My Dear Dragon

almuerzo

Los hermanos Park caminaban de la mano por los pasillos del castillo. El sonido de sus zapatos contra el suelo era lo único que se escuchaba.

El medio día había llegado, debían encontrarse con Yoongi en el comedor para, bueno, comer. Los tres se preguntaban qué clase de delicia era la que les esperaba.

Seungkwan y Minju no hablaban, estaban más concentrados en observar las pinturas en las paredes. Nunca habían visto tantos.

Una señora le había indicado a Jimin minutos antes el camino hacia el salón donde se encontrarían con Yoongi. No era tan complicado. Aún así se perdía un poco al ser el castillo tan grande.

Se dió cuenta de que habían llegado cuando entraron en un gran salón con una mesa muy larga en medio. Yoongi estaba en la punta de esta. Mas no era el único allí. Sentados frente a la mesa se encontraban varias personas de diferentes edades, ancianos, niños, adultos, adolescentes. Debían ser, sin contarse ellos tres, unas cuarenta personas. Todas conversaban muy alegremente. Estaban vestidos con trajes elegantes, pero no tanto, eran un poco más casuales.

Yoongi al notar su presencia estiró su mano y les indicó que se acercaran-Siéntense por favor.

Jimin asintió y se acercó con sus hermanos al resto de personas. Había tres asientos libres a un lado de la punta donde se encontraba el pelinegro. El trío se sentó allí.

Miraban expectantes a todos los presentes. Estos parecían no haber notado su reciente llegada.

El rubio no iba a negar que le incomodaba estar entre tantas personas que no conocía, pero tampoco iba a quejarse, les iban a dar un gran almuerzo.

Y en ese momento volvió a preguntarse por qué Yoongi se comportaba tan amable con ellos ¿Era pena quizás? No lo sabía con seguridad.

Varias personas con grandes bandejas ingresaron al lugar, uno tras uno, sus rostros eran serios en su mayoría. Parecía que traían la comida. La dejaron con cuidado a lo largo de la mesa y quitaron las tapas que las cubrían, dejando al descubierto una vasta variedad de platillos. Pavo, cerdo, ensalada, tartas y más se encontraban sobre la mesa, desprendiendo un delicioso aroma. Luego las personas que habían traído todo aquello se marcharon. Todo esto sin decir palabra alguna.

Las personas en la mesa miraban con deseo la comida ante ellos y se relamían los labios. Pero no comían, estaban esperando al hombre sentado en la punta de la mesa.

Yoongi asintió. Entonces todos -menos los Park que miraban todo con asombro- comenzaron a servirse comida en sus platos y a devorar está con rapidez.

El pelinegro llevó su vista a las tres personas que no estaban comiendo-¿Qué sucede? ¿No tienen hambre?

Jimin nego con la cabeza-oh, no es eso, solo nos sorprende que-

-¡Que coman como unas bestias!- completó Seungkwan, llevándose un regalo por parte de su hermano mayor.

Yoongi soltó una risa-bueno, qué puedo decir, tienen estómago de dragón-volvió a reír esta vez siendo acompañado por las personas que estaban comiendo.

El rubio frunció el ceño no entendiendo el chiste, pero decidió no darle mucha importancia a ello.

Pronto los hermanos se encontraban comiendo al igual que los demás, solo que a un ritmo más lento.

El pequeño castaño de grandes mejillas levantó la vista de su plato, sentía la mirada de alguien más sobre él. Miró hacia todos lados tratando de encontrar a esa persona, lograndolo al ver a otro chico de, seguramente, su edad mirándolo. Aquel extraño rápidamente movió su mirada a otro lado. Levantó una ceja desconcertado.