SIETE

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Natasha terminó la videollamada con sus sobrinos cuando se percató de que Hill había convocado a una reunión de último minuto. Se puso los zapatos y fue a la sala de entrenamiento. Sabía que los que estaban allí no estarían pendientes de sus celulares. 

―Oigan, sucedió algo grande ―informó la rusa. 

Los que estaban entrenando la siguieron hasta la sala de reuniones. Se acomodaron en sus sillas antes de que una pantalla proyectara el rostro de Stark, quien parecía estar dentro de uno de sus vehículos. 

―Se registró un robo de armamento de SHIELD confiscado por el ejército ―informó Tony―. Me contactaron como consultor para que les diera una idea del uso que puede darse al conjunto y déjenme decirles que no es nada bueno. 

―¿Alguna idea de quién pudo haberlo hecho? ―indagó el supersoldado rubio. 

―La cámaras de seguridad identificaron a dos miembros de un grupo terrorista extremista ―contestó el genio―. Es muy probable que estén construyendo alguno de los modelos más pequeños de helicarriers que estaban en los planos que también se robaron. 

―Envíanos todo lo que tienes ―pidió Romanoff. 

―FRIDAY ya está en eso. Iré mañana a la base. Gracias al cap, tengo que asistir a una cena que no tenía planeada. 

―¿De qué hablas, Stark? ―intervino el líder. 

―De tu linda broma con mi tono. Después averiguaré como lo hiciste. Cambio y fuera, Vengadores. 

Sam fue el primero en reír, seguido de Rhodey, Steve y Wanda. 

―¿Debería preguntar? ―inquirió la rusa. 

―No. 

―Bien, entonces, hay que concentrarnos en el nuevo trabajo. 

Rogers asignó las tareas inmediatas para todos los miembros del equipo. Visión intentaría por el lado de los dispositivos que habían tenido que burlar en las instalaciones militares para ingresar a estas. Como era el primer día de Bucky, dejaron que siguiera entrenando. También sucedió lo mismo en el caso de Wanda. Rhodes fue enviado al lugar del robo, pues era el que tenía más conocimiento en los protocolos que debían seguir en ese tipo de lugares. 

En cuanto a Clint, él no había sido informado. Tenía algunas semanas libres para estar con su familia. Por último, Sam, Natasha y Steve se quedaron en la sala de reuniones para ver toda la información disponible sobre los perpetradores. 

Después de dos horas y media, la mujer se recostó contra la silla y suspiró. 

―Hicieron un buen trabajo inutilizando las cámaras exteriores. 

―¿Trabajo interno? ―sugirió Sam. 

―No lo sé. También podrían ser largos días de observación meticulosa. 

―Tendremos que esperar la opinión de Rhodey ―dijo el capitán. 

Natasha hizo una mueca. 

―Quizá yo pueda conseguir algo más ―se levantó. 

―Te acompañaremos ―sentenció el rubio. 

―Si quieren… serán mi respaldo. 

~<>~

Romanoff se acomodó bien la capucha antes de caminar a través del oscuro callejón. Había un hombre esperándola en la esquina. 

―Este no es lugar para un miembro de los Vengadores ―El hombre tiró el cigarrillo en el suelo y lo pisó. 

Healing Romanoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora