta podía ser que se hecho del baño en su ropa.

Uraume le conto que seria bueno que le hiciera ejercicio en las pequeñas piernas para que pudiera empezar a caminar y también a sus brazos e manos para que no se quedara tiesa en un futuro.

lo único que no conto es que la cosa esa con cuernos fuera hiperactiva. Solo se había volteado para buscar un hueso para que entrenara en sostener algo y cuando miro a donde debía de estar la bebe ya no estaba, lo peor es que no era la primera vez que se le perdía, o como el le dice "yo no la perdí, ella me perdió a mi".

-Otra vez, ella te perdió.-comento Uraume sarcásticamente mientras se acercaba a su amo.

-No te quedes ahí parado y búscala.-ordeno Sukuna algo molesto.

Ellos dos no eran los únicos que buscaban a la pequeña, todo el personal la estaban buscando. Y seria mejor encontrarla rápido antes de que su amo se enoje más de lo que ya esta. Las dos maldiciones pararon cuando escucharon una pequeña risa.

Sukuna rápidamente fue hacia el ruido, levanto la cortina para encontrarse a la cosa con cuernos riéndose de la expresión de Sukuna. La pequeña en todo momento pensó que estaban jugando a las escondidas.

-No vuelvas hacer eso.-comento Sukuna mientras la tomaba de la ropa, acción que le hizo gracioso a la pequeña.-bien con que así quieres jugar.-comento mientras chasqueaba los dedos. El pequeño cuerpo de la bebe apareció una pequeña campana.-asi no te escaparas de mi.- comento moviendo la campana.

La pequeña tomo la campana con curiosidad y empezó a reírse. Sukuna miro a las acciones de la pequeña con determinación. No sabia por que al verla sonreír se sentía tranquilo y las ganas de protegerla de cualquier cosa peligrosa para ella. Tal escena no paso desapercibido por Uraume.

-ejem....si me disculpa, iré a preparar la comida.-comento el peli-blanco para luego irse.

Sukuna sintió que uno de sus dedos era babeado por algo. Encontró a la pequeña tratando de morder su dedo, aun no se formaba de todo sus dientes pero ya estaba practicando morder.

-¿que manía tienes con morder mi dedo?-comento Sukuna mirando desafiante a la pequeña.-te llevare a que comas algo.-hablo mientras cambia de posición dejándola su pequeña cabeza en su hombro izquierdo.

Sukuna estaba empezando a sentir algo que nunca se imagino.

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La noche era la parte más difícil para Sukuna, en lo que decoraban una habitación para la mocosa. Dormía junto con ella, poniendo almohadas alrededor de ella para que no se cayera de la cama.

Cómo en estos momentos, la pequeña se movía inquieta y soltaba quejidos haciendo que Sukuna no pudiera dormir.

-¿Que tienes? Déjame dormir.-hablo Sukuna sentándose en la cama. Este resignado tomo a la niña y la llevo a la habitación de Uraume.-ahora es problema tuyo.-hablo como último dejando a la niña a un soñoliento Uraume.