Cosas del DreamSMP

A coward

Spoilers del Lore más reciente

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Ellos no hablan demasiado.

En realidad, no hablan para nada mientras Bad está ahí. Dream está demasiado ocupado comiendo algo decente después de tantos días, aunque se siente incómodo de ser observado de esa forma por uno de los guardias de la prisión.

Al menos alguien mantuvo su promesa de visitarlo, no como otras personas.

El guardia por otro lado está pensando en todos los problemas que se meterá si Sam lo atrapará ahí adentro, con su prisionero, dándole comida. “Bandera roja de seguridad” es lo primero que pasa por su cabeza y casi quiere reírse por como la voz de Sam suena en su cabeza al decirlo.

Pero es que simplemente no pudo ignorarlo.

No después de los gritos y las súplicas constantes de ayuda.

Sabe que son verdad en cuanto entró, en cuanto lo vio retroceder rápidamente a una esquina y esconderse en si mismo hasta que notó que la persona en armadura de netherita era Bad.

Estaba tembloroso, reacio a si quiera alzar la vista para ver qué es lo que se le ofrece. Y a Bad no puede romperle más el corazón el ver a uno de sus amigos en ese estado, apesar de todas las cosas malas (terribles, se recuerda) nadie merece ser tratado así.

No puede ser tan despiadado como Sam, ni tan despistado como Ant para no tener la necesidad de venir cada que encuentra una oportunidad.

—Hey, Dream...

—Te traje algo de comer, ¿tienes hambre?

—Dream...

—¿Hoy tampoco te sientes con ánimos para hablar?

—Las voces... Dream, ¿quieres contarme algo?

—Te ves más pálido...

Pero nunca habla con él, en ningún momento, se tambalea hasta él para tomar la comida y siempre vuelve a la misma esquina.

La sangre seca se impregna en él, ve las paredes de obsidiana llenas de marcas, la sangre es lo que más se nota, el rojo vino contrastando contra el oscuro. Las marcas de armas también se ven en contra la obsidiana, lo suficientemente concisas como para que se quede mirando a Dream por minutos antes de irse.

Cada vez que viene está peor.

La primera vez, la que recuerda perfectamente por esos gritos que escucho llamando a Sam mientras más se acercaba a su celda, el como le gritó también que se callara o meterían en problemas y como Dream no ha hablado o pronunciado un sonido después de ese día... Si, esa primera vez estaba “bien”, su uniforme estaba bien, solo las pequeñas quemaduras por las muñecas y los tobillos y la paranoia en sus ojos.

Pero ahora, este día se da cuenta de lo mucho que ha cambiado. Esta pálido, tembloroso, las cicatrices mal curadas que se observan por su cuello y en sus manos. Su uniforme está más roto, y sucio con sangre, al igual que la celda.

Bad se cuestiona si están haciendo lo correcto aquí, si Dream merece algo mejor que esto.

Pero no es lo suficientemente valiente para confrontar a Sam sobre eso, las raciones reducidas, las obvias visitas, los gritos detrás de las paredes de lava... Menos después de todo lo que ocurrió con The Egg.

Entonces llega el día de la fuga de prisión.

Las alarmas perforan en sus oídos y son contraproducentes porque no puede escuchar ni siquiera sus propios pensamientos.

Cuando llega Techno está ahí también, Dream está escapando.

Pero simplemente no... No puede.

Ataca un par de veces, de verdad lo siente, y en realidad falla un par de veces a propósito. Porque no puede mirar a la cara a Dream.

No puede ver el pánico y el miedo en definición pura.

Porque los gritos de ayuda ya no están detrás de una pared, él está ahí, escucha perfectamente el desgarre de su voz cuando el prisionero grita:

—TECHNO TENEMOS QUE IRNOS

Suena como cuando gritaba por Sam antes de solo gritar de dolor. Y no puede con eso.

Entonces los deja ir, porque no importa, Sam es el que tiene esto bajo control.

Pero no creía que “bajo control” significaba asesinar a Ranboo. Ni siquiera entiende como sucedió, como el propio Ranboo se dejó a merced de El Alcaide.

Y él no hizo nada.

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Reciben angst, tomenlo y sufran.