𝐋𝐈𝐀𝐑 ; Tokyo Ghoul (EN PAUSA)

chapter one

CAPITULO UNO

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過去に立ち往生
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ᴀᴛᴀsᴄᴀᴅᴀ ᴇɴ ᴇʟ ᴘᴀsᴀᴅᴏ

UNA MAÑANA SOLEADA con el viento soplando y meceando las hojas de los árboles que caían en la acera con suavidad y delicadeza, nuestra protagonista; Azami Hiroko se encontraba atendiendo y sirviendo a los clientes que se encontraban en Anteiku, su lugar de trabajo y su hogar. Tomo en sus manos la taza que contenía aquel líquido característico del lugar, un café el cual desprendía un exquisito y maravilloso olor, camino hasta estar frente a  la mesa de cierto azabache y pelinaranja

— Aquí tienes — coloco la taza en la mesa frente al chico — un café — se alejo un poco mientras sonreía

— G-Gracias — la pelirosa hizo una leve reverencia antes de marcharse.

❝Esta madrugada , varios cuerpos masculinos no identificados fueron descubiertos en Aqua Building, un centro comercial en el Distrito veinte de Tokyo❞

La de hebras rosas camino de nuevo hacia la barra.

❝La saliva que fue encontrada en los cuerpos, se cree que pertenecen a un Ghoul. Los hechos se investigan actualmente como un crimen Ghoul.❞

La pequeña televisión que se encontraba en la cafetería transmitía las noticias matutinas de Tokio, provocando así las miradas de clientes como de los mismos trabajadores que se detenían de vez en cuando a escuchar o ver lo sucedido en el estado.

A excepción de cierto pelinaranja el cual con burla y euforia reía mientras que recibía una mala mirada por parte de su acompañante; Ken Kaneki.

— No es tan gracioso — El azabache se cruzó de brazos

—Solo digo que no puede ser... — Dijo el pelinaranja deteniendo su risa — ...tu primera cita en una biblioteca — continúo

— ¿Eh?, ¿Por qué no? — pregunto de una manera confusa — ¡Ella incluso podría estar encantada!

— Solo diré, que eso no pasará caso cerrado

— ¿Eh? — el azabache frunció el ceño — entonces, primero la llevaré a Big Girl y comprare unas hamburguesas.

Ken miro a su amigo pelinaranja, no paso mucho tiempo para que Hide volviese a soltar una risa burlona ante el comentario de su amigo.

— Lo estoy diciendo enserio

— ¡No, es genial! ¡Eso es algo que definitivamente harías! Pero como una cita sería un completo fracasó — Comento una vez que paro de reír

— ¿Todo lo que hago está mal? — levanto una ceja — Hide ¿Tú qué harías? — pregunto al pelinaranja.

— Escucha, cuando planeas una cita, debes escoger un lugar donde las chicas se diviertan — hablo con simpleza

— ¿Por ejemplo? — pregunto curioso

— ¿E-Eh?, Por ejemplo — titubeó

— Tampoco lo sabes, ¿Cierto?

— Si lo supiera, no estaría aquí pasando toda la tarde contigo

— Supongo que es cierto.

El volumen de la televisión subió captando así la atención de ambos jóvenes, los cuales dirigieron su mirada al aparato.