I want see you

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Notas: Spoilers del lore más reciente de Technoblade.

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Estaban en silencio, en realidad, Technoblade no sabía como tener una conversación con Dream. Sabía que no estaba de humor para bromas, porque lo había intentado y la respuesta que recibió no había sido muy positiva que digamos.

Lo único que se escuchaba en la celda era como la pluma chocaba de forma torpe contra el papel del libro que el rubio sostenía entre sus manos. Estaban sentados uno al lado del otro, y aunque la distancia fuera un poco considerable, Dream estaba temblando, Techno cree que no había dejado de temblar en ningún momento aún cuando le había repetido una y otra vez que estaba bien todo esto, tampoco había dejado de murmurar y quejarse para sí.

No recordaba a este Dream, nunca lo había visto y hubiera sido mejor que no lo hubiera hecho.

—Dream, sino dejas de temblar mancharás todas las hojas con tinta —mencionó, no quería sonar rudo ni nada por el estilo, pero al parecer el contrario no podía tomárselo de otra forma que no fuera esa.

—Lo siento —fue un murmuró bajo, casi imperceptible, apretando la pluma entre sus manos y encogiendo los pies, protegiéndose a si mismo como si en cualquier momento lo fueran a golpear.— Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento...

Oh, mierda, fue lo único que pasó por la cabeza de Techno, el prisionero estaba teniendo otro ataque de pánico que no sabía detener o mejorar de ninguna forma.

—Hey, Dream, relájate —empezó, está vez haciendo un verdadero esfuerzo en que su tono de voz fuera mas amable.— Está bien, aún tenemos otro montón de libros que puedes llenar con tinta si quieres.

Se acercó lentamente, el rubio no se alejó, solo seguía en su lugar, murmurando y temblando como lo había hecho desde que llegó aquí hace casi una hora. Lo tomo por el hombro con cuidado y jura escuchar un quejido de dolor que es rápidamente reprimido, Dream aprieta la pluma con una de sus manos y con la otra simplemente se aferra a su ropa, ha dejado de temblar en cuando ha sentido la mano de Techno sobre él.

—En verdad, está bien.

No, no lo está, jamás lo estará piensa Dream, sabe que está no es más que una esperanza perdida, un aliado menos, una oportunidad de salir aquí que ya no tendrá. Y eso no está bien. Sabe que Technoblade se irá, como los otros, como todos los demás que han venido con falsas promesas de compañía y lo han abandonado. Quiere gritar, quiere gritarle al Dios de la Sangre que nada estará bien, que la única forma en la que todo podría estar bien es si simplemente desapareciera de este maldito lugar, quiere gritarle que todo le duele, que deje de tocarlo, que deje de hablar, que deje de mirarlo de esa forma tan... Extraña pero agradable, quiere gritarle que es un estúpido por haber venido y que jamás debió hacerlo.

Pero no lo hace. En su lugar, respira hondo y asiente. Porque aunque sabe que esto no está bien, también sabe que ya ni siquiera importa.

Technoblade asiente de vuelta, suelta con cuidado su hombro y vuelve a sentarse a su lado, un poco más cerca que antes, lo suficiente como para que el cansado cuerpo de Dream se apoye en el contrario sin recibir ninguna queja.

—¿Por qué viniste? —repite a la vez que retoma su escritura, es una pregunta que le ha hecho ya un par de veces y que seguirá teniendo la misma respuesta que la primera vez.

—Quería verte —escucha los gimoteos de Dream, pero ya no recibe otra respuesta con palabras, así que decide continuar hablando porque no sabe cómo mantener la boca cerrada.— saber que tal te va y qué demonios ocurre en este lugar.

Cosas del DreamSMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora