Dulces sueños

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Los jóvenes decidieron de una vez investigar el caso del Espíritu del Zorro preguntando a los habitantes como es que aquel espíritu llega a la aldea y que es lo que suele a ser principalmente, muchos le contestaron que solo suele atacar a los mercenarios mientras que otros dicen que ataca a cualquier ser vivo.

Lo describen más como un animal que como un ser humano, un animal que no ha descansado en paz después de que lo cazaran injustamente; al final solo eran leyendas urbanas que se estaba inventando el mismo pueblo para justificar lo que veían en las noches recorrer su aldea. 

— Es como buscar una aguja en un pajar.- dijo Yahiko de forma cansada viendo la libreta donde apunto los relatos de cada aldeano.— ¿Y si al final solo es eso? Una leyenda.

Konan asintió con la cabeza dándole la posible razón. 

— Pero entonces no tendría sentido que aquella mujer llegar a Konoha pidiendo asilo si solo se tratara de una leyenda.- Nagato leyó la libreta de su amigo.— Tendremos que esperar hasta más noche para saber si se presenta ¿Se acuerdan lo que dijo el soldado?

— Que si no nos mata el Espíritu del zorro lo harán los mercenarios.- dijo Yahiko con ironía riéndose por aquel comentario.

— Quiere decir que en la noche si o si el peligro esta presente en las calles, los mercenarios salen como si fuera un día normal así que solo tendremos que escabullirnos en la noche para atraparlo.-  Konan saco una hoja de su estuche de armas.— Usa una mascara de zorro, su vestimenta es completamente negra y tiene como arma dos katanas amarradas en su cintura. Su estilo de pelea es principalmente cuerpo a cuerpo pero no se sabe que otros trucos tenga. 

Leyó aquel papel donde escribió las principales características de aquel espíritu que había escrito Tsunade en el pergamino de la misión.

— Solo queda esperar.- miro a sus compañeros con una sonrisa.

— Disculpen jóvenes niños ¿Saben donde esta el hotel Tanjiro?- la voz de un joven hizo que el equipo volteara a tras de ellos.

Aquel desconocido tenia el cabello plateado amarrado con una coleta baja, usaba gafas haciéndolo ver vulnerable y su piel era morena; su vestimenta tampoco decía mucho sobre él pues solo usaba un pantalón gris y una camisa color morada.

— Buenas noches.- Konan fue la primera en saludarlo con una sonrisa.— El hotel se encuentra a dos cuadras de aquí, estamos hospedados allí si gusta lo podemos acompañar.

El joven de gafas sonrió tras aquella invitación. 

— Si no es mucha molestia.- comenzó a caminar junto con los jóvenes que se encontraban hablando ya de otra cosa. 

Tras aquella caminata admiraron mejor las cosas buenas que tenía aquella aldea que se mostraba menos hostil a comparación a cuando llegaron incluso hasta Nagato y Yahiko decidieron comprar algo de comer. 

— ¿Y que viene a ser aquí señor?- pregunto Konan.

— Oh no me llames señor jaja mi nombre es Kabuto y vengo a buscar unas plantas medicinales que mi maestro me esta pidiendo.- contesto de manera amable.

Los ojos de Konan brillaron con emoción al escuchar eso y es que encontrar a una persona con gustos en la medicina siempre la terminaba gustando.

— ¿Es usted medico?-junto ambas manos y poniéndolas sobre su pecho acercándose más a aquel joven. 

Kabuto le sonrió con sinceridad por aquella emoción.

— Si pero aun sigo aprendiendo. 

La plática entre ellos comenzó a ser de medicina y todo lo relacionado aquel tema hasta que llegaron al hotel donde tuvieron que separarse; el equipo se dirigía hacia su habitación cuando Sakura aprecio atrás de ellos.

Mi angel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora