Habían pasado unos días desde que Jimin le comentó su idea a Yoongi. Actualmente -después de una extensa charla con todos los cambiaformas involucrados- las ardillas ya habían vuelto a traer productos al castillo. Al principio estuvieron algo inseguras, pero luego de unos días de ver que nada pasaba, se tranquilizaron.
Jimin había sido felicitado por los hermanos Min, también por el esposo de Jihoon, con el cual hasta ahora no había tenido ningún tipo de interacción. Luego, en la noche de ese mismo día, Yoongi había hecho un brindis en su honor, todo el mundo lo aplaudió, menos Iseul, claro está.
El día de hoy era tranquilo, el rubio se encontraba leyendo un libro en la biblioteca, hacía tiempo no leía uno, básicamente desde que dejó su casa, y en ella no tenía más de seis libros, los cuales había leído una y otra vez. Nunca tomó un libro de la biblioteca pues no era socio de esta y para leerlos debía permanecer allí. Aquí podía leer los que quisiera. Era una biblioteca muy enorme, llena de estanterías que llegaban hasta por lo menos los cuatro metros. Mientras él leía, su hermanita se encontraba dibujando en la misma mesa en la que él estaba, por otro lado, su hermano estaba jugando afuera con Hansol, a quien ya consideraba su mejor amigo.
—Hansolie~ —el chico se acercó a su amigo y lo abrazó por el cuello mientras sonreía.
—¿Qué quieres? —le dijo con un tono neutro pero sonriendo castamente, correspondiendo apenas el abrazo, Vernon no era alguien a quien le gustase mucho el contacto físico, al menos no darlo. Seungkwan era de las poquísimas personas que podían demostrarle afecto físico sin que él se terminase enfadando.
—¿Me llevas a dar una vuelta? —preguntó batiendo sus pestañas. Hansol rodó los ojos sonriendo, sabía lo mucho que a su amigo castaño le gustaba que lo llevé en su lomo por los aires, en especial en los días soleados y con nubes como este. Asintió antes de tomar distancia para transformarse.
Una vez el "pequeño" dragón apareció, Seungkwan sonrió y se subió con rapidez sobre la bestia. Vernon levantó vuelo y el castaño no pudo evitar soltar una risa encantada.
—¡Oye Jimin! —el joven de ojos azules, que se encontraba vagando por los pasillos mientras leía un poco de poesía, se volteó al instante de escuchar su nombre, reconociendo al instante la voz —Buenas tardes —Jimin le respondió con la misma frase —Quería saber... —Min llevó sus palmas estiradas a los costados de sus caderas para secar el repentino sudor en ellas, mientras que el menor arqueó una ceja intrigado por lo que iba a decir —Si... Bueno, si quieres claro... —miró un segundo los claros iris, desviando su mirada al instante, totalmente nervioso.
—¿Si quiero qué, Yoongi? —preguntó divertido, en un tono un tanto "coqueto", una parte de él ya tenía una idea -y esperaba que así fuera- de lo que le iba a proponer.
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My Dear Dragon
FanfictionYoongi, un cambia formas líder del clan de dragones, vive su vida normalmente hasta que un día, un joven acompañado por dos niños, llega a su castillo en busca de refugio para sus hermanos. Jimin, un simple humano quien huye del clan de osos junto...