𝐋𝐈𝐀𝐑 ; Tokyo Ghoul (EN PAUSA)

chapter five

Flashback:

Las sirenas se escuchaban a lo lejos, las luces rojas y azul se hacían presentes en toda la habitación, en las calles la policía andaba con rapidez en sus autos, la pequeña de cabellos salmón miraba al exterior. Algunas gotas de agua caían desde el cielo, esperaba que pronto acabase el ruido infernal en el exterior.

No quería seguir mirando pero le era imposible, su mirada se hallaba perdida mirando a su al rededor.

La puerta principal se abrió y se cerró de un portazo, la pequeña dio un pequeño respingo al escuchar el ruido, dirijido su mirada a la persona que había hecho la acción. Su hermana mayor quitó su gran saco oscuro y toda su ropa se hallaba teñida de un rojo vivo, de sus labios corría una pequeña línea de sangre que acababa a inicio de su cuello.

Algunas partes de su rostro se hallaban teñidas de aquel color que tanto atormentaba a la pequeña, la mayor le sonrió.

— ¿Porque sigues despierta? — le dijo de forma burlona.

— Tengo hambre — la mayor soltó una carcajada.

— ¿Y?, Sal a buscar tu propia comida — la castaña se dirijido a su habitación donde se encerró.

La pequeña se quedó aún viendo al exterior, su hermana había llamado mucho la atención. El estómago de la pequeña rugía con desesperación.

Había pasado un mes y medio desde que había comido un trozo de carne, y la pequeña se volvería loca si no podía buscar alimento.

end of flashback:

Azami soltó una risa llamando la atención de todos los presentes exceptuando a Kimi y Nishiki el cual se hallaba en el suelo con heridas graves en su abdomen y otras partes del cuerpo; creadas por el pelimorado.

La chica sin esfuerzo se puso de pie, un aura de locura la invadía. Una vez cuando quedó frente a Tsukiyama el gran hueco en su abdomen se regenera y la poca sangre que tenía en los labios la quitó con sus manos.

Sus globos oculares tomaron un color negro, mientras que sus pupilas un tono rojizo brillante, las venas en sus ojos se marcaron. Y en su rostro se marcaron unas manchas rojas desde el párpado hasta las mejillas.

Su kagune Quimera se hizo presente, mientras que una pequeña risa salía de sus labios. El pelo morado la miro con una sonrisa.

— No sabes cuánto e esperado este momento — sonrió mientras la chica se acercaba lentamente a el.

— Escoria inmunda, ¿Acaso te he dicho que hablaras? — la sonrisa se convirtió en una mueca de disgusto.

La pelirosa se lanzó esperando haberle dado un golpe como mínimo, y así fue un rasguño en la mejilla del pelimorado. Aunque el pelo morado la esquivo aún así se sorprendió ante la velocidad del ataque de la chica la cuál miraba aún con una sonrisa al tipo.

— ¿Ya te has asustado? — pregunto burlona.

— Tsk — chasqueo la lengua.

La pelirosa volvió a lanzarse. Y así continuamente, ambos se lanzaban golpes esperando hacerle un daño mayor al contrario, pero todos eran daños menores que se sanaban casi al instante.