Cuando recobré la conciencia el sol estaba justo arriba de mí. Sentí algo parecido a las patas de un animal buscando en mis bolsillos, lo cual hizo que volteará a ver al pequeño animalito que se había hecho presente. Un pequeño mapache peludo hurgaba entre mi bolsillo en busca de comida. El animal usaba sus patas para alcanzar algo adentro, y al no poder alcanzarlo trato de sacar lo que fuera que había dentro con su hocico.
Quise apartarlo para poder levantarme y ver qué es lo que estaba buscando. El mapache no consiguió sacar nada, puesto que mis bolsillos estaban vacíos, pero la situación me parecía algo tierna y graciosa, tanto que estaba olvidando los hechos.
Volví a la realidad cuando sentí mi cara ardiendo de dolor, sentía una hinchazón en mi ojo y sospeché que tal vez alguna costilla rota por el dolor de mi costado.
Antes de que aquellos fenómenos se llevaran a Darnell, él me había mirado con su cara llena de miedo con la esperanza de que siguiera en busca de Ginés, y yo sé por qué razón. Ginés siempre tiene los mejores planes, y sobretodo conoce todo este terreno, por lo cual lo más conveniente es encontrarlo de prisa.
El mapache seguía rondando alrededor de mí, como si esperara que le diera algo.
—Vete amigo peludo — mi voz sonaba carraspeada por la falta de hidratación —, ve a buscar comida a otra parte.
El mapache se fue corriendo en ese momento, pero no por lo que le dije, sino por el sonido de galopes que se acercaban. Era el mismo sonido de hace rato, pero esta vez no sonaba como si viniera toda una multitud, parecía que esta vez era solo una criatura. Una sensación familiar de peligro me nubló la vista, y mis ojos no lograron enfocar a la figura tan tosca que se aproximaba. Aquella criatura efectivamente estaba siendo montada por una persona. Al llegar el jinete freno su criatura abruptamente levantando toda la tierra en su movimiento, llenándome la cara de polvo y suciedad.
La persona en la criatura bajó sin dejarme pensar y me observó detenidamente. Era una chica que sostenía un largo machete con el cual, a mi parecer, imponía respeto. Ella portaba una ropa casi igual a los otros jinetes. Dio un paso al frente con tal firmeza que sentí algo peligro, haciendo que mis sentidos se pusieron alerta. Su chaleco color tierra se observaba roto en el área de los hombros, como si la hubieran jalado bruscamente.
—¿Por qué te abandonaron? —preguntó la persona blandiendo el machete hacia mi dirección. Su voz fue firme y su mirada fría.
Tuve el presentimiento de que está chica estaba buscando algo de mí, por la forma tan decidida en la que había llegado.
—Yo...dicen que... estoy contaminado — titubeé. No sabía que significaba la palabra "contaminado" para ellos.
—Demuéstralo — dijo.
— ¿Qué quieres que haga? — con su machete a unos centímetros de mi cara tenía la mente en blanco.
— Enséñame donde te picaron, no seas idiota.
Señalé la pequeña herida que tenía en el cuello. Por el tacto pude sentir era una pequeñísima protuberancia.
— Kino es un imbécil —susurró, pero pude ver como lo que parecía ser una sonrisa de confianza se formaba en sus labios resecos pero desapareció en un instante —, y te dejado golpeado.
La chica guardó su machete en su funda y posteriormente se acercó a la asquerosa criatura que la trajo hasta acá. En un instante consiguió que la criatura abriera la boca dando a lucir sus filosos dientes y un interior en el cual nadie quisiera estar atrapado. Ella metió la mano a la boca de la criatura y sacó una botella de vidrio que provenía de un pequeño espacio baboso cubierto debajo de su larga lengua. Sin saber yo que podrías ser, ella me tendió la botella.
—Tómala, es agua.
Mire la botella aún llena de baba y maloliente, de verdad no me apetecía tomarla aunque me moría de sed, pero la chica me miraba seria y su mirada penetraba hasta mi alma. Entonces me tomé el agua y no estaba mal. Seguía en el suelo, pero había podido conseguir una posición más cómoda sentándome con las piernas cruzadas.
—¿Qué quieres de mí? — le pregunté luego de un silencio incómodo.
— No quiero nada de ti, pero me veo en la necesidad de contarte todo, solo cállate y escucha con atención lo que debo decirte —La chica me contó la razón de porque había llegado directamente aquí.
Ella es parte de una comunidad llamada el Centro, donde hace años descubrieron la forma de usar a las criaturas como medio de transporte y ataque. Las personas que anteriormente me rodearon junto a Darnell son parte del equipo básico, liderado por Kino Cardo, el viejo que disfruta dejar a gente moribunda. Su función es buscar a personas sin hogar ni rumbo y llevarlas al Centro.
Hay otro grupo de personas llamadas los recolectores, al cual pertenecía la chica. Este grupo se encarga de hacer los viajes más largos para la búsqueda de suministros. Todo lo almacenan en la boca de las criaturas que al parecer tiene un espacio muy amplio para llevar cosas.
— Hace unas noches, me toco acampar cerca de este territorio con Huma, mi compañero — dijo señalando a la criatura — Mientras yo dormía bajo la protección de Huma, una manada de criaturas captó su atención e hicieron que perdiera el control. Mi compañero fue tras ellas
—Yo pensé que era de lo más obediente- le dije, impactado de que esa cosa tuviera un nombre y se refiriera a él como "compañero"
— Sí, son bastante inteligentes, pero esa noche algo la llamo. Eso nunca pasa, entonces fui tras él —hizo una pausa para estornudar — disculpa. Fui tras ella y había algo que noté diferente en aquella manada. Sus movimientos eran muy exactos... pero no había tiempo para analizar; Huma seguía descontrolada y uniéndose a la manada que andaba tras el humo de una fogata. Tu fogata, y la de las personas que viajaban contigo me imagino.
Se me heló la sangre. Sentí una fuerte sensación de dolor y tristeza que no hizo más que potenciar el dolor de mi cuerpo herido. Seguí escuchando.
—Corrí en dirección de mi compañero, que tomó el camino junto con otras dos criaturas que te perseguían. Corrí con todas mis fuerzas hasta acercarme a Huma para detener a Huma, pero en esos momentos una de las criaturas que te perseguía me escuchó acercarme y se enfrentó conmigo. Tuve problemas para vencerla...
La chica comenzó a quitarse la chaqueta, quedándose solo con su blusa blanca sin mangas. Se dio la vuelta y me pidió que observara en el área de sus hombros. Era un piquete, y este se veía hinchado y lleno de venas rojas rodeándolo. Huma, la criatura., comenzó a gruñir a su dueña, hasta que volvió a ponerse la chaqueta.
—Dejé inconsciente a la criatura con un calmante para Huma, y corrí a donde estabas, pero cuando llegue vi como mi compañero sacaba su aguijón para matarte. La verdad no me importaba si te morías, pero llegó eso... una persona que te salvó con una luz, fue irreal, pero yo me sentía muy mareada para continuar, y caí al piso. Cuando desperté Huma me había llevado a otro lugar.
La historia me hizo recordar a la persona que me salvó con aquella luz, y como me llevo a un lugar seguro después de cargar conmigo.
—¿Tú sabes quién era esa persona? No entiendo nada, ¿entonces por qué vuelves hacia mí?
—Huma me está dejando de reconocer, él te quiere a ti ahora. Poco a poco deja de obedecerme, una vez que sobreviviste su veneno los une. Y necesito que me des...
De pronto pitido comenzó a escucharse de un dispositivo que la chica traía y de él salió una voz masculina
—¿Cecil? ¿Cecil?, ¿estás por este perímetro? Rob te está oliendo cerca, voy para allá
La chica se levantó de golpe y subió a Huma apresurada.
—No hagas ruido, vendrás.
Me imaginé que ella me estaba invitando a subirme a Huma, pero en lugar de eso vi como de su boca salió su enorme lengua envolviéndome y metiéndome en su húmedo y grotesco interior.
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Atrox [PAUSADA]
Science FictionAños atrás, las "Bestias" emergieron de un lugar desconocido, esparciendo la destrucción por todos los rincones del mundo, destrozando y devorando a todo ser humano que estuviera a su paso. El caos de estos seres perdura por muchos años, hasta tener...