Hace un año

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George había despertado en medio de la nada, había tenido un sueño bastante... Raro.

Volteó hacia todos lados, asegurandose de que esto era real y no un sueño. Se pellizco en el cuello y soltó un leve quejido al sentir la pinchazón, estaba despierto.

Suspiró, pasando una mano por su cabello despeinado mientras se paraba de la cama que había puesto en medio del prado. Por un momento deseo volver a dormir, ese sueño donde él, Bad, Sapnap, Karl y... Dream se divertían juntos, le mostraba Kinoko Kindom al rubio y todo estaba tan bien...

Hoy era veinticuatro de abril. Hace un año que habían llegado aquí, a estás ‘hermosas’ tierras. Tenían pensado solo quedarse por algo de tiempo, probar que había de nuevo en el mundo, las cosas que no habían descubierto, divertirse.

—¡Deberíamos construir una base! —Dream se paseaba por la pequeña colina donde se encontraba el portal del nether, abriendo los brazos y señalando con ellos los alrededores.— ¿Qué piensan?

—Suena a una gran idea. —George le sonrió, estaba sentado en el pasto, disfrutando la emoción que el rubio desprendía.

—Supongo, no tenemos nada mejor que hacer —Sapnap se encogió de hombros mientras jugaba con su espada. Karl a su lado asintió.

—¿Dónde la haremos? —Bad daba pequeños saltos de emoción en su lugar, siempre tan proactivo.

—Uh... —El de la máscara miro a los alrededores, sonriendo para sí al ver el lugar perfecto.— Justo ahí.

Todos voltearon a ver a un gran lago, con dos vertientes al norte y al sur. Antes de replicar Dream había empezado a correr hacia él. Nadie se quejó de que harían una base en medio de un maldito lago.

George negó con la cabeza, tenía que despejar su mente, olvidaría que hoy era ese día, ¿hoy? Un día cualquiera en el calendario, nada de especial.

Solo volvería a Kinoko Kindom, hace tiempo no tenía noticias ni de Karl y Sapnap, además que debía contarles sobre Quackity. Volteó la mirada hacia el cielo, era un hermoso día.

Empezó a caminar de forma distraída, su cuerpo sabía a dónde ir, conocía el smp como la palma de su mano, tanto tiempo que llevaba aquí, ¿cómo no conocería cada parte?

Su mente se desconecto por un segundo, volviendo a esos –ahora algo borrosos– recuerdos del sueño que tuvo, Dream saliendo de prisión, reformado, queriendo abrazarlo... Debió notar que estaba soñando, todo parecía tan bueno para ser real.

Quince minutos después de empezar a  caminar llegó a la Casa Comunitaria. Se reprimió mentalmente por haber ido hasta ahí, y más en este día.

Se quedó parado frente a la puerta del sur por un par de segundos, analizando el lugar.

No era como lo recordaba, claro que no, había sido remodelado, cambiado, las escaleras al segundo piso y el segundo piso en general se habían ido, siendo reemplazados por esos indicadores de norte, sur, este y oeste. 

Los cimientos de lo que alguna vez habían sido solo él y sus amigos pasando el rato habían sido profanados, cambiados para parecer genuinos sin serlo. Ese diseño había sido idea de Dream.

El rubio se concentraba en poner la madera de forma que la puerta se viera bonita, elegante.

—¿Qué estás haciendo... Clay?

—Qué. —Dream volteó a verlo, la incredulidad reconocible en su voz mientras Sapnap a la distancia reía.

—Oh, Clay~ —se burló también el pelinegro.

Cosas del DreamSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora