¿Haz visto un fantasma?

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TW: Descripción algo explícita sobre un cadáver al inicio.

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Quackity soltó el hacha ensangrentada, hizo un estruendo en el frío suelo de obsidiana. Perplejo con la escena que estaba presenciando, bajo la vista hacia sus manos, estaban manchadas de sangre también.

Oh, maldita sea. Maldita sea. Él no tenía planeado matarlo, de verdad que no, solo quería la información, pero estaba siendo tan molesto, jugando, burlándose de él a pesar de todo ¿por qué no le dio lo que quería? ¿Por qué no le dijo que estaba apunto de morir? ¿Por qué no grito por piedad? ¿Por qué? ¿Por qué?

¿POR QUÉ?

El cuerpo de Dream yacía en el suelo, tenía los ojos abiertos característicos de una muerte impredecible y estos miraban a Quackity sin ninguna expresión en particular. Su sangre aún chorreando por su cráneo abierto, la marca del hacha visible a simple vista, es sorprendente como no se quedó encajada ahí mismo. Tenía una tétrica sonrisa en su rostro, como si supiera que este era el final y lo aceptará, ¡ja! aún muerto se burla de sus desgracias. El uniforme de la prisión estaba desgarrado, dejando ver muchas de las cicatrices del rubio por la reciente tortura a la que fue sometido.

Genial, había desperdiciado veintiocho días de trabajo en esto para que se terminará muriendo.

—¿Qué le diré a Sam ahora? —Se tapo la cara con una mano y luego bufó, genial, ahora tenía la cara llena de sangre también.— ¡Hey, Sam! ¡Tenemos un problema aquí adentro!

—¿Qué pasa? —La monótona voz de Sam cruzó la lava, escuchó como la maquinaria comenzaba a moverse u después de unos minutos la lava había terminado de descender para mostrar la figura del guardia de la prisión.

Al ver la escena solo pudo soltar un jadeo, el futuro dueño del casino no sabría decir si de consternación o solo de sorpresa, no podía ver su expresión en este momento.

—¿Qué hiciste? —De un momento a otro Sam se encontraba al lado del cadáver, como si pudiera regresarlo a la vida solo con acomodarlo entre sus brazos.

“Es tarde para atender las súplicas”

El contrario solo suspiró.— Ni siquiera me lo recuerdes, Sam...

Hace tiempo que no se escuchaban gritos de dolor dentro de esa celda, hace bastante, en realidad. Sino fuera por el visitante de todos los días, podría decirse que la celda estaba vacía.

—¡Dímelo de una jodida vez, Dream! —Quackity lanzó al rubio contra la pared, una sonrisa fanfarrona asomando por sus labios.

Dream iba a pronunciar palabra, pero antes de eso fue recibido con un golpe en el estómago que le saco todo el aire. El pelinegro espero algún grito o quejido de dolor, pero lo único que llegó a sus oídos fue una escandalosa risa que era interrumpida cada cierto tiempo con tos.

— ¿Q-qué no... Sabes de-decir... —más tos, veía como la mano de Dream era manchada de sangre, pero este no le daba ya algo de importancia como los primeros días—, algo más?

Quackity quería creer que lo estaba rompiendo, que estaba tan cerca de conseguir la forma de resucitar a los muertos, de traer a Schlatt de vuelta. Tal vez unos días más.

Tomó con fuerza el hacha en sus manos, y dio un golpe certero en medio de las costillas. Lo suficientemente profundo para que doliera como los mil demonios, pero aún así delgado para evitar romper algún órgano importante.

Cosas del DreamSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora