~Capitulo 11: Naruto siente a Gowther, Naruto muestra uno de sus poderes y Empiezan las peleas~
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.— Gowther debe de estar cerca, no tan lejos — Dijo el Doncel quien estaba sentado en las piernas de King, mientras desayuna por tercera vez, tenía mucha hambre.
Los demás miraban expectantes al Doncel, quien sonreía tranquilo mientras decía que Gowther no estaba tan lejos y que estaba acompañado de alguien fuerte, aunque no tanto.
— Iré a tomar una Ducha. ¿Meliodas me das ropa? — Pregunto el blondo mientras flotaba un poco para apartarse de King, quien no lo quería soltar.
— Mmm... — Quería hablar pero Ban le había tapado la boca.
— Sabes que este enano es un pervertido acusa cunas ¿No Naru?. — El blondo lo miro extrañado pero luego se acordó de aquella venganza pendiente, ya le habían dicho que Meliodas tocaba a toda mujer con buenos atributos eso no le molestó para nada pero cuando miro hacia Elizabeth se dió cuenta que si.... Si le molestaba. Él no contaba con pechos grandes, solo con su gran figura, carisma, positivismo, amor y muchas cosas pero no pechos y menos podía ser una chica, eso no es lo suyo, el Nació doncel y así se quedaría toda la vida, total solo le tenía que envidiar eso a las mujeres ya que el don de dar vida ya lo tenía. Aunque tenía algunas cosas que las mujeres no tenían, Inmortalidad, una Carita que derrite hasta al mismísimo Rey Demonio, y ni hablar de su cuerpo -El cuál derretía el lugar más frío del universo, y quién lo negaba-.
— Tienes razón Ban, no debo confiar en un ladrón de ropa interior femenina. — Dijo un tanto celoso, que va, Celoso era poco a lo que estaba ahora.
— Pero.... — Meliodas iba a decir que tenía ropa de Doncel de “Gran Calilad” pero Naru ya que había ido con King que si le daría ropa decente. Lo cual deprimió al Rubio, quien no quería que Naru, Su Naru, se entera que tocaba pechos, pero al parecer ya se había enterado. Ya escuchaba ese Me lo Prometiste, Maestro en su cabeza.
— Ahí, Mi amor. — Susurro dolido mientras tomaba un trago de su cerveza siendo observado por Elizabeth, a la cual le hervía la sangre, como Los Pecados, estaban tan prensados de ese Doncelucho de cuarta, había mejores, pero no debían ir tras el Doncelucho que odiaba.
— Algún Día me las pagarás, Rubio — Pensó enojada, era claro que se las pagaría.
El blondo bajaba despacio por las escaleras cuando llegaron al lugar en el que obtendrían el Martillo de Dianna. Aunque Naruto no les dijo que por allí cerca estaba Gowther, se lo guardaría, según Matatabi pasaría una pelea dónde la cosa que lo acompañaba moriría y tendrían que intervenir.
— Bueno.... ¿Que haremos? — Dijo con total obviedad.
— Según sabemos el martillo está como premio en una pelea, solo los ganadores podrán obtenerlo. — El blondo al escuchar aquello recordó de manera instantánea que no podría pelear ya que tendría que buscar a Gowther.
— No vallas, ellos te necesitan, Naru — Le dijo Matatabi quien estaba al tanto de lo que pasaría, ya que ahora podía ver un poco el Futuro al igual que los demás pero no puede ser más que solo Cuatro días y si superan esa cantidad de días no pueden ver nada del futuro hasta dentro de mucho tiempo un poco indefinido.
— ¿Porque? — Pregunto mentalmente mientras escuchaba a todos hablar de lo que harían, Dianna y La Diosita irían a buscar cosas para comer y los demás se dividirían para buscar información, aunque ahora Ban, Meliodas y King estaba peleando por quién iría con Naru.
— Bueno, es un tanto complicado pero los caballeros zacros atacarán, y saldrán heridos, viene con ellos Verónica Liones — Al escuchar el nombre de su hermana postiza decidió quedarse, no tenía que pasarle nada a su Hermana, aunque no era tan de sangre.
— Bueno — Volvió a tener atención en la conversación que solo era mirarlo a él de manera extraña. — ¿He? — Se rascó la mejilla de manera nerviosa ya que todos lo miraban, todo por perderse en sus pensamientos que eran más basados en su pasado.
— ¿Que pensabas, Amor? — Le pregunto King, Elizabeth que había escuchado ese apodo lo quedo mirando a ambos.
— ¿Porque le dijo Amor?.... Osea que este Doncelucho es un Don Juan, una cualquiera.... Jajaja.... — Pensó con maldad.
— Eso es verdad Naru. ¿Que pasa Bonito? — Está ves le pregunto Ban.
— Amm... Nada, solo divagando en mis pensamientos. Jaja. — Respondió nervioso mientras tomaba asiento en una de las mesas para tomar un jugo.
Los demás solo se resignaron a saber que pasaba Naru era muy terco así que no respondería.
Llevaba un rato en el pueblo, así que no les costó nada localizar el Martillo de Dianna el cual estaba en una estilo montaña dónde también había una plaqueta en el que harían las peleas. Naruto decidió salir tranquilo del lugar, silencioso ya que necesitaba ver sin Gowther iría en otra dirección, y no se equivocó.
Siguió en silencio al pecado de la Lujuria quien iba acompañado de una Armadura con algo adentro, el cual no hablaba. Cuando vil que estarían a salvó decidió volver, solo para encontrarse con que Meliodas peleaba contra caballeros zacros, todos separados, hasta King tenía pelea.
— Tendré que volver — Dijo en vos baja, ya vio lo que haría Gowther y sabía que estaría bien, ahora debía proteger a los demás. — Retroceso — Al decir aquella palabra, el lugar en el que estaba empezó a cambiar, el cielo descendía sus colores hasta volverse más claros y la gente retrocedía en sus pasos. — Stop — Se detuvo justo a tiempo, en el instante en que las peleas se llevarían a cabo.
— ¿Dónde estabas, Naru? — Decidió preguntar King, quien también luchará, lo cual le preocupaba.
— Estaba comiendo unos pastelitos, estaban muy bueno, y se me olvidó lo de la peleas, jaja — Trato de sonar tranquilo pero King solo susurro un
—Me cuentas luego, ¿Ok? — Le dijo al oido.
— Si — Se resigno.
— Las peleas serán primero..... ¡Todos contras Todos! — Grito el Representante para escuchar una exclamación de todos.
— ¡Si! —
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Naruto Con Los Pecados
Fanfiction(Estoy empieza después de la Cuarta guerra ninja y principios de la búsqueda de los pecados Capitales ) °^°Naruto°^° Luego de Terminar el enfrentamiento contra Kaguya, Naruto usa un Jutsu que toma su vida, todos los de ahí no podían creer que Naru...