25.- Te extrañe.

1.3K 118 9
                                    

Rápidamente subí a mi habitación.

-Jess.- Me llamó Cartman en cuanto entré.

-¿Qué?

-Creo que es momento de decirle a Kyle la verdad.

-¿En serio lo crees?

Mierda, di que no.

-No sé... Creo que le gusto.- Noté como su cara se volvió de un color pálido a un color carmesí bastante fuerte.

-¿A qué te refieres?- Reí ante su reacción.

-Creo que se ha olvidado de Eric. Ya no me habla de él como al principio.

-Tu eres Eric, imbécil. - Se quedó mirando a la nada unos segundos y después asintió.

-Eh, cierto. Pero, sí volviera a serlo, ¿crees que me seguiría queriendo?- Se podía notar desde kilómetros que estaba preocupado, y no exagero.

-Claro. Él esta enamorado de ti, Cartmam.- Eric sonrió y yo me sentí satisfecha.

Mi acción del día está hecha, oh .

Segundos después se oyeron unos golpes firmes en la puerta principal.

-Iré a abrir. Espera aquí.

Salí de la habitación y me dispuse a ir hacia la puerta para abrir.

-¿Quién e...?

-Hola.- Posó una sonrisa de lado en su cara.

Oh mierda. Mierda, mierda y más mierda.

-¿Q-quién eres?- Estaba demasiado nerviosa, y cuando digo demasiado, es demasiado.

Tanto así que mi intento de hablar era absurdo, y que si me entendía, mis respetos.

-Vamos, como si no me recordaras.

Y te recuerdo muy bien.

FLASH BACK

-¡Suéltame!- Rogue para que aquel viejo me soltara, pero era en vano.

-¡Suéltala idiota! - Gritó Alicia mientras jalaba los hombros de aquel viejo, en un intento de hacer que me soltara.

-¡Ahora mismo es nuestra! Puedo hacer con ella lo que YO quiera. Necesitamos dinero, Aliz.

-¡No por eso tienes que "vendérsela" a una familia de ricos! Piensalo mejor, Alex...

-Sólo será por unos días, nos pagarán bien.- Insistió.

-¡No te lo voy a permitir!- Alzó la voz apretando los puños.

-No quisiste por las buenas, será por las malas.

Una sonrisa de malicia se formó en la cara de Alex y después de eso, lo único que vi es que golpeó a Alice con toda su fuerza y después, me entrego a un señor de unos 30 años, que esperaba impaciente en la puerta principal.

Aquel extraño para mí, conducía por las calles de New York, hasta que de pronto, se paró frente a una casa enorme.

Era muy bonita a decir verdad, pero eso no me quitaba la presión que sentía en ese momento.

-Bájate y quítate los zapatos.- Ordenó aquel señor.

Asentí.

La casa era muy lujosa, al parecer si era una familia con dinero, aunque por alguna razón, presentía que me iría mal.
No podía llorar, ya que sabía que solo me iría de mal en peor, y tenía que aguantarme.

El azabache gritó algo que no entendí, haciendo que su familia pareciera en las escaleras. En éstas se encontraba una pelirroja muy mona, al parecer de mi edad, acompañada de su hermano, de unos 14 años y su madre.

-Vas a quedarte con Jack. - El señor señaló al hermano mayor.- No quiero que lo desobedezcas en nada. De lo contrario, te mato, a ti y a tu familia, ¿entendido?

-Entendido, señor.- Intenté hacer que no se notara que estaba temblando, pero fue en vano.

-Bien, nosotros nos iremos a cenar.

Unos segundos antes de que aquel señor cerrará la puerta, la pequeña niña pelirroja me hizo una mueca y después, se fueron.

-Que comience el juego.- Rió el azabache con cara maliciosa, acercándose a mí.

-¿De q-qué hablas?

Éste sólo me invitó a su cuarto, y claro, yo entré, con el miedo a que la promesa que el señor había mencionado fuera realidad.

Después de eso, lo único que hice durante ese rato, fue hacerle caso.

Sólo me dijo que, me acostara en su cama, me desnudara y sólo, me dejara llevar.

¿Fácil? No. Ni siquiera un poco.

Mi vida estuvo arruinada desde ese momento.

.....

Esto sucedió muchas veces, hasta que por fin su padre se dio cuenta, sin embargo, no me beneficio a mi.

El señor nos había encontrado en la cama, yo apenas podía levantarme, y él estaba acostado.

Su padre sólo pudo dar un grito ahogado, esperando una explicación.

-Papá, esa niña se ha aprovechado de mí.- Dijo a punto de llorar.

-Tu eres mucho mas fuerte, eso no puede ser posible.

-Le he dicho amablemente que me preparara un té, y no se que le ha puesto, he caído en el sillón y después, la veo a ella semidesnuda, y a mi igual. Es una puta papá.

-Esto te va a costar muy caro.- Gritó el papa dirigiéndose hacia mi, con el propósito de golpearme.

Lo último que vi ese día después de que comencé una vida independiente, fue a esa niña pelirroja, burlándose a más no poder de mi.

.....

Un año después de esa tragedia, una compañía al parecer me había contratado para venderme a los hombres, ya que decían que haría buen dinero, claro, no me quede mucho tiempo, siempre fui maltratada por los demás, y hasta llegue a un punto de acostumbrarme. Sólo quería un lugar, para no estar en la calle. Necesitaba un trabajo.

En donde al parecer trabajaba, todos los días, durante aproximada mente 1 mes, esa niña pelirroja, la cual su risa no podía salir de mi cabeza, venía, y se sentaba a verme.

Nunca tuve el valor de cruzar miradas con ella, preguntarle su nombre, ni menos que hacia ella ahí. Siempre con el miedo de que aquella chica pudiera hacerme daño.

FIN DEL FLASH BACK

-Vamos, como si no me recordaras.

-En v-verdad no sé quien eres.- En ese momento lo único que quería era llorar, y aunque pude superarlo por un tiempo, ese sentimiento de odio y coraje llegó a mi de nuevo.

-Te extrañe.

Rápidamente azoté la puerta. No podía mas con esto. Me recargue en ella y sólo sentía como golpeaban la puerta.

-¡ÁBRE LA PUERTA, JESSICA!

Lo único que pude hacer fue permanecer en silencio, como quisiera que Craig estuviera aquí.

-Esto no se va a quedar así.- Dio un último golpe y se fue.

Lloré en silencio, sin de Cartman pudiera escucharme.

No podía ser verdad.

Él había vuelto.

Jack había vuelto.

Esa pelirroja que tanto me odiaba, era Red.

South Park "Craig Y Yo."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora