4.- Algún día tenía que enterarme.

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Estuve un buen rato Samantha caminando por todo South Park.
Era una chica muy agradable.

-Y bien, éste es el parque, donde habitan miles y miles de pequeños demonios, jamás entres. Y este es el cine, el lugar donde puedes salir violada de ahí si no cuidas tu culo. Y bueno, estamos de vuelta.- Terminó Sam, mientras se sentaba en la banca que estaba frente a la cafetería de su novio.

-Este lugar es muy acogedor, estoy empezando a sentirme en casa.- Dije esbozando una sonrisa triste. Nunca me había sentido en casa, en casa.

-Eso espero. Bueno Jess, me tengo que ir, ¿Segura que no quieres que te acompañe a casa?- Me preguntó Sam algo preocupada.

-Estoy segura.- Asentí con la cabeza, esbozando una sonrisa para que ella se sintiera tranquila.

-Bueno, no te pierdas Jess, xoxo!-Y sin decir más, se fue corriendo de ahí como un rayo de luz.

Seguí mi camino, en busca de alguna tienda para comprar dulces, era adicta a esos malditos chicles, ¡ES QUE SON INCREÍBLEMENTE RICOS! Ah.

Encontré el supermercado y me metí a comprar. Compré algunas cosas para poder sobrevivir en este pequeño pero "tranquilo" pueblo, entre comillas.

Cuando salí de la tienda metí mis cosas al auto (Si, venía en auto) y cuando iba a entrar vi saliendo a Craig del supermercado, al parecer con unos cigarrillos en las manos. Quería ir a saludarlo, pero vivía con el miedo de que me rechazara otra vez.

Conducí hasta mi casa, me estacione y abrí la puerta del piloto. Saqué mis llaves y entré a mi casa, había sido un día agotador, pero por fin en casa.

En eso, tocaron la puerta.

Puta vida.

Abrí la puerta, y me encontré a los  4 idiotas que había visto el otro día. Estaban ahí, acompañados de un pequeño niño de aproximádamente 10 años.

-¿Que carajos quieren?- Pregunté con un poco de curiosidad en mi voz.

Sin pedir permiso, entraron los 5 y se sentaron en el sofá.

En MI sofá. En el sofá de MI culo.

-Venimos a ver películas.- Habló Cartman, intentando sonar inoscente, cosa que no funcionó por completo. Había parecido un violador en cubierto.

-Exacto.- Asintieron los otros 4 con la cabeza.

-En mi casa.- Dije sin poder creerlo. ¿Quiénes se creían? ¿Nash y Hayes Grier o algo por el estilo? Ni cerca.

-Pero Trajimos pollito.- Sacó Cartman un bote lleno de pollo de KFC, mientras hacia una cara de perrito.

Muerto...

Bueno, traen pollo; que más dá.

No dije nada más, sólo asentí con la cabeza y me dije a mi misma que todo estaría bien.

Pusieron la película, al parecer era de terror. Estaba completamente concentrada con la película, cuando derrepente...

-¡BUUUH!- Gritó Kenny, haciéndo que saltara de mi lugar y corriera hacia la cocina como toda niña chiquita.

-PUTA MADRE.- Grité sin poder reaccionar y al momento en el que lo hice, regresé a la sala fulminando a Kenny con la mirada, diciendo algo así como Corre porque te mato. Éste sólo se quedo quieto y al momento en el que llegué, mi pierna fue directamente hacia la cara de Kenny, haciendo que él cayera al piso inconsciente.

Los 4 se quedaron boquiabiertos.

-Lo siento.- Me disculpé mientras sacudía mi pie y me alejaba de Kenny, dejándolo completamente tirado en el suelo.

-Te lo mereces Kenny, por pobre.-  Susurró Cartman en el oído de Kenny, éste al escuchar su voz abrió los ojos como pudo.

-Cállate culon.- Fulminó Kenny con la mirada a Cartman mientras apretaba sus bolas, cosa que hizo que Eric se tirara al suelo retorciéndose de dolor.

Los otros 3 estaban riendo a más no poder.

-Lo siento Kenny.- Dije riendo, tal vez si me sentía un poco mal por eso.- Chicos esperen, iré al baño.- avisé mientras me paraba del sofá. Una mano me detuvo, jalándo mi mano.

-Te acompaño.- Era Kenny quien me detenía para que me acompañara.

-KENNY.- Gritaron los 4 al unísono, cosa que me hizo ponerme como un tomate al instante.

-Lo siento.- Se disculpó Kenny un poco apenado, mientras agachaba la cabeza, intentando no reír.

Al salir del baño, observé a los chicos en la puerta, mirándome fijamente.

-¿Qué quieren?- Pregunté algo confundida, mientras secaba mis manos con cualquier cosa que veía.

-Nada.- Mintió de una manera muy mala Kenny. Que idiota.

-Sólo... Nos enteramos de cosas...- Intervino Stan, que se asomaba por el hombro de Kenny.

-¿QUÉ COSAS?- Grité algo asustada. Esto no me daba buena pinta.

-Creo que es todo por hoy.- mencionó Stan mienrras reía con maldad.- Nos vemos Jess.

Recogieron la mesa y al instante se fueron.

-Esto no se queda así.- Sonrió Kenny y me dio una nalgada mientras salía. Sin que me diera cuenta, mi piel se había vuelto de un color carmesí.

Ellos salieron de mi casa y cerraron la puerta.

Suspiré tirándome en mí sofá.

No sabía que mierdas planeaban esos chicos por lo cual estaban viéndome. ¿De qué coño se habrán enterado? No lo sé y no quería saberlo.

Aunque algún día tenía que enterarme.

Subí y me quite la ropa, me puse una blusa larga y me metí a mi cama, y sin decir nada, me dormí en unos segundos.

Este día no podía haber sido más raro y largo.

South Park "Craig Y Yo."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora