𝐫𝐞𝐟𝐮𝐠𝐢𝐨

1.2K 220 30
                                    

Dedicado a   y VengoPorPornoGay por estar siempre ahí, soportandome ♡♡♡



Tres golpes en una de las altas puertas resonaron por todo el cuarto, despertando al dueño de este. Con pereza se sentó sobre su cama, bostezó y se estiró. Luego de unos minutos, se puso de pie. Esperaba que quién sea que lo haya despertado de su siesta tuviera una buena razón.


Al llegar hasta el par de puertas, puso sus manos en las manijas y las abrió con fuerza, encontrándose con una sirviente asustada.


—¿Qué quieres?—dijo en tono seco. No le gustaba tratar de esa manera a sus sirvientes, pero odiaba que lo despertaran tan temprano en uno de sus pocos días de descanso. La mujer se estremeció por aquello, encogiéndose un poco para después aclarar su garganta.


—Ha-y un joven y dos n-niños en la e-entrada—al terminar de hablar, tragó grueso. Aquél cambia formas si que la intimidaba.


Yoongi bufó—¿Y qué quieren?—el pelinegro apartó sus manos de las puertas y se dio vuelta, dirigiéndose a su vestidor.


La mujer lo siguió con la mirada, un sonrojo se hizo presente en sus mejillas y al percatarse de esto, sacudió la cabeza y habló.


—Buscan refugio, mi señor.


—¿Refugio?—la mujer asintió.


Eso era extraño. Normalmente las personas se escondían de ellos, no pedían refugio. Sobre todo ahora que un rebelde había estado atacando aldeas humanas.


Al terminar de cambiarse, le avisó a la sirvienta -ahora con un tono de voz más calmado- que podía retirarse.


Se acercó al ventanal y corrió las cortinas. Desde ahí se podía ver la gran entrada al palacio, pero ningún humano.


Decidió bajar y hablar el mismo con el grupo de humanos. Seguramente estos sólo querían robar de su comida, como solía pasar la mayoría de las veces que un clan decidía alojar humanos.


Salió de la habitación y caminó por el amplio y largo pasillo hasta llegar a las escaleras y bajar por estas. Para su suerte, su habitación no se encontraba tan lejos de la entrada principal.


No había llegado aún a la primera planta cuando comenzó a escuchar gritos.


—¡Por favor, solo por hoy! ¡No quiero que mueran!


—Joven, ya le he dicho que eso no va a ser posible, por favor, ¡retírese!


—Iseul, ¿Qué sucede aquí?—preguntó al estar ya al pie de las escaleras, acercándose a uno de sus hombres y los tres desconocidos. Mirando altivo a cada uno de ellos.

My Dear DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora