NUEVE

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Al día siguiente, Natasha le mostró a Steve la grabación de la cámara del pasillo frente a su puerta. Si Tony había estado pendiente del resultado de la broma, daban por seguro que los había visto besarse. Con eso en mente, y el que no tuvieran acceso a las grabaciones dentro del laboratorio del genio, decidieron esperar algún comentario por parte del multimillonario para actuar. Pero él no dijo nada, ni siquiera cuando se quedaron los tres juntos en la cocina.

Stark actuó con normalidad. Charló sobre las mismas cosas de siempre, hizo algunos chistes y se retiró a su laboratorio.

―¿Piensas que está tramando algo más? ―inquirió el capitán.

―Quizá sabe que no le conviene hacerme enfadar ―se encogió de hombros.

―Puede ser ―dijo sin estar convencido.

―Esperemos un par de días. Estoy segura de que con una información tan jugosa, no soportará quedarse callado por mucho tiempo.

Al supersoldado se le ocurrió algo.

―¿Crees que puedas hablar con Pepper y convencerla de que hable con Tony para que no diga nada?

―Mmmm... puedo hacer eso ―Le tomó unos minutos descifrar la mirada del hombre―. Creo que ya sé hacia dónde quieres llegar. Será divertido.

Wanda llegó a la cocina con una revista y pidió la atención de la pelirroja. Steve se retiró cuando comenzaron a charlar de asuntos de chicas.

Mientras revisaba su celular, encontró notificaciones de la aplicación de citas que había dejado bastante olvidada.

―Que bueno que te encuentro, Cap ―lo saludó Sam―. ¿Estás saliendo con alguien? ―fue directo.

Steve negó con la cabeza.

―¿Por qué?

―¿Recuerdas a Katty? Me propuso que saliéramos en una cita doble. Ella llevará a su mejor amiga y yo tengo que llevar a alguien más. No te pediría que fueras conmigo si no fuera importante.

―No lo sé.

―Ella me gusta mucho y sabes que haría lo mismo por ti ―Solamente le faltó hacer un puchero.

―Está bien, iré.

El afroamericano estuvo a punto de saltar de la emoción.

―Gracias, Steve. Es a las ocho de la noche, podemos encontrarnos a las ocho menos cuarto en la entrada y salir juntos de aquí.

―De acuerdo.

Sam se alejó concentrado en el mensaje que estaba escribiendo en su celular.

~<>~

Natasha, Wanda y Tony estaban charlando en el pasillo, rumbo al living.

―¡Qué elegante, Capi! ―exclamó el genio―. Íbamos a invitarte a que te unas a nuestra maratón de una de las series favoritas de la brujita, pero parece que ya tienes planes.

Steve llevaba puesto un pantalón negro y una camisa blanca. Hasta se había peinado un poco.

―Tengo una cita. Lo siento― miró a Wanda, pues sabía que a ella le encantaba compartir las partes buenas de su infancia con ellos.

―No te preocupes, entiendo que surgió a último momento y ya quedaste con alguien ―Lo tranquilizó la sokoviana―. ¿Quién es ella?

―La conoceré hoy.

―¿Es de la aplicación de citas? ―inquirió la pelirroja.

Él negó.

―Una cita doble con Sam y Katty.

Healing Romanoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora