El Sol se asomaba con tranquilidad por el Este dando inicio a la mañana y también a otra jornada laboral para varios en el castillo del Clan de Dragones. Claro, aunque no era así para otros pocos como los niños o familiares Min sin nada relevante que hacer en sus vidas, o también, para los Park, quienes eran invitados, por ende, no tenían ninguna tarea asignada o algo por el estilo. Mas el joven Park no parecía querer entender esto.
—¡Jovencito ya le dije que puedo con esto yo sola!— volvió a recordar la mujer de mediana edad alejando el canasto de las manos del chico rubio, quien la había estado persiguiendo por más de quince minutos preguntándole una y otra vez si necesitaba ayuda con sus tareas.
—¡Por favor! Debe haber algo con lo que pueda ayudarla, aunque sea algo— dijo intentando volver a alcanzar el canasto con ropa adentro, fallando ya que la mujer se había agachado, provocando que el menor casi callera al suelo.
—Que no. Además, aunque la necesitara, se la pediría a algún otro sirviente, porque usted es un invitado y si el señor Min se enterara de que hice trabajar a un invitado probablemente me quitaría mi trabajo.
El menor soltó un suspiro—Es que me siento mal por estar aquí de gratis sin hacer nada— un suave puchero que no llegó a ser visto por la mujer se formó en sus labios.
Ambos habían comenzado a avanzar hacía un destino desconocido para el de hebras doradas, quien estaba concentrado solamente en encontrar la manera de que alguien le permitiese ayudarlo con sus tareas, con esa señora ya iban cinco personas a que se negaban.
—¿Y por qué no simplemente abandonas el castillo?—dijo rodando los ojos. Ella siempre había sido una persona muy paciente, pero ese niño la estaba agotando, ¿Hasta cuándo tendría que soportarlo?
—Si tan solo fuera así de fácil...—respondió en un susurro que solo fue escuchado por el mismo.
De repente, un rayo luz le dio directo en los ojos, ocasionando que llevara su mano por delante de su rostro para cubrirse, ¿A caso había pasado por delante de una ventana? Lentamente fue apartando su mano y comenzó a prestarle atención a su entorno. Verde. Todo a su alrededor estaba casi totalmente cubierto por verde. Un jardín hermoso y repleto de arbustos, arboles y flores se mostraba delante de él ¿Dónde habían quedado aquellas paredes blancas y grises y en qué momento las habían abandonado? La sirvienta ya se había alejado, dejándolo solo en medio de tan esplendido lugar.
Podía escuchar el canto de los pájaros sobre los árboles y el croar de las ranas en el estanque. El lugar estaba repleto de vida y era tan...Relajante.
Sin darse cuenta, en una acción automática, su cuerpo se había acercado hasta uno de los bancos del lugar, que se ubicaba justo delante de la fuente en el centro del jardín, sentándose a contemplar con más detalle sitio. Todo era muy bello, ¿Cómo no lo había notado?
El día de ayer, cuando salió a recorrer el castillo, jamás había llegado hasta esa parte -y tampoco había llegado a ver otras cuantas-.
Una pequeña sonrisa se encontraba plasmada en su rostro, reflejando el encanto que aquel mini paraíso tenía en el joven muchacho.
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My Dear Dragon
FanfictionYoongi, un cambia formas líder del clan de dragones, vive su vida normalmente hasta que un día, un joven acompañado por dos niños, llega a su castillo en busca de refugio para sus hermanos. Jimin, un simple humano quien huye del clan de osos junto...