Mi angel

Desconfianza

La pelea entre Sakura y Kabuto se había extendido más de lo esperado por parte de la pelirosa que ya quería terminar con todo, desde que vio al peliblanco acercarse a su equipo pensó que los atacaría especialmente a Nagato pero grande fue su sorpresa acompañarlos hasta el hotel. 
Si Kabuto estaba en la misma aldea que ella es porque debía de estar buscando lo que ella quería: el sharingan. 

Esquivo muy a penas un ataque directo hacia su cabeza alcanzando solo rosar su máscara que ya se encontraba astillada. 

— ¿Porque no terminamos esto por las buenas y me entregas lo que te robaste?– extendió su mano hacia ella para recibirlos.— Lo que sea que quieras hacer Orochimaru-sama lo puede lograr solo dame esos ojos.

— Lo que yo quiero es algo que no me puedes dar, lo que yo quiero solo se debe de arrebatar.– caminaron en círculo sin darle la espalda al otro.— Envenenaste a mi maestro que ha estado en coma desde hace muchos años... Esos años perdidos de su vida lo vas a pagar con la tuya.

La lluvia comenzó a caer de manera rápida que ya no se podía ver a más de un metro de distancia, los truenos tampoco permitían escuchar a Kabuto que miraba por todos lados al recordar aquel ninja de la hoja que estaba por descubrirlos.
Mientras que una nueva pelea iniciaba Nagato se mantenía escondido procesando todo lo que había escuchado, su corazón estaba acelerado y su cuerpo temblaba aún que no sabía si por el frío o porque se enteró que el espíritu del zorro es en verdad su ángel.

— Es... Imposible ella no haría todas esas cosas, ella es gentil y amable con los desafortunados.– susurraba con desesperación tapándose el rostro para que no lo escucharán llorar.

Un fugaz recuerdo llegó a su mente que fue cuando conoció por primera vez a Sakura que usaba la máscara de un zorro y que aprovechaba el sonido del trueno para moverse; decidido por matar su curiosidad se volvió asomar solo para encontrarse con un baño de sangre. Sakura ya le había cortado un brazo a Kabuto que ya se encontraba herido de gravedad.

— ¿Crees que con mi muerte podrás vengar a tu maestro? Jajaja lo mismo que haces tú es lo que está haciendo Sasuke, ambos son unos idiotas.– comenzó a toser con fuerza escupiendo sangre debido a sus órganos dañados.

Sakura también estaba lastimada de una pierna pero no estaba segura si solo es un esguince o está fracturada. Tenía que aprovechar la fuerte lluvia para eliminar aquel sujeto que ya se estaba curando así mismo.

— ¡USTEDES ME QUITARON A MI MAESTRO! ERA LO ÚNICO QUE ME QUEDABA!– grito con dolor corriendo hacia él aprovechando el sonido del trueno. Hizo una posición de manos antes de sujetarlo por el cuello y estrellarlo contra el suelo.— Pagarás... Pagarás.

Lo golpeó con fuerza en el rostro causando que la tierra abajo de ellos comenzará agrietarse; a pesar del dolor que sentía en todo su cuerpo aún así tuvo las fuerzas para sonreír con arrogancia y golpearla en la cara con un kunai provocando que la máscara se partiera a la mitad dejando ver sus ojos verdes cargados de maldad.

— Te mataré a ti primero y después iré por el Uchiha.– dijo con odio sin verse afectada por ser descubierta— A ver cómo reacciona tu maestro cuando te vea.

Un extraño chakra color rojo comenzó a emanar de sus manos y lo comenzó a esparcir por el cuello de Kabuto que al reconocer aquella técnica comenzó a gritar por piedad.

— ¡Al...alto! ¿Cómo es que tú sabes eso? Se supone que los de Konoha no pueden aprender jutsus prohibidos.– la miro con terror sintiendo en su sistema nervioso comenzar a ser controlado por ella.—. Tienes la misma mirada que él cuando Orochimaru lo reclutó...

Utilizando toda su fuerza comenzó a desprender la cabeza del cuello junto con la espina dorsal, la sangre salió a chorros manchando la por completo y por la lluvia se formó un enorme charco de sangre alrededor de ella.

— No...– susurro con tristeza viendo cómo Sakura se quitaba la máscara y se quitaba el resto de su uniforme dejando su cabello rosa al descubierto.

Sintió su estómago revólveres cuando bajo la vista y vio el cuerpo de Kabuto sin la cabeza que está se encontraba del otro lado conectado aún con la espina dorsal; el sonido de la lluvia no dejaba que lo escucharán vomitar ni sus lamentos.

A la mañana siguiente todo se encontraba en orden como si nada hubiera pasado: las calles estaban limpias y ningún rastro de algún cuerpo. Lo único que seguía presente era la intensa lluvia que no daba señales de querer detenerse.

— Mi cabeza...–se quejo Yahiko recién despertando del suelo.— Nos quedamos dormidos.

Miro en frente de él como Konan también se iba despertando después de estar en una posición incomoda sobre la mesa, el único que faltaba era  Nagato.

— ¿Dónde está Nagato?– Konan volteo hacia todos lados sin ver señales de su amigo.— ¿Estará despierta Sakura-sensei? Creo que estará molesta con nosotros por quedarnos dormidos.– miro preocupada a Yahiko que estaba igual que ella.

La puerta se abrió de forma repentina dejando pasar a su joven maestra que los miraba con una sonrisa sin rastro de enojo como pensaron que estaría.

— Sakura-sensei nos quedamos dormidos.- dijo Konan triste sin verla directamente a los ojos pues sentía que le había fallado. 

— Creo que el viaje hasta acá fue muy difícil para nosotros que nos agoto bastante.- Yahiko volteo a ver a su compañera asentir con la cabeza dándole la razón. 

Sakura los miro con una sonrisa para después negar con la cabeza, sus estudiantes no entendían que pasaba.

— El viaje fue pesado, mi culpa por no calcular bien los horarios así que mientras todos dormían hacia mis vueltas y me encontré con el Espíritu del Zorro.– espero un momento a qué los jovenes procesaran lo que acababa de decir.— Se trataba solo de un mercenario. Misión cumplida así que tomen rápido sus cosas para marcharnos.

Así como entro a la habitación se fue dejando con más dudas que respuestas a los jóvenes que seguían con un leve dolor de cabeza.

— ¿Dónde está Nagato?– dijo Konan preocupada viendo por toda la habitación.

La puerta del baño se abrió justo después de mencionar su nombre, su aspecto demostraba que no había podido dormir en toda la noche por las ojeras que tenía en los ojos además de que su piel se veía más blanca de lo normal casi como si fuera un fantasma.

— Te ves terrible amigo.– menciono Yahiko pasando aún lado de él para entrar al baño.

Konan se acerco de manera preocupada checando su temperatura.

— ¿Estás bien?

En la mente de Nagato pasaba la escena de Sakura decapitando a Kabuto sin piedad.

— Estoy bien.