South Park "Craig Y Yo."

9.- ¿Acaso eres marica?

Llegamos a la escuela y baje del autobús. Fui con el típico grupito de chicas que siempre estaban en el estacionamiento, ya que casi nunca hablaba con las xhicas.

-Hola chicas.- Las saludé. Me ignoraron aunque después me percaté de que Wendy estaba llorando.- ¿Qué pasa?

-¿Qué no ves?- Preguntó Bebé obvia.- Wendy está llorando.

No me digas.

-¿Pero por qué, qué pasó?

-Ayer Stan en la fiesta de Token cortó con Wendy.- Respondió Lola, mientras secaba las lágrimas de su amiga.

-Oh, cuanto lo siento, Wendy.

-No te preocupes Jess, no es tu culpa.- Wendy sólo limpio las lágrimas que le quedaban en la cara con su suéter rosa y sonrió.

Ojalá.

Me fui de allí en cuanto ellas me fulminaron con la mirada. Daban miedo.

-Hey, Jess, ¿Podemos hablar?- Stan metió sus manos en sus bolsillos, mientras miraba al suelo algo triste.

-Si claro, ¿Qué pasa Stan?

-Yo... Necesito de tu ayuda.

-Claro, cuéntame.

-Termine con Wendy porque quiero a otra persona, y... No sé que hacer, ¿Crees que deba decirle mis sentimientos hacía ella?- Rascó su nuca algo nervioso.

-Pues, lo que diga tu corazón.- Reí al darme cuenta de lo que había dicho.

Que estúpida sone, por Dios.

-Bien.- Cerró rápidamente y suspiró.- Me gustas Jess Parker, desde el primer instante en que te vi.- Rió para si mismo.- ¿Yo te gusto?

No sabía que responderle, me gustaba, sin embargo, estaba enamorada de Craig, aunque.. él no de mí.

Al carajo todo.

-Me encantas, Stan Marsh.

Tenía que hacerlo, que mejor manera de olvidar a Craig, que tener a Stan. Son taaaaaan parecidos.

-Pero esto queda entre nosotros, ¿Sí?- Pregunté, a lo que él al instante asintió con la cabeza.

-Está bien.- Él respondió mientras me dedicaba una hermosa y perfecta sonrisa.

.....

Pasaron las clases hasta que dió la hora de receso. Hoy si había venido Craig, así que tenía que ir a hablar con él.

Él estaba solo, como siempre, así que rra mi oportunidad.

-Hola Craig.

-¿Qué quieres?, ¿Vienes a reclamarme de que soy gay?- Me preguntó, fulminandome con la mirada. Se podía notar a kilómetros que estaba enojado.

No, enojado no. Furioso.

-¿Por qué te reclamaría eso?- Pregunté algo confundida.

Bueno, eso quería que pensara.

-Hum...- Su cara se tiñó de un color carmesí al ver mi cara confundida.- No lo sé, sólo era un comentario...- Respondió no muy seguro de lo que acababa de decir.

-Esta bien.- Asentí.- Quiero que seamos amigos.- Fui directo al punto. No le daría más vueltas.

Éste sólo se hecho a reír.

-¿Tú? ¿mi amiga? Como no.

-Hagamos una apuesta.- Lo reté.-  Si cae águila la moneda, tendrás que quedarte por un mes en mi casa, y estar conmigo, y si cae sol, hago lo que si quieras, ¿sí?

-Mhhh... No.

-¿No? ¿Tienes miedo?

-No.

-¿Tienes miedo de quedarte solo con una chica en una misma xasa durante un mes?

-Por supuesto que no.

-¿Acaso eres... marica?

Esa fue la gota que derramó el vaso.

Me fulminó con la mirada y después habló.- Acepto.

Lancé la moneda al aire.

Águila.

-Carajo.- Susurró Craig para sí mismo.

-Entonces, ¿Lo cumplirás?

-Claro que sí.