La hija del Rey (Jujutsu Kaisen)

Capitulo 25: El origen de la fe ciega.

La peli-azul llego a su habitación luego de su misión/cita con el Kamo. Cuando fueron a comer a un restaurante tradicional japonés, este le conto lo que había pasado en la reunión. El líder del clan Zen'in fue quien comenzó a decir lo de ser esposa de su hijo seguido de los otros dos. Lo acompaño hasta el metro en donde al fin pudo descansar. 

Cuando prendió la luz de la habitación, se encontró a Sukuna durmiendo en su cama junto con sus dos gatos. Los felinos al sentir la presencia de su dueña en el cuarto, estos se bajaron y de paso despertaron a la maldición algo soñoliento.

-te estuve esperando.-comento Sukuna acomodándose en la cama.-¿Y bien? ¿Cómo te fue con ese niño?-pregunto sin ocultar su enojo.

-no te enojes.-la peli-azul se acercó a la cama luego de acariciar a sus gatos.-y dame un abrazo.-hablo mientras se acostaba encima de la maldición.

La fémina cerro los ojos al sentí que la maldición la había abrazado a la altura de la cintura, aunque bueno la paz que había en el cuarto de esfumó por el ruido de una notificación del celular de la chica.

-ahg! ¿Por qué tiene que pasar esto a mi?-cuestiono molesta al ver qué dentro de unos días tenía que ir a una misión con el Zen'in que le llevaron los obsequios.-¿Ryomen?-pregunto sintiendo que la maldición no decía nada.

______ acomodó su mirada y se encontró a la maldición durmiendo, miro de nuevo su celular y vio que eran las 12 de la noche.

-Debió estar aburrido desde las 6 de la tarde.-comento la peli-azul acomodándose en la cama, dejado la cabeza de la maldición a la altura de su pecho.-Descansa.-susurro con una sonrisa en el rostro para finalmente dormir.

Sin darse cuenta de que algo crecía dentro de ella.

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-les estoy diciendo que la puerta eléctrica de mierda estaba abierta!-demando un sujeto mientras atendía una llamada.-tch, no se por que pago tanto por mantenimiento.-termino cortando de mala manera la llamada.

Las luces de la entrada de la residencia empezaron a parpadear. Y detrás del sujeto, una maldición de gran tamaño lo miraba con obsesión.

Sea lo que sea, ese sujeto iba a morir.

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En las calles de los Ángeles se encontraba una rubia con varias bolsas en sus brazos. Se sentía algo triste de que todo este tiempo hablaba pocas veces con su mejor amiga pero no tenia que sentirse así, lo más seguro es que estuviera cansada y no la quería molestar y más con la diferencia de horarios.

-Me pregunto si _____ se encuentra bien.-hablo pensativo viendo sus pies.

Estaba tan distraída en sus pies que no se dio cuenta que se había chocado con alguien enfrente de ella.

-Ah perdón, no estaba viendo por donde iba.-se disculpo Julie mirando la persona. Persona que le llamo la atención es que tuviera un cicatriz es todo lo largo de su frente y que tuviera un estilo asiático en su conjunto de ropa.

-No te preocupes, yo también estaba algo distraído.-comento el peli-negro con una sonrisa.-¿No quieres algo de ayuda?-pregunto viendo la cantidad de bolsas.

-No tranquilo, tengo todo bajo control, nos vemos.-hablo Julie para seguir con su camino.

Sin darse cuenta que ella era lo justo que él estaba buscando.